Imprescindibles
Makanai, la cocinera de las maiko
“Hemos retrocedido en el tiempo”, dice una de las adolescentes protagonistas de Makanai, cuando entran en la escuela de maiko. Y esta serie es un poco eso: un retroceso a un tiempo más calmado, sin prisas, con pausas para apreciar la belleza y sencillez de las cosas y su ritmo natural. El prestigioso realizador japonés Hirokazu Koreeda, director de películas como Still walking, Nadie sabe, Like father, like son o Un asunto de familia, que suelen presentarse en los festivales europeos más importantes como Cannes o San Sebastián, no ha sacrificado ni un ápice de su estilo en su primera serie para Netflix, en la que siempre hay cabida para las ficciones venidas de Oriente. Su atención a la magnitud de la vida cotidiana, el tratamiento de temas como la familia, el progreso o la naturaleza están presentes en ella, y también una de sus fijaciones: la comida, sobre todo las recetas tradicionales. Y aquí le da rienda suelta.
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Sumire y Kiyo son dos muchachas de pueblo que renuncian a hacer el bachillerato para ingresar en una escuela de maiko (aprendices de geishas) en Kioto. Pronto Kiyo se da cuenta de que ella prefiere convertirse en makanai, la cocinera de las maiko, donde puede poner en práctica las recetas que ha aprendido de su abuela. Desde ese momento la vida de las dos amigas tomará caminos separados aunque en el mismo recinto restringido y arcaico de la escuela. La serie es una delicia que apetece degustar y paladear con un tazón de udon o unas gyozas, y permitir que el tiempo pase sin que nos demos cuenta, prestando atención a todo lo que sucede en ella. Una sabrosa excepción en tiempos de fast food.
Dónde verla: Netflix
Estrenos de la semana: lo que no te puedes perder para estar al día
Fleishman está en apuros (Comedia)
Un médico cuarentón recién divorciado (Jesse Eisenberg) se mete en el mundo de las aplicaciones de citas para encontrar pareja, pero antes de poder disfrutar de esta nueva época de libertad amorosa y recibir un ansiado ascenso profesional, su exmujer desaparece y deja a su cargo a sus dos hijos.
Dónde verla (22/02): Disney+
Las brujas de Mayfair (Misterio)
Una nueva novela superventas de Anne Rice (Entrevista con el vampiro) recibe tratamiento de serie. Protagonizada por Alexandra Daddario (The White Lotus), Rowan Mayfair es una joven neurocirujana muy intuitiva que de repente descubre que es descendiente de una ancestral estripe de brujas con mucho poder.
Dónde verla (23/02): AMC
La estrella invitada
Evangeline Lilly: “Creo que vivimos en una dimensión de las muchísimas que existen y que no conocemos”
“Soy una freaky de la física cuántica, así que me interesan muchísimo los conceptos que abarca esta rama de la física. Me apasiona la dirección que ha tomado Marvel porque creo que vivimos en una dimensión de las muchísimas que existen y que no conocemos”. La verdad es que la actriz canadiense Evangeline Lilly parece experta en mundos paralelos, tras los seis años que pasó en la isla de Lost y su repetición con el personaje de la superheroína Avispa. Con la excusa del estreno en salas de Ant-Man y Avispa: Quantumanía, le preguntamos por su participación en el universo Marvel y por el rodaje con estrellas como Michael Douglas o Michelle Pfeiffer.
—¿Cómo es la Avispa en esta nueva entrega, ya la tercera?
—Cada vez que me meto en el personaje de Hope tengo que reinventarla. Debo averiguar quién es, qué aspecto tiene y asegurarme de que su apariencia no difiera demasiado de un ser humano. Es necesario trazar una línea transversal que te permita ver y comprender a Hope. En la primera película, siempre estaba de mal humor y su actitud era negativa. En la segunda, me pareció que tenía que dejar todo eso atrás porque estaba en un lugar mejor.
—¿Dónde están nuestros héroes al principio?
—La última vez que les vimos estaban felices, sentados en un porche contemplando fuegos artificiales. Veníamos de participar en la salvación del universo y Hope tenía la oportunidad de una vida totalmente nueva. Ahpra quiere terminar con la situación de los que viven en la calle y con el calentamiento global, problemas importantes en el mundo de hoy. Está en la cima del mundo y su situación es nueva para ella: ahora puede pensar en familia, relaciones e intimidad.
—¿Cómo es la relación de Hope con su madre?
—Estoy deseando ver esas escenas; a Michelle (Pfeiffer) y a mí nos apasionaba esa parte de la historia. Pasamos mucho tiempo hablando con el director Peyton Reed sobre cómo hacer que la tensión entre ellas resultara sincera. No queríamos disfrazarla; no queríamos que fuera bonita, sino que pareciera una relación cruda con un resentimiento genuino, y representarlo como en la vida real, donde aparece en los momentos más extraños.
—¿Cómo fue el reencuentro con tus antiguos compañeros?
—Fue divertido. Cuando hicimos la primera película no conocía a Michael Douglas y 8 años después ha sido muy agradable, como volver a casa. Nos metimos de lleno de inmediato.
—¿Cómo han evolucionado las películas de Ant-Man?
—Cuando empezamos con Ant-Man, nuestras películas se describían como un enjuague bucal, porque siempre íbamos detrás de las grandes historias de Marvel. Estas, como la de los Vengadores, eran desgarradoras, películas de alto voltaje con una tensión máxima... Las nuestras eran más ligeras y divertidas. En la tercera película nos hemos internado en un paisaje épico arrollador; la historia está conectada con el universo Marvel y es como si la tapa hubiera saltado por los aires.
—¿Por qué la gente debería ir a ver esta película al cine?
—Es una historia íntima con momentos extraordinarios de acción. El público disfrutará de una narración clásica en un universo arrollador y nuevo, así que es necesario que sea una experiencia cinematográfica grande, visceral y absorbente.