Fue la directora de la academia más conocida de la música. Nina tiene una trayectoria de éxito a sus espaldas que le ha dado tablas para enfrentarse a todo tipo de situaciones y es precisamente de lo que habló la intérprete echando la vista atrás. Por supuesto en este repaso sobre su carrera se refirió a su etapa en OT en unas primeras ediciones que arrasaron en audiencia y convirtieron el formato en uno de los más importantes de la televisión. Aseguró que aquel espacio fue un punto de inflexión en su vida. “Yo tenía la sensación de llevar 23 millones de personas a la espalda, no se puede explicar con palabras. Eso fue un shock”. El revuelo fue tal que asegura que esto les sirvió, tanto a ella como a los suyos, para “convivir con la fama y ponerla donde corresponde”.
Explicó que sabía perfectamente lo que iban a vivir los jóvenes que entraran en el programa, personas anónimas que de un día para otro se iban a enfrentar a la fama. “La mente humana no está preparada para tal adversidad. La fama súbita es una adversidad, no hay mente humana que esté preparada para eso y tienes que aprender a gestionarlo poco a poco” aseguró. Ella nunca ha tenido miedo de subirse a un escenario, pues la adrenalina que provoca ese momento es precisamente lo que le gusta. “Subir al escenario es ponerte en una zona de riesgo, de peligro, es vulnerabilidad, y eso me encanta, yo lo necesito para vivir, necesito sentir ese riesgo. No podría vivir sin eso”.
Dio Nina, que actualmente es una de las estrellas del teatro musical de nuestro país, un valioso consejo a quienes están tratando de hacerse un hueco en el mundo artístico. Según ella no es suficiente tener talento pues hay que tener en cuenta el factor suerte para alcanzar la fama que, en realidad, es efímera. “Sé tú mismo aunque te de vértigo, aunque al principio de tu carrera no sepas quién eres y qué tienes que contar al mundo. Busca tu verdad y tu autenticidad”. Sus cuatro décadas de trayectoria le han enseñado que lo peor que le puede pasar es dejar de sentir emoción cuando trabaja. “No me preocupa el olvido, me preocuparía no sentir la sensación de riesgo cuando subo al escenario. El olvido va a llegar”.
Ella fue la mentora de las primeras estrellas que alcanzaron proyección en OT: ejerció de directora de la escuela desde 2001 a 2004 y de nuevo en 2011. En 2020 regresó al formato como miembro del jurado. Fue mentora de David Bisbal, David Bustamante, Rosa López, Chenoa, Edurne, Soraya y muchos otros nombres que no han dejado de sumar logros. Su criterio y experiencia la han llevado además al jurado de la última edición del Benidorm Fest, donde ejerció de portavoz en sustitución de Nacho Cano. Este año en la cita se escogió el tema EAEA de Blanca Paloma para representar a España en el festival de Eurovisión, una cita que tendrá Liverpool como sede. Durante la misma se pudo ver además el emotivo encuentro de Nina y Beth, representante española en Eurovisión 2002 y que fue precismente alumna de OT.