Serena y, sobre todo, muy tranquila. Rocío Flores tiene claro que este tiempo alejada de la pequeña pantalla -dejó de aparecer como colaboradora en el programa de Ana Rosa el pasado mes de octubre- le ha sentado de maravilla. Y a la vista queda. Enfundada en un vestido blazer de color negro que resaltaba su figura e incluso dejaban desnudas sus caderas, asistió ayer a la subasta solidaria que la firma Unode50 organizó a favor de la Asociación GEICAM -y la lucha contra el cáncer de mama- en el Real Casino de Madrid.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Sin embargo, por mucho que ahora se encuentre en un momento de calma, la hija de Rocío Carrasco y Antonio David Flores reconoce que la presión y la tormenta mediática le han pasado factura. De hecho, aunque afirma que de todas las experiencias se aprende, su aparente gran oportunidad para convertirse en estrella de la televisión fue, cuanto menos, un jarro de agua fria. Tanto incluso como para creer que todo lo que trajeron los focos y los plató le han “destrozado la vida” y aún no ha cumplido los 27. Hablamos con ella de su retiro de la televisión y sus nuevos proyectos que, sí, le vuelven a hacer sonreír.
- Fundamental, ¿cómo estás?
- Ahora estoy bien, la verdad. Estoy tranquila y estoy bien.
- Estás mucho mejor, ¿y eso es fruto de tu proceso? ¿fruto de que las circunstancias han mejorado?
- La verdad es que no sabría decirte muy bien, pero la verdad es que estos meses sin aparecer en televisión me han venido muy bien psicológicamente… Es verdad que lo he pasado muy mal, no de ahora, sino de hace ya tiempo. Pero bueno, al final quería tranquilidad y es lo que tengo.
- Estás guapísima
- Muchas gracias
- Te ha sentado… No comes
- Sí, sí como (se ríe)
- ¿Cuál es la flor de tu secreto?
- Bueno, ahora intento cuidarme lo máximo que puedo también.
“Estos meses sin aparecer en televisión me han venido muy bien. Quería tranquilidad y es lo que tengo”
- También es verdad que todo se ha tranquilizado un poco… Pones la tele y ya no es como antes, ¿es mi sensación o lo sientes de otra manera?
- No sé. Ahora parece ser que no se va a hablar de nosotros ni nada, entonces supongo que bueno…
- Eso te da tranquilidad al final, ¿no?
- Sí, me da tranquilidad. Hubiese estado muy bien que estas medidas las hubiesen tomado hace dos años, me hubiesen ahorrado muchísimas cosas… Pero bueno, mira.
- ¿Qué has estado haciendo este tiempo fuera de la tele?
- Pues estoy estudiando, estoy trabajando en redes, tengo también un proyecto entre manos, a ver si consigo sacarlo…
- ¿En televisión?
- No, no.
- ¿En moda?
- No. Una cosa aparte.
- ¿Voy a tener que decir todas las profesiones hasta acertar?
- (Se ríe) No, no… Tiene que ver también con el tema de las redes sociales, pero bueno, es un pequeño proyecto que tenemos ahí.
- ¿Estás en Madrid?
- No, estoy en Málaga. Vengo a Madrid de vez en cuando por cosas de trabajo, pero en realidad vivo en Málaga.
- ¿Te gustaría seguir tu faceta como influencer?
- Sí.
- ¿Más que la televisión incluso?
- Sí.
- ¿La tele ha sido una decepción?
- Bueno… Para contestarte esa pregunta necesitaría tres horas… Para esa pregunta y otras muchas necesitaría mucho más tiempo. Bueno, yo creo que al final de todo aprendes, ¿no? Y ya está.
- Ya… Que te sirvió y hubo un momento en el que dijiste ‘ya no puedo más’.
- Bueno, cada persona en un momento determinado de su vida también tiene un límite, ¿no? Y mi cabeza me pedía respirar un poco y eso fue lo que hice.
- En realidad, porque lo tuyo no sólo era un curro… Era tu vida televisada
- Bueno, mi vida… No, un uno por ciento de mi vida.
- Bueno, pero un uno por ciento de tu vida y te tocaba apechugar con muchas cosas porque estabas en televisión, ¿no?
- Bueno, pues ya no estoy…
- Y al parecer no pasa nada, ¿no?
- No, no estoy y ya está… Y eso es lo que hice.
- ¿Tú eres muy de joyas?
- La verdad es que sí. Voy introduciéndome en el mundillo y la verdad es que sí.
- ¿Grandes, pequeñas, brillantes…?
- A ver… Me gusta mucho el dorado, pero, por ejemplo, para ponerme pendientes, o tiene que ser grande y brillante o pequeñito…
- Tú te conoces mucho, ¿no?
- Bueno, creo que estamos siempre en continuo conocimiento de uno mismo.
- Pero te vemos muy tranquila, muy serena… ¿Esto es fruto de ir a una terapia? Ahora que se habla tanto de la importancia de la salud mental…
- Salud mental… Es una respuesta bastante larga. Lo único que te puedo decir ahora mismo es que sí, estoy bastante más serena y bueno, que eso es lo que quiero. Serenidad, poder trabajar… que al final se ha dañado mi imagen tanto laboral como personal, se me ha destrozado la vida… Y bueno, ya está.
- Pero eres muy joven para decir que te han destrozado la vida, Rocío
- Ya, bueno…
- ¿Tú lo sientes así?
- Es que podría contestarte, pero prefiero ni contestar. Nada, yo que todo el mundo esté bien y yo también.
- ¿Te lo has currado sola o has necesitado ayuda?
- Mucho he currado yo sola. Creo que demasiado, más de la cuenta. Pero bueno también he necesitado ayuda.