Uno, due, tre, quattro, podría ser la famosa cabecera de Upa Dance, Un paso adelante, pero también podría ser la melodía de vida de José Luis Valero, el primer bailarín español que ha bailado en un espectáculo privado con Beyoncé. Sin medias tintas, ni dobleces. El villenense es bailarín, coreógrafo y profesor de baile y tiene un gran palmarés con tan solo 30 años. Descubrimos la historia del bailarín en una sincera entrevista con ¡HOLA!
“Seguro de sí mismo, sensible, familiar y cercano”, así se define. A pesar de haber compartido escenario con grandes estrellas nacionales e internacionales, José Luis tiene los pies en suelo y convive con la fama humildemente, sin egos. Beyoncé ha sido la última, pero ha bailado al lado de Aitana, Lola índigo -con la que tiene una bonita amistad-, Becky G, Pablo Alborán, Anitta, Kylie Minogue y un largo etcétera. “Sentir a Beyoncé, su energía directa de tú a tú, ver desde donde trabaja, ella y todo su equipo, es algo que no tiene precio”, nos explica emocionado.
“He trabajado con otras artistas que no podías ni tocar y te pedían antes del ensayo que evitarás el contacto visual”
Y no es para menos, porque para cualquier profesional de la danza es un sueño compartir escenario con la intérprete de Single Ladies, que arranca su esperadísima gira mundial Renaissance World Tour el 10 de mayo. ¿Le acompañará José Luis Valero? “Voy a estar en Barcelona viéndolo cien por cien, ya tengo mi entrada! (risas). Nunca digo nunca, no me gusta cerrarme a nada, pero de momento no”.
Audición privada
El proceso para poder bailar con una diva de la canción no es sencillo. Y es más, no todo el mundo puede presentarse a las audiciones. Como nos cuenta, fue la propia Beyoncé - por medio de intermediarios- quien hizo un casting privado. “Los grandes artistas trabajan por audiciones privadas. Yo estuve trabajando en Dubai y tenía permiso de residencia allí. Estaba de vacaciones en Villena -el pueblo donde nació- y recibí una llamada para decirme que había una audición privada para una artista muy importante”, nos explica.
Sin pensárselo dos veces y sin saber para quién iba a bailar, hizo la maleta y se puso manos a la obra. “Me cogí el billete al instante y al día siguiente volé. Fue todo de repente, porque fui a Dubai y no sabía para quién iba a ser la audición. Como bailarín es el top profesional”. Todo de película. “Éramos 50 chicos y 100 chicas. Una vez allí, ya nos dijeron que era para Beyoncé. Al día siguiente me mandaron un email confirmando que estaba dentro y las condiciones para trabajar”.
Una diva de carne y hueso
“Sí, hablé con ella. Ensayando tenía que acompañarla de la mano por una escalera y siempre me miraba directamente a los ojos. He trabajado con otras artistas que no podías ni tocar y te pedían antes del ensayo que evitarás el contacto visual”, nos cuenta.
Como cuenta en ¡HOLA! “era todo un sueño: el catering, el escenario, todo increíble. Todavía no he dirigido todo esto”. Además, todo lo que rodea a Beyoncé era confidencial: “Al entrar a los ensayos, nos pusieron una pegatina en la cámara porque no podíamos grabar ni hacer imágenes”. Inmerso durante doce días de ensayos, en los que no podía contar nada, ahora que ha vuelto a la ‘realidad’ ¿es consciente de todo lo que ha conseguido? “Estoy contento y un poco abrumado (risas). Bailar con ella me ha servido para motivarme mucho más” y, refugiarse al lado de su familia y compañeros que se alegran por él, todavía más.
“Me cogí el billete al instante y al día siguiente volé. Fue todo de repente, porque fui a Dubai y no sabía para quién iba a ser la audición. Como bailarín es el top profesional”
Concursante en ‘Fama a bailar’
“Yo practicaba Patinaje artístico sobre ruedas desde los 9 años, hasta los 18 años. Honestamente mi sueño era ser patinador de élite y llegar a un Mundial, y lo conseguí pero no lo disfruté como pensaba”. Aunque fue su sueño, la presión pudo con él. “Odiaba competir, me podía la presión y en el Campeonato del Mundo me dieron 2 ataques de ansiedad y decidí dejarlo. Cuando dejé el patinaje empecé a bailar con la misma entrega y ganas con las que patinaba”.
Tras alejarse del mundo de las ruedas, empezó a bailar y se formó en Alicante y Valencia. “Después me fui a Londres 1 mes. Luego me fui a China, donde recibía clase y también las impartía. Estuve ahorrando dinero allí y me fui a Los Ángeles, donde estuve 2 meses y medio bailando muchas horas prácticamente todos los días”, nos cuenta.
Cinco años después, en 2018, llegaría a participar en el programa Fama a bailar, pero nos confiesa que no fue “un trampolín” para trabajar más, simplemente una experiencia más en su trayectoria. El sabe que está en continuo “avance y aprendizaje”, porque en su profesión lo más importante es estar siempre mejorando y reciclándose. Es una persona todoterreno y si no está bailando siempre está pendiente de su equipo. “Si no estoy ensayando o repasando, estoy observando cómo trabaja el de luces o el stage manager”. Sin duda, el ejemplo de trabajar duro para conseguir que los sueños se hagan realidad.