“Es como cualquier pueblo del norte de España, que son maravillosos y están en la naturaleza, aunque con clima tropical... Si puedes llamar a eso paraíso, pues entonces sí, porque en ese sentido ganas mucha calidad de vida, y vivimos enfrente de la playa”, nos dice Elsa Pataky, recién llegada de su pedacito de cielo en Australia. Es razonable idealizar su estilo de vida: rodeada de naturaleza, el océano como fondo, con un marido estrella de cine y superhéroe de la pantalla y una familia de anuncio. Elsa le pone normalidad a una situación extraordinaria para quienes lo ven desde fuera; ni son siempre la pareja perfecta, ni son ajenos a altibajos y problemas, como cualquiera. Nos encontramos durante su breve visita a España para presentar la nueva colección de calzado de Gioseppo, con la que posa espectacular en estas páginas. Nuestra conversación versa sobre mil y un temas en este momento de su vida: el tiempo que Chris está pasando ahora en casa después de un año y medio sin parar, la noticia que dio la vuelta al mundo de su mayor probabilidad de padecer Alzheimer, sus desvelos de madre, su día a día, su marca de cosmética viento en popa, su ilusión por haber encontrado un libro que quiere llevar a la pantalla como productora… Suma y sigue. En el mejor momento y más guapa que nunca. Y no es ficción.
—Qué poco te hemos visto últimamente por España. Parece que eres ya australiana.
—Sí vengo, pero quizá no me veis —ríe—. Mi hogar es Australia, pero sigo echando mucho de menos España y me encanta venir. A mis hijos también les encanta España, hablar español y la comida. El otro día uno de ellos me decía: Traditions in Spain is the best —ríe—. Uvas en Nochevieja, roscón de Reyes, cosas que allí no se estilan.
—Menudo regalo de Reyes habéis tenido: el nacimiento de tu sobrina Ona.
—Sí, estoy como loca. La primera sobrinita y los peques están encantados con su primita, aunque ahora es tan pequeña que no puede interactuar con ella. Mi hermano y mi cuñada están muy felices y mi madre no se separa de ella.
“Chris no se ha retirado. ¿Por qué va a dejar de trabajar si es su pasión y lo que más le gusta del mundo? Llevaba un año y medio sin descanso y quería estar con su familia. Ha parado 6 meses”
—Habéis estado viajando de un lado para otro últimamente, como una familia “trotamundos”.
—Sí, son nuestras vacaciones de verano. Hacía tiempo que Chris no venía con nosotros porque ha estado trabajando. El año pasado estuve con los niños esquiando y en África. Lo pasamos genial, y quería vivirlo con mi marido también. Hicimos primero el viaje preferido de Chris para surfear, que a los niños también les encanta, luego estuvimos en África, que es mi preferido, y después nos fuimos a esquiar, que nos gusta a todos.
—Ahora los niños han vuelto al cole y vosotros tenéis más tiempo para vosotros.
—Sí, ahora tenemos el tiempo para recuperar y estar más tranquilos, porque el verano acaba siendo intenso. Con niños parece que se necesitan unas vacaciones después de las vacaciones. Estamos disfrutando, porque hace muy buen tiempo todavía y se agradece poder ir a la playa. Chris está surfeando y se toma su tiempo, yo me voy a montar a caballo tranquilamente, luego nos vamos a comer juntos o disfrutamos de un café tranquilos después de dejar a los niños en el cole.
“Cuando le dijeron que tiene más posibilidades de padecer Alzheimer, al principio, evidentemente, te asustas un poco, pero reaccioné entendiendo que no tiene por qué pasar”
—Qué revuelo con la noticia de su retirada después de conocer que tiene más posibilidades de padecer Alzheimer. ¿Puedes explicarnos?
—No, no se ha retirado del cine. Han descubierto que es portador de un gen por parte de padre y de madre que aumenta su posibilidad de padecer Alzheimer. Es una información que le viene bien saber, porque se puede cuidar y cambiar su estilo de vida, pero ¿por qué va a dejar de trabajar? ¡Si es su pasión y lo que más le gusta del mundo! Coincidió y lo liaron; él dijo simplemente que había estado trabajando muy duro, llevaba un año y medio sin parar y quería pasar tiempo con su familia e iba a hacer un pequeño parón como hace cualquier otro actor después de varios proyectos seguidos. Y ya está, todavía nos queda Chris Hemsworth para rato.
—De hecho, él hizo pública la información por decisión propia en la serie documental.
—Sí, se lo comunicaron cuando estaba rodando y tuvo la opción de decirlo o no, y consideró hacerlo. Sabía que se exponía a estar en boca de todo el mundo, pero pensó que podría ayudar a mucha gente.
“En mi casa los ‘te quiero’ se oyen continuamente. Mis hijos lo han aprendido de Chris y de mí. Hasta por mensaje nos lo decimos un par de veces al día, aunque no hablemos”
—¿Y se ha tomado un año sabático?
—No, unos meses. Digamos que entre un proyecto y otro pasaban antes 2 o 3 meses y ahora ha decidido pasar como medio año más tranquilo, sin ninguno. Quiere estar con su familia. A veces estas cosas pasan en nuestra profesión. Hizo Thor, antes la otra película para Netflix, luego rodó en Praga Extraction 2, y seguido la de George Miller, que han sido 5 meses…Y entre medias Sin límites.
—Cuando le dieron los resultados de los análisis, ¿cómo reaccionaste?
—Evidentemente al principio te asustas un poco, pero bueno, entiendes que, aunque tienes más posibilidades, no tiene por qué pasar. Y luego siempre está la esperanza de que con los años descubran una cura, como con otras enfermedades.No puedes condicionar tu vida con un pensamiento así. Hay que ser positivo y seguir viviendo, cuidándote y previniendo ciertas cosas, que él ya lo hacía, porque es una persona muy sana, pero digamos que siendo más consciente todavía.
“Lo pasé fatal”
—Y otra cosa: os habéis visto dentro de 40 años, porque os sometisteis a un proceso de caracterización impresionante.
—Lo pasé fatal —ríe—. En el proceso normal del día a día te vas adaptando y ves como envejeces, pero verte a los 93 años de golpe fue un shock. Aunque fue una experiencia bonita, ya que era una sorpresa y Chris no sabía nada, te sientes muy vulnerable porque él no estaba envejecido, pero fue muy tierno.
“Después de 12 años de matrimonio he aprendido a ser menos cabezota… a frenar esa pasión latina y decirme: ‘¡Que no salga ahora!’. A relajarme y a conocer a mi marido”
—Este verano Chris cumplirá 40 años.
—Ya le he dicho: “¡Qué bien, ya estas en mi década —ríe— ya me siento mejor!”. Cuando está en la anterior es como que te ves muy lejos, pero ahora ya no, estamos en la misma, perfecto.
—Nos contaste que no soléis acordaros de vuestro aniversario de boda u otras fechas. ¿Habéis celebrado San Valentín?
—No, porque yo estaba ya aquí en España y Chris en Australia, aunque este año ¡sí hemos celebrado nuestro aniversario! Me dijo: “¡Me ha costado 12 años, pero me he acordado!”. Como es en Navidad, pues estás liado con otras cosas y al día siguiente de repente nos dábamos cuenta… ¡Ya se nos ha pasado otra vez! —ríe—.
—No está mal, vais avanzando… ¿Y sois de expresar sentimientos, de deciros “te quiero”?
—Ah, sí, en mi casa los “te quiero” se oyen continuamente. Mis hijos lo dicen todo el rato y lo han aprendido de Chris y de mí. Es muy importante. Hasta por mensajes nos lo decimos un par de veces al día. A lo mejor no hablamos, pero nos escribimos: “I love you”. Creo que es importante expresarlo para que los niños no sientan incomodidad al decir algo tan natural que no se debe reprimir.
—Muchas veces a los niños les da vergüenza que sus padres se den un beso delante de ellos. ¿Os pasa a vosotros?
—Sí, se ríen bastante, pero es bonito mostrar esa pasión entre los padres. Chris les dice: “No pasa nada, si sabéis que nos queremos”. Igualmente pienso que cuando tienes una pequeña discusión y los niños están delante, es importante que luego enseguida vean la reconciliación. Nosotros intentamos que vean que las cosas se solucionan. Y que entiendan que, igual que ellos se enfadan como hermanos, a nosotros también nos puede pasar.
—¿Se pelean mucho?
—Sí, todos los niños se pelean. Mi hija es como un niño, claro, se ha criado con dos chicos y tiene un carácter… Pobre del que salga con ella, el novio, madre mía. Se ha tenido que defender, no de un hermano sino de 2 a la vez, que la han pinchado todo el rato.
“Mis hijos siguen siendo mi prioridad. Siempre he dicho que, si hay algo en España, vendría con ellos y pasaríamos 4 o 5 meses aquí, pero un proyecto más largo… no”
—¿En casa quién es el “poli bueno” y quién el “poli malo”?
—Nos turnamos, somos los dos muy “polis buenos”, siempre nos decimos que por qué no somos un poco más estrictos y ponemos límites —ríe—. Nos cuesta un montón y al final lo pagamos, pero nos acabamos riendo mucho.
—India se hace mayor. Este año cumple 11, y compartís la pasión por los caballos. Estarás disfrutando de la complicidad madre e hija.
—Nos llevamos muy bien, pero también chocamos en cosas, lo normal entre madre e hija. Nuestra pasión por los caballos nos une muchísimo y lo disfruto porque nos vamos a todas las competiciones. Nos llevamos los caballos y nos vamos con nuestro tráiler de viaje.
—Hablando de caballos y de competiciones... ¿Cómo conociste a Zara Phillips?
—Hay un evento de caballos en Gold Coast que se llama Magic Millions y me han hecho embajadora del concurso de saltos. La organización también promociona uno de los mayores eventos hípicos en Londres, en Gatcombe Park, y Zara y su familia son quienes lo organizan. Ha estado trabajando con ellos desde hace muchos años y pude conocerlos. Estuve en su casa y sí que nos hemos convertido en buenas amigas por nuestra afición y pasión por los caballos. Y además, va muchísimo a Australia; les encanta y pasan tiempo allí.
Ni de broma
—Vosotros educáis a vuestros hijos en el respeto a la Naturaleza y además vivís rodeados de ella. ¿Cómo los conciencias?
—En todos los detalles. Es muy importante para nosotros y en especial lo que tenga que ver con el mar; hacen limpieza de las playas cada cierto tiempo, hemos ido a regenerar el coral, a ver los animales que se quedan atrapados en las redes, y para ellos el plástico es lo peor del mundo porque ven de primera mano lo que provoca, así que no lo usamos en absoluto y en casa es reciclable todo lo que es posible.
—Quedan unos añitos, pero teniendo en cuenta que los jóvenes se van pronto de casa en Australia, ¿estás preparada para cuando tus hijos abandonen el nido?
—No, no, ni de broma. Mi hijo me decía el otro día: “Mamá, te voy a cuidar toda la vida”, y yo pensaba: “Me encanta”. Mi hija es más independiente y eso no lo diría, vamos que la llevo al cole y ni me mira —ríe—. Y los boys te pueden dar 20 besos seguidos. Lo que son las personalidades de cada uno… Que se vayan es algo inevitable que sabes que pasará un día. Tenemos que soltar el hilo en algún momento, pero habrá que prepararse…
“De su físico lo que más me gusta de mi marido es su cara. Es muy guapo y muy atractivo, y de su personalidad, su sentido del humor”
—¿El cine sigue estando, detrás de la maternidad, en tus prioridades?
—Hay cosas que profesionalmente me encantaría hacer cuando me las ofrecen, pero si tengo que trasladar a la familia o irme yo un tiempo… Pues me cuesta mucho. Siempre he dicho que, si hay algo en España, vendría con ellos y pasaríamos 4 o 5 meses aquí, pero un proyecto más largo tipo una serie, que hay cosas maravillosas y me encantaría hacer… Es que no. Mi prioridad siguen siendo mis hijos.
—Comenzaste la carrera de periodismo, aunque se cruzó en tu camino Al salir de clase. ¿Nunca se te pasó por la cabeza ejercer?
—Siempre me ha gustado muchísimo. El periodismo te llena de historias, de investigación, de cosas que aprender. Ahora por ejemplo veo muy interesantes los podcasts, yo soy muy fan. Sería interesante hacer algo así.
—Si le hicieras una entrevista a tu marido, ¿qué preguntas le querrías hacer?
—Seguro que se reiría de cualquier cosa que le preguntase, no me tomaría en serio —ríe—. Nos partiríamos el uno con el otro.
—Pues ahí tienes la idea del podcast… Después de 12 años casados y 13 juntos, ¿qué has aprendido?
—A ser menos cabezota, como lo diría… a frenar esa pasión latina y decirme: “¡que no salga ahora!”; a tranquilizarme, a relajarme, a conocer a mi marido, su forma de ser, las cosas que le afectan o no. Aprendes hasta psicología para entender como es la persona con la que estás, a los niños y conocerte mejor a ti misma. Yo he tenido siempre mucho genio y creo que con los años he conseguido aplacar el fuego un poquito.
—¿Cómo es así, a grandes rasgos, un día en tu vida?
—Me levanto pronto y, como tenemos muchos animales, India se ocupa de los suyos y yo me quedo con el resto. Llevamos a los niños al cole, entrenamos en el gimnasio, siempre que podemos nos gusta hacerlo juntos, luego me ocupo de las cosas de casa, si puedo me escapo a montar a caballo, dedico al trabajo las horas que necesite y después de recoger a los peques, vienen todas sus actividades hasta la noche. Hacen un montón de extraescolares, les apasiona la música, también hacen jiu jitsu, mi hija monta a caballo, y ahora que es verano pasamos la tarde en la playa y los niños surfean.
—¿Qué próximos proyectos tienes?
—Ahora estar disfrutando con Chris, pasar tiempo juntos. Había calculado no trabajar cuando él ha dejado de hacerlo, así que tengo un par de cosas para finales de año. Por otro lado, estoy muy involucrada en mi marca de belleza, Purely Byron, que está yendo muy bien en Australia y voy a traer a España, y estoy trabajando también en un libro con una historia muy bonita que me gustaría producir para el cine.