Todo el mundo sabe que los Goya son la gran noche del cine español. Este sábado 13 de febrero, Sevilla se vestía de gala para acoger la 37 edición de los galardones más importantes en nuestro país y por ello, ningún actor ni actriz, quiso perderse esta cita tan importante en la capital hispalense, donde todos ellos sacaron sus mejores galas para pasar por la alfombra roja, perdón azul. Belén Rueda, Clara Lago, Petra Martínez y una larga lista de invitados vip acapararon todos los flashes. Pero ahí estaba ella: Vicky Luengo, que días antes había hablado, en exclusiva, para ¡HOLA!
La mallorquina era una de las favoritas para llevarse el galardón como ‘Mejor Actriz Principal’ por su papel en la película Suro, pero no pudo ser. Por lo menos, en esta ocasión. La actriz competía con Marina Foïs (As bestas), Laia Costa (Cinco lobitos) Anna Castillo (Girasoles silvestres) y Bárbara Lennie (Los renglones torcidos de Dios). El premio fue para Laia Costa por Cinco lobitos.
Aunque Vicky Luengo se quedó a las puertas de alzar su primer Goya, la actriz deslumbró con con un diseño perteneciente a la colección Spring-Summer 2020 de Armani Privé. Con voltantes en tul y pedrería, la actriz nominada por primera vez, optaba al galardón como ‘Mejor Actriz protagonista’ por una película que le supuso un ‘peligro’, tal y como nos adelantó en las páginas de nuestra revista.
El ataque de un burro
“En el rodaje de Suro, el burro con el que rodamos, en una secuencia que yo tenía que acariciarle la cabeza, se acercó y me mordió un pecho, porque yo llevaba una bolsa con apio y el burro se lo quiso comer. La verdad que me hizo bastante daño, pero todo acabó en un ataque de risa”. Para que luego digan que ser actriz no es una profesión de riesgo. Pero no es la primera ni la última artista que ha vivido un momento de ‘tierra, trágame’ en algún rodaje.
Por ejemplo, Jackie Chan sufrió más de veinte lesiones a lo largo de su carrera mientras grababa Zodiac Dragon en 2012. Tom Cruise tampoco se salva. Durante el rodaje de Misión Imposible: Fallout, el actor saltó de un edificio a otro y falló; sufrió un desgarro en el hombro y se rompió los dos tobillos. Y por qué no hablar de Mery Streep, quien cayó al río mientras estaba inmersa en una escena de la película Río salvaje. Menos mal que todo quedó en un susto: Kevin Bacon consiguió agarrar el brazo de la actriz y sacarla del agua.
Sueños cumplidos
Sin embargo, la mordida del burro no tuvo ninguna consencuencia para Vicky Luengo. Ella tenía claro, desde pequeña, que su sueño era ser actriz. “La primera que vez que me subí a las tablas tenía ocho años, en la escuela, en teatro extraescolar, e hice un personaje que se llamaba Patrick, un hombre que era un pastor”, recuerda. Años más tarde, se subió al escenario para participar en un musical. “Se llamaba Pastorets, que era un musical que se hacía en Navidad y yo hacía de pastorcilla y cantaba canciones. Fue una experiencia maravillosa”. Pero su carrera no ha sido un camino de rosas, porque Vicky ha tenido que hacer frente a muchas adversidades, sobretodo, cuando le decían ‘no’.
“Me han dicho que no en muchísimas más ocasiones de las que me han dicho que sí. A veces lo he llevado muy mal y a veces mejor. Creo que es parte de este trabajo aprender a lidiar con eso y que ese tipo de noticias no te destrocen la autoestima”, cuenta la actriz de La pecera de Eva. Ahora, es una de las actrices más consolidadadas en nuestro país, pero que su éxito no fuese repentindo le ayuda a mantener los pies en el suelo. En un momento “vital” de su vida, tanto a nivel profesional como personal, la nominación de Vicky Luengo tan solo ha sido otro hito en su imparable carrera. ¡Cámara, luces y acción”, que esto solo acaba de empezar.