Joana Sanz ha puesto rumbo a París donde tiene diversos compromisos profesionales que cumplir, como ha compartido ella misma. La modelo, que desfiló la pasada semana en la Madrid Fashion Week, ha salido de España dos días después de que la Audiencia ratificara la prisión provisional y sin fianza para su marido, el jugador Dani Alves. Permanecerá así el futbolista de momento en la cárcel a la espera de que finalice la investigación y se celebre el juicio. Sobre este tema Joana no ha hecho ninguna declaración, manteniendo el silencio que guarda desde hace semanas.“Preparada para los próximos once días de trabajo” apunta.
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Sí ha compartido la top una significativa reflexión en sus perfiles que muestra el complicado momento personal que atraviesa. “Y llorar está bien también. No repriman sentimientos, todos son fundamentales, somos humanos. Sácalo, desahógalo, recoge los pedazos rotos y vuelve a unirlos. Mañana es otro día” escribe. El trabajo está siendo el mejor refugio de la modelo que sin duda atraviesa una etapa muy difícil. La canaria perdía a su madre hace poco más de un mes y la recuerda a menudo asegurando que le hace mucha falta.
La detención de su marido Dani Alves ha sido otro duro golpe, y tal y como pudo saber ¡HOLA!, la modelo está "destruida", pero no va a dejar ahora "tirado" a su marido. Al principio manifestó públicamente su apoyo al futbolista, aunque en las últimas semanas ha optado por mantener silencio sobre el caso y ha eliminado las la mayoría de las imágenes que tenía junto a él. La modelo ha pedido a sus seguidores “un poco de empatía” tras perder a “los dos únicos pilares de su vida”. Ha denunciado además que está siendo víctima de acoso en Internet y que le habían llegado mensajes de amenazas y odio.
Se ratifica la prisión provisional para el jugador
El jugador seguirá así en prisión condicional sin fianza a la espera del juicio por los cargos que se le imputan. El futbolista fue acusado de presunta agresión sexual a una joven en una discoteca de Barcelona, hechos que habrían tenido lugar en la madrugada del 30 al 31 de diciembre. El jugador brasileño, de 39 años, acudió a declarar a la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Les Corts de Barcelona a primera hora del 20 de enero y de allí salió ya detenido por el supuesto abuso en la discoteca Sutton. Los testigos que declararon sobre lo ocurrido en el local ratificaron la versión de la víctima. Aunque la defensa de Alves solicitó su puesta en libertad, la Audiencia ha determinado que siga en prisión pues considera que tiene la capacidad económica suficiente para salir del país.
Tras conocer la decisión de la Audiencia, los abogados del jugador reiteraron su inocencia en un comunicado. "Sigue siendo tan inocente como lo era antes del dictado de la resolución". El equipo dirigido por Cristóbal Martell recalca que "su voluntad de abandonar España y eludir el proceso era y es inexistente". Tachan en este documento de asimétrica la resolución del tribunal pues "utiliza como indicios las afirmaciones de cargo que ofrece el atestado policial y, en cambio, los elementos de descargo que ofrece la defensa los difiere para el juicio oral”.