Más de 365 días. Este es el tiempo que ha pasado desde que descubrimos, en exclusiva, la relación entre Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia. A finales de enero de 2021 salía a la luz la historia de amor que provocó la separación del exjugador de balonmano con la infanta Cristina, dejando atrás aquella promesa de amor que hicieron en 1997.
Aunque dolió la deslealtad de Iñaki Urdangarin, la vida siguió. La hermana del rey, con altibajos pero cada vez mejor. Su ex marido, viviendo un nuevo amor con la administrativa que conoció trabajando en un despacho de abogados de Vitoria. Prueba de que su relación se consolida, son estas imágenes, en exclusiva, que publicamos en las páginas de nuestra revista. Felices, relajados y cómplices, la pareja ha disfrutado de un romántico fin de semana en Baqueira.
Ambos llegaron a La Pleta, en el Valle de Arán, la casa que suelte utilizar la Familia Real. Tres días antes de San Valentín -el 11 de febrero-, Iñaki y Ainhoa aparecieron en la conocida Cota 1500. En estas imágenes, Iñaki y Ainhoa disfrutan como una pareja más de la estación de esquí Baqueira Beret, equipados para pasar un fin de semana en la nieve. Urdangarin eligió un look total black, con un llamativo gorro en color rojo y unas gafas para protegerse del sol. Mientras que Ainhoa, escogió un atuendo más llamativo: camiseta térmica y pantalón en tono rosa chicle. Y es que en el último año hemos visto una evolución en el estilo de Ainhoa. La de Vitoria ha pasado de ser fotografiada con prendas más deportivas y un estilo más comfy a un estilo más renovado y sofisticado.
A pesar de que esquiar es una de las grandes pasiones del exduque de Palma, la pareja no ha esquiado estos días, sino que han preferido hacer un plan más especial y tranquilo: largos paseos en la nieves e íntimas conversaciones.
La Pleta
El lugar que han escogido también ha llamado la atención, porque la última vez que visitó las pistas de Baqueira Beret fue a finales del 2021, cuando obtuvo el tercer grado tras ser imputado por el caso Nóos. El exduque de Palma pasó unos días con la infanta Cristina y sus cuatro hijos. La casa tiene 200 metros cuadrados, distribuidos en tres pisos. El chalet es propiedad de una empresa particular, que se le ha cedido siempre a la Familia Real cuando ha visitado el valle de Arán. Ahora, esta ubicación sirve de refugio para Iñaki y Ainhoa.
Y es que, la casa real, tiene a su disposición este fantástico inmueble en pleno valle, pero Iñaki, como una prueba más de amor, ha tenido que pedir permiso para poder pernoctar en esta casa. Él, como buen anfitrión ha intentado que su pareja disfrute y esté lo más agusto posible, en el mismo lugar dónde siempre iba con la infanta Cristina y la Familia Real.