Isabel Preysler: los grandes momentos (y algunas polémicas) al cumplir 72 años

El 29 de enero de 1971, Julio Iglesias e Isabel Preysler contrajeron matrimonio en una pequeña capilla de Illescas (Toledo). El cantante, ganador del Festival de Benidorm, representante de España en Eurovisión y protagonista de La vida sigue igual se casaba con la bella filipina que había llegado dos años antes a Madrid. Julio, de veintisiete años, e Isabel, de diecinueve, se convertirían en la pareja más famosa de España.

El matrimonio entre Isabel y Julio duró casi ocho años y del mismo nacieron tres hijos: Chábeli (3 de agosto de 1971), Julio (25 de febrero de 1973) y Enrique (8 de mayo de 1975). Tras el divorcio y el secuestro del padre del cantante, el doctor Iglesias Puga, en 1985, Isabel tuvo que separarse también de sus hijos, ya que Julio decidió mudarse con los niños a Miami por motivos de seguridad.

En 1978, Carlos Falcó, marqués de Griñón, ya divorciado de Jeaninne Girod, asistió a un pase privado, en la embajada norteamericana, de Fiebre del sábado noche, la película de John Travolta. Esa noche conoció a Isabel Preysler, que estaba a punto de separarse de Julio Iglesias. En septiembre de ese año, protagonizan juntos su primera portada en ¡HOLA!, convirtiéndose en la pareja del momento. Carlos e Isabel se casaron el 23 de marzo de 1980. Fue una ceremonia íntima, en la ermita de la finca Casa de Vacas. Unas semanas después, el 12 de abril, los flamantes marqueses posaron por primera vez en su hogar para ¡HOLA!

Al igual que sus hermanos mayores por parte de madre, Tamara Falcó es famosa desde la cuna. La actual marquesa de Griñón vino al mundo el 20 de noviembre de 1981 y protagonizó su primer posado en HOLA, junto a sus padres, desde la clínica madrileña en la que había nacido. Era la tercera hija para Carlos Falcó y la cuarta para Isabel. “La hemos llamado Tamara porque nos gusta. Tanto Isabel como yo queríamos una mujer. Un niño también nos hubiera hecho felices, pero las chicas ayudan más unir a una familia”, confesó en aquel momento el marqués.

El secreto de la eterna juventud de Isabel Preysler siempre ha sido objeto de controversia en torno al número de operaciones estéticas que la socialité se habría realizado a lo largo de los años. Leyenda o realidad, lo cierto es que Isabel sí que se sometió a una rinoplastia en 1982. Ella misma lo desveló en las páginas de ¡HOLA! “Me he operado en primer lugar para facilitar mi respiración y de paso para mejorar estéticamente”, confesó mostrando su nuevo rostro en la portada. Lo que no tiene discusión es que Isabel llega a los 72 años con una imagen impecable.

En 1982, dos años después de su boda con Carlos Falcó, las especulaciones sobre la relación entre la marquesa de Griñón y Miguel Boyer empezaron a correr como la pólvora por todo Madrid. El flamante ministro de Economía y Hacienda del nuevo gobierno socialista también estaba casado, con la ginecóloga Elena Arnedo, y era padre de dos hijos. Los rumores eran tan fuertes, que Carlos Falcó convenció a Isabel para que hicieran público un comunicado negándolos, en 1983. Dos años más tarde, en el verano de 1985, Boyer planteó su dimisión irrevocable a Felipe González. Salió del ministerio el 3 de julio. Isabel negó, de nuevo en ¡HOLA! que ella fuera la causante de esta crisis de gobierno. Unos días después, el 14 de julio, los marqueses de Griñón hicieron pública su separación.

Después de años de rumores y de estar en el punto de mira de todos, Isabel Preysler y Miguel Boyer contrajeron matrimonio el 2 de enero de 1988. La ceremonia se celebró en los juzgados de la calle Pradillo de Madrid, a las nueve de la mañana, en la más estricta intimidad. Ni siquiera los hijos de Isabel sabían que su madre se había casado hasta que regresó a casa y se lo dijo. Era la tercera boda para Isabel y la segunda para el ex ministro de Economía, que ya tenía por entonces dos nietos. El tailleur azul grisáceo, ribeteado con visón, que llevó la novia se convirtió en uno de los looks más icónicos de Isabel hasta el día de hoy. Estuvieron casi tres décadas juntos, hasta la muerte de él, en septiembre de 2014, casi dos años después de sufrir un derrame cerebral, el 27 de febrero de 2012.

Un año después de su boda, el 18 de abril de 1989, Isabel Preysler y Miguel Boyer se convirtieron en padres de Ana, la tercera hija del político y la quinta de la socialité. Calificada por todos como la “cerebrito” de la familia, Ana estudió en la Universidad de Comillas, donde obtuvo la doble titulación en Derecho y Administración y Dirección de Empresas. La joven soñaba con dedicarse a la consultoría estratégica internacional, pero tras iniciar su noviazgo con Fernando Verdasco, cambió el despacho por los aviones y las canchas de tenis, ya que comenzó a acompañar a su chico a todos los torneos. Casados desde 2017, son padres de dos niños, Miguel y Mateo.

A finales de los años 80, la familia Ruiz-Mateos se convirtió en el azote de Miguel Boyer e Isabel Preysler. José María Ruiz-Mateos culpaba a Boyer, cuando era ministro de Economía, de la expropiación del holding Rumasa. El empresario y sus hijos protagonizaron todo tipo de rocambolescas acciones contra el ex político y su mujer. Del famoso “¡que te pego, leche!”, que precedió al puñetazo que Ruiz Mateos lanzó directo al rostro de Boyer, al tartazo que una de sus hijas, Paloma, arrojó a Isabel para arruinar su look en presencia de unos fotógrafos. “Ni me manchó ni me salpicó, pero la intención era clara”, declaró Isabel en ¡HOLA! sobre el esperpéntico episodio.

La publicación del reportaje fotográfico de la nueva casa de Isabel Preysler y Miguel Boyer, en noviembre de 1992, fue una de nuestras grandes exclusivas y una de las portadas más comentadas en los años noventa. Acompañada por sus dos hijas menores, Tamara, entonces de once años, y la pequeña Ana, que solo contaba con tres años, Isabel nos abrió por primera vez las puertas de su nueva residencia madrileña de Puerta de Hierro, recién reformada, y nos la mostró habitación por habitación.

Veinte años después de haberse conocido, cuando lo entrevistó para ¡HOLA!, Isabel y Mario Vargas Llosa mantuvieron una gran amistad y volvieron a reencontrarse en Londres, en una de las fiestas organizadas por el Príncipe Carlos de Inglaterra con Porcelanosa en el Palacio de Buckingham. Ya de regreso a Madrid, en junio de 2015, Isabel y Mario quedaron para comer juntos en un céntrico restaurante, donde, a la salida, fueron fotografiados juntos. Eran los inicios de su romántica historia de amor.

En febrero de 2016, Isabel Preyler y Mario Vargas Llosa hablaron juntos por primera vez en las páginas de ¡HOLA! “Este ha sido el año más feliz de mi vida”, confesó el premio Nobel de Literatura sobre su relación con la socialité. “Nos reímos mucho juntos, nos entendemos muy bien, nos queremos mucho”, añadió el escritor hispano peruano, que ya estaba viviendo en la casa familiar de Isabel en Puerta de Hierro. Mario desveló además cómo había reaccionado su familia a su historia de amor con Isabel, que se dio a conocer cuando acababa de celebrar sus bodas de oro con Patricia Llosa: “Para la familia no ha sido fácil. La situación los tomó por sorpresa. No esperaban que surgiera algo como esto a estas alturas de mi vida. Así que ha habido que limar las cosas”.

El Palacio de Buckingham, donde acudieron invitados por el septuagésimo cumpleaños del entonces príncipe Carlos, fue el escenario donde Isabel y Mario celebraron, con un baile de enamorados, que ya eran libres para casarse. Dos años después de iniciar su relación, el escritor obtuvo el divorcio de Patricia Llosa, porque, según explicó Isabel en las páginas de nuestra revista, “todos los papeles ya están en regla, incluso el último que faltaba de Perú… pero estamos maravillosamente bien como estamos”.

“Mario y yo hemos decidido poner fin a nuestra relación definitivamente. No quiero dar ninguna declaración más y agradezco a los amigos y medios de comunicación que nos ayuden en esta decisión”, anunció Isabel Preysler en ¡HOLA!. Después de casi ocho años de amor con Mario Vargas Llosa, su compañero de vida desde que, en febrero de 2015, saltara la noticia de su noviazgo. En diciembre pasado, tras una escena de celos infundados, Mario salió de la casa de Isabel, en Puerta de Hierro, y se instaló en su piso en el centro de Madrid.

Tras su separación de Mario, los rumores sobre terceras personas no se hicieron esperar. Isabel aclaró en las páginas de ¡HOLA! que su única ilusión en estos momentos son sus hijos y sus nietos. El bautizo de Mateo, segundo hijo de Ana Boyer y Fernando Verdasco y séptimo nieto de Isabel, celebrado al día siguiente de la Navidad, llenó de alegría a toda la familia. Días después, se produjo la reconciliación de Tamara e Íñigo Onieva, tras su sonada separación nada más comprometerse, en septiembre pasado. Isabel, que ante todo es una madraza, está volcada ahora en los preparativos de la boda de su hija.