Están disfrutando de su relación de manera discreta, pero sin esconderse. Chris Evans, de 41 años, y Alba Baptista, de 25, confirmaron su amor el pasado mes de enero, después de los comentarios que habían surgido meses antes tras verles disfrutando de su tiempo libre juntos. Parece que su relación dura ya cerca de un año aunque todavía no se han animado a pasear juntos en una alfombra roja. Quién sabe si este será el próximo paso después de haber abierto (y compartido) su álbum de fotos más romántico, una recopilación que ha mostrado el actor con motivo del día de San Valentín que es toda una declaración hacia la también actriz. En la sucesión de imágenes se les ve haciendo excursiones al campo, en una impresionante cascada, viendo una aurora boreal, en la nieve y en algún rincón de casa, jugando con sus mascotas. Un repaso de una rutina que, a juzgar por su sonrisa, les hace muy felices.
Chris Evans habla sobre Shakira tras el revuelo: 'Soy muy fan de ella y es espectacular'
Chris Evans recuerda que la ansiedad estuvo a punto de pasar factura a su carrera
El dúo, sin duda uno de los más atractivos de Hollywood, atraviesa un momento dulce a juzgar por estas imágenes. Evans, que encarna en la ficción personajes como el Capitán América, era uno de los solteros de oro del cine y a lo largo de los años le han adjudicado romances con rostros conocidos como Selena Gomez y Lily James. Sin embargo, el artista siempre ha mantenido su vida privada en un plano privado. Ahora ha presumido de su historia con Baptista, de origen portugués y protagonista de la serie de televisión La monja guerrera, que tiene dos temporadas.
Intentaron secuestrarla
Hace poco la intérprete contaba un terrible episodio de su infancia, pues casi fue secuestrada cuando tenía solo 10 años y estaba en una excursión del colegio en Escocia. “Me acuerdo de que estaba haciendo cola en una tienda para comprar una camiseta para mi padre cuando de pronto un hombre de unos 50 años se ofreció a pagarla”. Aunque ella se negó el hombre trató de convencerla para que fuera con él a su coche y viera otra camiseta “mucho mejor”. “Me agarró el brazo e intentó secuestrarme, pero logré escapar” dijo.
Se lo contó a una profesora y, cuando esta la dejó un momento sola para avisar al resto de profesores, el hombre volvió a abordarla. “El hombre se acercó agarrándome con fuerza y arrastrándome calle abajo. Me decía que todo estaba bien y actuaba como si fuese mi padre para que la gente no sospechara” relató. El espeluznante incidente terminó cuando su clase corrió hacia ella y el hombre la soltó.