Hollywood adora las transformaciones físicas radicales casi tanto como los biopics. Lo demostró entregándole el Oscar a Christian Bale por la película The fighter y a Charlize Theron por Monster, entre otros claros ejemplos de que un actor parece que se mete mejor en una historia si el personaje se hace visible también en su piel. Quizá es por eso por lo que en este 2023 la estatuilla de mejor actor parece tener ya dueño, aunque tendrá que vérselas con el mismísimo Elvis Presley (Austin Butler también parte con ventaja por Elvis). Brendan Fraser, de 53 años, ha tenido que esperar 25 para que la industria deje de verle solo como un actor atractivo y reconozca su talento.
Las imágenes nunca vistas de la brutal transformación de Brendan Fraser en ‘The Whale’
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Su trabajo le ha costado pues, en su caso, no lo tuvo fácil para llegar hasta donde está. Con La ballena quiere resarcirse de los sinsabores de una carrera que casi le ha dado más disgustos que satisfacciones. Si se lleva el Oscar, como se predice, quedará demostrado que merece un puesto entre los grandes.
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Aterrizó en producciones de acción, comedias ligeras con una gran exigencia física que le pasaron factura. George de la jungla y, sobre todo, la trilogía de la La Momia, le convirtieron en un Indiana Jones que levantaba pasiones. Papeles que en cierto modo eclipsaron títulos como Crash y Dioses y monstruos, en los que se intuía ya que había mucho más detrás de un físico perfecto. Pero el destino es caprichoso y quería probar su fortalez. Los inesperados contratiempos fueron apareciendo uno tras otro y fue solo el principio del fin para Fraser. Tuvo que ser intervenido debido a varias lesiones sufridas precisamente en los intensos rodajes, se separó de la actriz y escritora Afton Smith (en 2007), madre de sus tres hijos, Griffiin, de 20 años, Holden, de 18, y Leland, de 16, y murió su madre.
Tuvo además que afrontar una desagradable situación con Philip Berk durante los Globo de Oro de 2003. Según el actor, Berk, expresidente de la asociación de prensa extranjera de Hollywood que entrega los galardones, le tocó sin su consentimiento. Aquel capítulo oscuro, que mantuvo oculto hasta 2018, fue la gota que colmó el vaso. El cúmulo de circunstancias sumió a Fraser en una depresión y abandonó los focos.
Durante una década el actor ha estado recluido lejos de la atención mediática hasta que la historia de un solitario profesor de inglés de 270 kilos con obesidad severa se cruzó en su camino. El director Darren Aronofsky le brindó el papel de su vida y le devolvió los titulares en los que su nombre se asocia al éxito. El proceso al que se sometió el artista, largas horas de maquillaje y caracterización, unido a un trabajo de interpretación impecable han vuelto a colocarle en lo alto del podium. El Oscar sería un reconocimiento a este último trabajo, pero también a su pasado. La muestra de que el tiempo puede volver a poner las cosas en su lugar.
Le han descrito como el renacido y él, cada vez que recoge algún premio, no puede evitar que la emoción le desborde. No es para menos. No todo el mundo tiene una segunda oportunidad. “Si tienes la fuerza necesaria para ponerte en pie e ir hacia la luz, te van a pasar cosas buenas" dijo en la entrega de los Critics Choice. Él es la mejor prueba de que el dicho es cierto. Tiene delante no obstante un cuarteto que promete pelea. Austin Butler, que se llevó el Globo de Oro por su papel de Elvis Presley y a quien la crítica ha coronado como la auténtica reencarnación del rey del rock, parte con mucha ventaja porque los biopics son otro de los géneros preferidos en estas ocasiones (recordemos a Rami Malek, mejor actor en 2019 por su papel de Freddie Mercury). Collin Farrel, con Almas en pena de Inisherin, Paul Mescal, con Aftersun, y Bill Nighy, con Living, completan el grupo de debutantes en el que este año se ha convertido la categoría de intrepretación masculina principal.
Si se lo lleva Fraser seguramente lo celebrará junto a su novia Jeanne Moore, la mujer que le devolvió la ilusión y el amor. Ella ya ha paseado de su brazo por diversos festivales este año y seguro que está más que preparada para volver a presumir de Brendan, suba o no al escenario.