Huyendo del frío de Londres, Pippa Middleton y su marido, James Matthews, han viajado con sus hijos a San Bartolomé. La isla caribeña se ha convertido en el paraíso particular de la hermana de la princesa de Gales, puesto que sus suegros, los padres de James, son los propietarios del resort Eden Rock, uno de los más exclusivos de la zona y que suele tener huéspedes tan ilustres como Leonardo DiCaprio o Elton John.
Pippa, que, desde que se trasladó a vivir a su casa de campo en Berkshire, se ha alejado del foco mediático, ha sido fotografiada disfrutando de la playa junto a su marido y sus hijos, Arthur, de tres años; Grace, de uno, y Rose, que nació en julio del año pasado. Con ellos demostró su faceta de madraza jugando con las olas y haciendo castillos de arena.
Siete meses después de haber sido madre por tercera vez, la cuñada de Guillermo de Inglaterra está de nuevo en plena forma. Con un escueto bikini rojo, dejó ver cómo ha recuperado su atlética y tonificada figura. En alguna ocasión, Pippa ha confesado que es una apasionada del deporte, especialmente del running. Experta en retos de alta intensidad, desde que es madre no dispone de tiempo para entrenar de cara a una competición, pero, según ha asegurado, “he corrido más tras los bebés y los niños pequeños que para cruzar las líneas de meta, lo que me parece bien, por ahora”.