ho4101 alice campello© VALERO RIOJA

Alice Campello y Álvaro Morata nos presentan a su hija Bella y nos cuentan la dramática historia de su nacimiento

La pequeña llegó al mundo el 9 de enero pero, tras el parto, la empresaria sufrió una grave hemorragia por la que pasó 12 angustiosas horas en quirófano y 4 días de gran preocupación en la UCI


1 de marzo de 2023 - 7:51 CET

Hay momentos y situaciones en la vida que uno jamás imagina que puedan suceder y que terminan marcándote para siempre, instantes que nos hacen volver a ser conscientes de lo que realmente importa y que ponen a prueba nuestras fuerzas.  Alice Campello y Álvaro Morata  no esperaban que el pasado 9 de enero, uno de los días más especiales de su vida, terminaría siendo, a la vez, el más difícil al que se habían enfrentado. Poco después de que su esperada niña, Bella, llegara al mundo, la empresaria e influencer italiana entraba de nuevo al quirófano por una  grave hemorragia. Durante 12 horas estuvo recibiendo más de una docena de transfusiones de sangre, unas horas que fueron eternas para el futbolista del Atlético de Madrid que, angustiado, se ocupaba de la niña de sus ojos, mientras la mujer de su vida luchaba por salir adelante. Por suerte, todo salió muy bien y, ahora, echan la vista atrás quedándose solo con lo bueno de esa dura experiencia, de la que han salido más fortalecidos y agradecidos por la bonita familia que han formado. Cuando Alice y Álvaro se miran, sus ojos lo dicen todo, aunque también este momento ha quedado grabado en sus pieles. Él se ha tatuado, en italiano, la frase “lección de vida” con la fecha de nacimiento de su hija. Y, ella, aún tiene las marcas en la mano de las vías que llevó durante su ingreso en la UCI.

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© VALERO RIOJA

Alice Campello y Álvaro nos presentan por primera vez a su hija, con la que ya se encuentran en su nuevo hogar tras los difíciles momentos vividos en el parto: ‘Le hemos puesto Bella porque es un nombre que nos gustaba muchísimo. Yo había visto una película que me encantó, cuya protagonista se llamaba así, y se me quedó grabado, me parecía muy dulce’, nos cuenta la ‘influencer’ y empresaria.

La princesa de la casa

Ahora nos reciben en su nueva residencia de Madrid para  presentarnos a Bella  , a quien Alice ha cedido el título de “princesa de la casa”. Un hogar en el que no faltan las risas de sus tres pequeños terremotos, los mellizos Alessandro y Leonardo, de 4 años, y Edoardo, de 2. Tres niños alegres y algo traviesos —mucho, según nos cuentan sus padres— que están entusiasmados con su hermana, a la que cuidan con cariño. Les encanta jugar juntos y no paran un segundo, hasta que se enciende nuestra cámara y, ante el asombro de todo el equipo, posan como auténticos profesionales… Y es que lo han heredado de su madre. Ella reconoce que aún no está recuperada del todo, aunque luzca tan impresionante como siempre. Es una mujer muy fuerte, con mucha energía y, ahora, empieza a disfrutar de su nueva familia de 6, sintiéndose muy querida y arropada por sus 4 chicos.

“Al despertarme, me contaron que había perdido mucha sangre y que todavía no estaba fuera de peligro porque tenía un globo en el útero que me tenían que quitar al día siguiente”, recuerda Alice

—Alice, lo primero es daros la enhorabuena por vuestra niña. Su nombre, Bella, no le puede ir mejor, es preciosa. ¿Por qué lo elegisteis?

—Muchísimas gracias. Se lo pusimos porque, cuando me quedé embarazada de los mellizos, nos habían dicho que eran niño y niña y habíamos pensado en Alessandro y Bella. Es un nombre que nos gustaba muchísimo. Yo había visto una película que me encantó, cuya protagonista se llamaba así, y se me quedó grabado, porque me parecía muy dulce. A Álvaro también le gustó y decidimos ponerle ese nombre a uno de nuestros mellizos, pero, como nos dijeron que eran dos niños, al final elegimos el nombre de Leonardo, y pensamos que cuando llegara una niña, sería Bella… y así ha sido.

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Sobre estas líneas, una entrañable imagen de Alice y Morata con la pequeña, que se ha convertido en la ‘princesa de la casa’.

—¿Cómo estáis viviendo estas semanas siendo 6 en casa?

—No te voy a negar que, al principio, siempre cuesta un poco más encontrar un equilibrio. Me pasó también con el tercero, con Edoardo. Como los mayores son los mellizos, era la segunda vez que daba a luz y fue un poco complicado encontrarlo. Por eso ya sabía que ahora me iba a pasar también. Me entra como un sentimiento de culpabilidad hacia los mayores o hacia el pequeño por no conseguir estar en todo y con todos en el mismo momento. Encima, con el cansancio y las hormonas, estaba muy sensible. Pero bueno, poco a poco vas entendiendo que, si lo das todo, lo estás haciendo bien y que es sólo cuestión de encontrar ese equilibrio del que te hablo. La verdad es que ellos me hacen sentir muy querida y creo que yo lo estoy haciendo muy bien con ellos. Me han dado tanto amor que me lo han puesto muy fácil.

—Álvaro estará como loco con la niña de sus ojos.

—Álvaro está como loco y yo también, pero los que más me han sorprendido han sido los niños porque la aman demasiado. Creo que el hecho de que sean todos chicos y ella sea una niña y la vean tan pequeñita y tan frágil, hace que estén enamoradísimos de ella. Juegan al fútbol y le dedican goles, llegan a casa del colegio y lo primero que hacen es preguntar por la niña, la quieren coger en brazos todo el tiempo, le quieren dar paseos con el cochecito… Están superfelices. Yo la he deseado tanto, tanto, y Álvaro también, que todavía no nos lo creemos de lo bonita que es y de lo felices que estamos.

“Cuando te suceden estas cosas, lo primero que piensas es en tus hijos, en lo que les puede pasar en el caso de que te ocurra algo, y en tu marido, en cómo lo gestionará. En lo único que pensaba era en ellos”

—La llegada al mundo de Bella fue complicada para ti porque terminaste ingresada en la UCI. ¿Qué pasó exactamente?

—El parto fue increíble. De hecho, es el más bonito que he tenido. Pero luego, cuando ya estaba en la habitación, tenía a la niña conmigo y estábamos con mi familia, de repente empecé a sangrar muchísimo. Recuerdo que, al girarme, vi la cara de Álvaro superblanca. A partir de ahí, no recuerdo nada más porque me llevaron a quirófano y estuve allí desde las 9 y media de la mañana hasta las 9 y media de la noche dormida. A todo esto, Álvaro estaba fuera, superpreocupado, con mis padres. Cuando me desperté, me contaron un poco lo que había pasado. No había dejado de sangrar en ningún momento, tuvieron que hacerme muchas transfusiones y, al final, me pusieron un globo dentro del útero. Tuvimos que esperar hasta el día siguiente, a las 2 de la tarde, para quitarlo y ver si había dejado de sangrar. Gracias a Dios, la hemorragia había parado y empecé a encontrarme mejor poco a poco. Afortunadamente, fue solo un gran susto que ocurrió porque el útero no se había contraído, lo cual me produjo esa hemorragia tan grande.

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Sobre estas líneas, el matrimonio con sus mellizos, Alessandro y Leonardo, de 4 años, y Edoardo, de 2, que están felices con la llegada de su hermanita.

—¿Llegaste a ser consciente de la gravedad de lo que te estaba pasando? ¿Temiste por tu vida?

—La verdad es que, de ese momento, solo me acuerdo de sangrar muchísimo y estar angustiada por Álvaro, porque sé que él, en cuanto me pasa algo, hasta un simple dolor de cabeza, se preocupa. Ahí empecé a decir “me encuentro un poco mal”, y ya entré en el quirófano y, como te decía antes, no recuerdo nada más. Estuve mucho tiempo dormida, así que, realmente, no me enteré de nada. Cuando me desperté, me empezaron a contar que había perdido muchísima sangre y que todavía no estaba fuera de peligro porque tenía un globo en el útero que me tenían que quitar al día siguiente y aún no estaban seguros de que todo estuviera bien. Eso sí que me preocupó un poco y entendí la gravedad de la situación, porque vi a Álvaro como nunca. Estaba muy mal y tenía la cara destrozada. Luego se fue porque no podía estar en la UCI todo el tiempo, pero me escribía unos mensajes superbonitos. Ahí comprendí su angustia.

“Mis hijos me llevaron regalitos y Álvaro preparó con ellos una sorpresa, un aplauso que me dieron para darme las gracias por haberles dado una hermanita”

—¿Qué fue lo primero en lo que pensaste al despertar?

—Pensé en las personas que quiero, en mis hijos, en mi marido, en mi madre y en mi padre… porque estaban todos destrozados. Yo también les había dicho a los niños por la mañana que me iba al hospital y que, por la tarde, ellos podrían venir a conocer su hermanita, porque ya habría dado a luz y podrían verla. Cuando ya se hizo de noche, me preocupaba que pensaran que algo no estaba bien y que por eso no habían podido verme a mí ni a su hermanita. Obviamente, cuando te suceden estas cosas, en lo primero que piensas es en tus hijos, en lo que les pueda pasar en el caso de que te ocurra algo. También en tu marido y en cómo gestionaría la situación. En lo único en que pensaba era en ellos.

—¿Cuántos días pasaste en la UCI?

—Me parece que fueron como 3 o 4 días. Empecé a sentirme mejor cuando me quitaron el globo y vieron que todo estaba bien. Poco a poco empecé a recuperarme porque tenía muchas ganas de encontrarme bien, de poder volver a casa y de ver a mis hijos. La cabeza me ayudó a estar mejor y me dio esa fuerza.

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‘Creo que el hecho de que sean todo chicos y ella sea una niña y la vean tan pequeñita y frágil, hace que estén enamoradísimos de ella. Juegan al fútbol y le dedican goles, llegan a casa del colegio y lo primero que hacen es preguntar por la niña, la quieren coger en brazos todo el tiempo y le quieren dar paseos con el cochecito’, nos cuenta Alice acerca de sus 3 hijos varones, con los que posa en una de las habitaciones de su nuevo hogar.

—¿Podías ver a Bella allí?

—No podía estar allí con ella, pero me la llevaban como 15 o 20 minutos, a ratitos. Es que yo estaba mareada, hasta coger el teléfono me costaba, veía fatal… No estaba bien para estar con Bella. Álvaro me la traía, pero no la pude disfrutar y ni siquiera la podía coger en brazos bien. Fue una situación bastante fea, la verdad, porque cuando das a luz lo primero que quieres es estar con tu hijo, disfrutar el momento. Sin embargo, yo no tenía ganas ni de hablar, no tenía fuerzas.

“Álvaro está como loco con la niña y yo también, pero los que más me han sorprendido han sido los niños, porque la aman demasiado”

El aplauso de sus hijos

—Después de todo lo ocurrido, ¿cómo fue el reencuentro con tu bebé y tus tres chicos?

—¡Superbonito! Me llevaron a la niña 15 minutos a la UCI y ellos vinieron a verme también en ese momento, porque preguntaban demasiado por mí. Les explicaron que yo estaba un poquito mal. Obviamente no les dijeron cuál era la situación, pero sabían que no me encontraba muy bien y que tenían que ser delicados conmigo. Ahí me di cuenta de que estamos haciendo un muy buen trabajo con ellos porque fueron muy dulces y muy tiernos conmigo, preocupándose por mí. Tenían miedo hasta de abrazarme para no hacerme daño y, cuando vieron a la niña, solo querían darle besos y abrazarla, estaban emocionadísimos. Mis hijos me llevaron regalitos y Álvaro preparó con ellos una sorpresa, un aplauso que me dieron para darme las gracias por haberles dado una hermanita. Fue todo precioso y le doy las gracias a Dios por tener a Álvaro a mi lado. Está tan agradecido por el esfuerzo que he hecho y por todo lo que hago por la familia, que me hace sentir muy querida. A pesar de los malos momentos que he pasado, al final ha sido precioso el que me hagan sentir así. La verdad es que soy muy afortunada por tenerlos en mi vida.

—¿Te ha costado recuperarte? ¿Te ha quedado alguna secuela?

—Sí, de hecho no estoy todavía absolutamente recuperada. El posparto es muy duro, ya con los otros lo fue. Fui bastante fuerte en el hospital por darle fuerzas a Álvaro, a mis padres y a las personas que me quieren. Como no quería darles más preocupaciones, intentaba sacar fuerzas de flaqueza y hacerles ver que estaba bien, pero fue llegar a casa y soltar todo lo que tenía dentro . Durante una semana entera, no paré de llorar. He llorado mucho, muchísimo. Ya me encuentro mejor, pero todavía no estoy al 100 por 100. Me noto hasta en la mirada que no me he recuperado y tengo todavía bastantes pesadillas por la noche. Poco a poco me iré sintiendo mejor… me tengo que dar un tiempo. Lo bueno es que, como ya he pasado por otros dos pospartos, sé que esto es absolutamente normal, que le pasa a muchísimas mujeres y que es parte de la maternidad.

“Nuestros hijos se quieren muchísimo y también se pelean mucho, pero juegan todo el día. Cuando falta uno porque tiene alguna clase extraescolar o está en otra habitación, ya se están llamando”
© VALERO RIOJA

© VALERO RIOJA

—Cuando uno vive situaciones así de difíciles, cambia la manera de ver la vida. ¿Te ha cambiado a ti?

—Obviamente, son cosas que te cambian y que te hacen ver lo que realmente es importante. Yo ya tenía muy claro en mi cabeza un consejo que siempre me había dado mi madre que es el no irte nunca a la cama enfadada con alguien. Yo ahora no quiero enfadarme con nadie ni un segundo de mi vida. Quiero estar siempre bien con todo el mundo, con la gente que quiero, y quiero decir mil veces cuánto quiero a las personas que son importantes para mí. Hay que disfrutar, dejar fluir las cosas y ser felices porque nunca sabes lo que te puede pasar de un día para otro. Siempre tenemos que dar lo mejor que podamos y no enfadarnos por cosas que no tienen sentido. Eso es lo más importante que me he llevado de la experiencia.

—¿Eras consciente de que eras tan fuerte ante las adversidades o te has sorprendido a ti misma?

—Desde que me quedé embarazada por primera vez hasta ahora, he visto realmente la fuerza que tengo porque, en muchas ocasiones, lo he pasado muy mal con los embarazos tanto a nivel físico como a nivel mental en los pospartos. Pero todos los seres humanos, en situaciones de dificultad, sacamos una fortaleza que pensábamos que no teníamos.

Un tatuaje muy especial

—Álvaro se ha hecho un tatuaje después de todo lo que vivisteis, ¿verdad?

—Sí, Álvaro y yo tenemos muchos tatuajes en común. Tenemos uno compartido que es una frase de nuestra canción favorita, de un cantante italiano, que quiere decir “el único en el mundo, la única razón”. Luego Álvaro se hizo mi cara cuando me quedé embarazada de los niños porque los estábamos buscando mucho y vivimos una situación muy dulce cuando nos dieron la noticia. Él siempre me ha dicho: “Tú eres la mamá de mis hijos y siempre te quiero tener grabada en mi piel por lo que has hecho por mí, porque me has convertido en padre”. Ahora, con lo que ha pasado, se ha hecho otro con la fecha de nacimiento de Bella y la frase lezione di vita — “lección de vida”—.

“Todavía no estoy absolutamente recuperada. Fui bastante fuerte para dar fuerza a Álvaro y a mis padres, pero fue llegar a casa y soltar lo que tenía dentro. Durante una semana, no paré de llorar”
© VALERO RIOJA

© VALERO RIOJA

Arriba, otra divertida imagen de los mellizos y el pequeño Edoardo. ‘Hacen como 4.000 trastadas al día, pero son todas muy divertidas, menos algunas como que ya me han pintado la pared’, nos confiesa Alice, que, sobre estas líneas, aparece junto a los 4 hombres de su vida y la benjamina de la casa.

—Ahora que ya ha pasado todo, toca disfrutar de vuestra niña en esta nueva casa. ¿Desde cuándo estáis viviendo aquí?

—Llevamos en esta casa justo un mes porque no cabíamos en la otra y nos tuvimos que mudar sí o sí. Yo hice la mudanza embarazada, me faltaban 2 días para dar a luz, y fue todo corriendo, muy estresante. Pero ahora estamos superbien, nos sentimos como si lleváramos aquí desde siempre y los niños también se han adaptado perfectamente porque están acostumbrados ya a cambiar muchas veces de hogar y de país.

—¿Echáis de menos Italia?

—Amo mi país e intento ir muchísimo, así que no me da tiempo a echar de menos Italia porque también soy muy feliz aquí. Me encanta España, me siento en casa y, de hecho, me gustaría vivir toda la vida aquí, en Madrid, porque me gusta muchísimo, pero no por eso dejo de ser italiana y de ser una enamorada de mi país.

“Me llevaron a quirófano y estuve allí desde las 9 y media de la mañana hasta las 9 y media de la noche, dormida. A todo esto, Álvaro estaba fuera, superpreocupado, con mis padres”

—¿Se han puesto celosos los niños con la llegada de su nueva hermanita?

No están nada celosos, todo lo contrario. De hecho, todo el tiempo que la miran le dicen: “Cuánto te amo”, “Te amo muchísimo, muchísimo”, “Eres mi favorita”. Y los miro y les digo: “¿Cómo? ¿La favorita?”. Y me responden: “No, mami, tú también lo eres”. Me río muchísimo con ellos y estoy superfeliz, pero, ¡vamos!, he dejado de ser la princesa de la casa.

© VALERO RIOJA

—Parece que se lo pasan demasiado bien juntos, ¿son traviesos?

—Nuestros hijos se quieren muchísimo y también se pelean mucho, pero juegan todo el día. Cuando falta uno porque tiene alguna clase extraescolar o está en otra habitación, ya se están llamando. No pueden vivir los unos sin los otros y, sí, son muy, muy traviesos.

La mayor trastada

—¿Cuál ha sido la mayor trastada que te han hecho?

—Hacen como 4.000 trastadas al día, pero son todas muy divertidas, menos alguna como que ya me han pintado la pared —ríe—. Ha sido a una semana después de irnos de la casa anterior, así que no me ha hecho mucha gracia, aunque son cosas de niños. También hay veces que, cuando los dejo en la cama y apago la luz, la encienden pensando que ya me he ido y se visten de Superman, de Spiderman… como si estuvieran celebrando una fiesta de pijamas en la habitación. Lo que pasa es que luego me entero por las cámaras, y por el ruido, y deja de ser una fiesta.

© @alicecampello

Sobre estas líneas, Alice, que, poco a poco, va recuperándose del susto vivido y, debajo, en la UCI con su hija.

—¿Cómo es la personalidad de cada uno?

—Leonardo es mini-Álvaro porque de carácter es igual y le gustan hasta las mismas cosas de comida, de deporte… Son clones. Alesandro, en cambio, es igual que yo. Es muy gracioso porque nuestros mellizos son unos mininosotros. Edoardo es una mezcla de los dos y aún es muy pronto para encontrarle parecidos a Bella.

—Habéis formado una familia numerosa casi en tiempo récord. ¿Era lo que soñabais?

—Llevamos 7 años juntos y tenemos 4 hijos. Ha sido muy rápido, pero llevamos casi 6 años casados y hemos soñado con esta familia desde el primer momento. Álvaro me pidió matrimonio 8 meses después de conocerme y yo sentía lo mismo por él. Había sido como un flechazo. ¿Sabes cuándo tienes la sensación que nunca has sentido nada igual por nadie y que nunca sentirás nada igual por nadie? Ha sido como un amor increíble desde el primer segundo y, cuando sientes un amor tan grande por alguien, deseas tener una familia con esa persona y hacerlo todo con ella. En nuestro caso, yo adoro a los niños y Álvaro igual, así que los dos los queríamos.

“Fueron muchísimas horas de espera, muchísimas horas pasándolo fatal, en las que me daba cuenta de que mi vida no tendría ningún tipo de sentido si le pasaba algo más grave”, nos confiesa Álvaro

—Alice, tú sigues con tu firma cosmética Masqmai y con tu trabajo en redes sociales, ¿tienes más proyectos en mente?

—Con Masqmai estamos creciendo muchísimo. Estamos entrando en China y ya estamos en España, en Italia, en Portugal. En Sephora y en las mejores tiendas, así que no puedo estar más feliz. También tengo a Akala, una marca de ropa que está yendo increíble. Y siempre hay más proyectos que iremos poniendo en marcha poco a poco, pero lo que más me interesa ahora mismo es que la marca crezca mucho y entrar en más mercados.

© VALERO RIOJA

Sobre estas líneas, un maternal primer plano de la empresaria italiana.

—Viéndote así, feliz y rodeada por tu marido y tus cuatro hijos, ¿qué sueños te quedan por cumplir?

—Mi mayor sueño era tener una familia y tener a un marido que me quisiera mucho. Y, a nivel profesional, tener las marcas que tengo. Así que mis mayores sueños ya los he cumplido. Ahora hay que disfrutarlos y hacer crecer esas marcas. Además, tampoco me queda mucho más tiempo para otras cosas. Realmente, con lo que tengo, soy la persona más feliz del mundo. Sólo quiero disfrutarlo y que todos estemos bien, sanos y que sigamos así de felices.

Habla Álvaro

—Álvaro, ¿cómo viviste lo que le pasó a Alice después del parto? ¿Qué sentiste al verla en la UCI?

—La primera vez que vi a Alice estaba supernervioso y emocionado a la vez. La verdad es que fueron muchísimas horas de espera y muchísimas horas pasándolo fatal, en las que me daba cuenta de que mi vida no tendría ningún tipo de sentido si le pasaba algo más grave. Sentía una preocupación alucinante. Pero luego se transformó en una alegría tremenda cuando la pude ver y hablar con ella. Me pasaron muchísimas emociones por la cabeza y sentí una felicidad increíble. Después vinieron a verla conmigo los niños y creo que ese momento ha sido el mejor de mi vida.

© VALERO RIOJA

Sobre estas líneas, Morata con la niña de sus ojos.

—Ahora acabas de lanzar un proyecto muy bonito, la Fundación Álvaro Morata. ¿Cómo ha surgido?

—El proyecto de la fundación nace porque me gusta utilizar mi posición y la capacidad que me da mi trabajo para dar sorpresas a la gente y ayudar a muchísimas personas que no tienen las mismas posibilidades que nosotros o que están sufriendo por alguna enfermedad o por algún problema personal, sobre todo a los niños y jóvenes. Esta es una forma de devolver, en parte, todo el cariño que me ha dado la gente. Es una oportunidad maravillosa y estoy muy contento por poder ayudar con ella.

FotosVALERO RIOJA
EstilismoBEATRIZ MORENO DE LA COVA
RealizaciónMARÍA PARRA
Asistente de producciónMARÍA LÓPEZ REY y GELES SOUTELO
Asistente de estilismoDIEGO SERNA
Asistente de fotografíaPEDRO MELO y ANDRÉS BARBOSA
Maquillaje y PeluqueríaIVÁN GÓMEZ
Asistente de maquillaje y peluqueríaMARÍA VERANO
AgradecimientosBRUMALIS y CIRCO KIDS
DecoraciónZARA HOME
LOOK 1ALICE: Vestido de punto y seda Boss/ÁLVARO: jersey de Deus Ex Machina y pantalón de Polo Ralph Lauren
LOOK 2ALICE: chaleco y pantalón vaquero de Elisabetta Franchi/ÁLVARO: polo de Pedro del Hierro y pantalón de Polo Ralph Lauren/NIÑOS: jerseis y camisas de Nanos y pantalones de Mayoral
LOOK 3ALICE: vestido de Boss/ÁLVARO: jersey de Deus Ex Machina y pantalón de Polo Ralph Lauren/NIÑOS: pantalones y camisa azul de Mayoral y camisas blancas de Nanos
LOOK 4ALICE: Vestido de Monot y sandalia Aquazzura