Si hay una estación invernal donde el glamour es directamente proporcional a las toneladas de nieve de sus infinitas pistas, esa es St. Moritz. El esquiador tiene a su disposición en este enclave suizo 350 kilómetros de pistas con una moderna infraestructura. Y no sólo por eso la exclusiva localidad alpina es uno de los destinos vacacionales más famosos del mundo. También, por la cumbre de royals , aristócratas y miembros de la jet set que se dan cita cada año entre sus montañas.
Entre los fieles a este destino del valle alpino de la Engadina, se encuentran Pierre Casiraghi y Beatrice Borromeo. El hijo de Carolina de Mónaco y su mujer se reunieron recientemente en St. Moritz con su pandilla: la princesa Olympia de Grecia y su prometido, el aristócrata inglés Peregrine Pearson; Stavros Niarchos y Dasha Zukova; Arpad Busson, Theodore Niarchos y Camille Rowe, Eugenie y Elektra Niarchos, y Giovanna Battaglia.
Como vemos en las páginas del último número de ¡HOLA! , durante su estancia en Suiza el grupo participó en un divertido partido de curling ( deporte olímpico de invierno), en Chess Al Park, cerca del lujoso hotel Kulm, que es propiedad de la familia Niarchos. Además de su destreza en la pista de hielo, las chicas dieron una auténtica clase de estilo en la nieve.
Bien pertrechada con gorro, guantes y botas après-ski, la siempre elegante Beatrice Borromeo —por algo ha sido elegida embajadora de Dior—, se protegió de las bajas temperaturas con un fabuloso abrigo de ante marrón, forrado con lana de ovejas de Mongolia, y adornado con elaborados motivos bordados. La pieza, hecha a mano en Italia, pertenece a la última colección de Mugunzu Sisters, la firma de su cuñada Tatiana Santo Domingo, en la que ella y su socia, Dana Alikhani, presumen de utilizar únicamente “materiales naturales, sostenibles y biodegradables que dejan un rastro mínimo en nuestro medio ambiente”.
Por este motivo, Beatrice y sus amigas, Dasha Zukova, Eugenie y Elektra Niarchos, millonarias con conciencia medioambiental, no tienen reparos a la hora de protegerse de las bajas temperaturas con sofisticados abrigos de piel que nos recuerdan a la época dorada de la estación alpina. Aquellos años en los que Audrey Hepburn pasaba allí sus idilícas vacaciones con su primer marido, Mel Ferrer. La protagonista de Desayuno con diamantes sigue siendo considerada a día de hoy un icono de elegancia y de glamour, y sus looks para la nieve perduran en el tiempo como referente de estilo.
La princesa Olympia, cuya relación con el aristócrata inglés Peregrine Pearson es cada vez más sólida, exhibió su espectacular silueta de modelo, enfundada en un mono negro de Moncler, que le sentaba como un guante, una prenda que también fue la que escogió Eugenie Niarchos. Mientras la hija de Pablo y Marie Chantal de Grecia llevaba el jumpsuit sobre un jersey con motivos alpinos, la diseñadora de joyas griega incorporó a su estilsmo una capucha de pelo y un anorak de plumas corto, también en negro.