La 37 gala de los Premios Goya recogió anoche una serie de acontecimientos que hicieron de la gala un carrusel de emociones. El instante más emotivo llegaba al comienzo de los premios cuando Eulalia Ramón, la viuda de Carlos Saura,y dos de los hijos del diretor, Anna y Antonio, se subían al escenario para recibir el Goya de Honor y leer la carta de agredecimiento que el cineasta escribió antes de morir. El teatro se puso en pie para recibir a Juliette Binoche tras ser premiada con el Goya Internacional. Como también lo hizo para recibir alMejor Actor Protagonista, Denis Ménochet porAs Bestas, que junto a Modelo 77, se conviertieron en las películas más premiadas de la noche. Minutos antes de dar concluida la gala de los Goya, Penélope Cruz, Ariadna Gil, Miriam Díaz-Aroca y Maribel Verdú hicieron su entrada triunfal sobre el escenario del Palacio de Congresos y Exposiciones FIBES de Sevilla. Cogidas de la mano y con la emoción de volverse a ver en la gran fiesta del cine, las actrices recordaron la película que las unió en el cine hace tres décadas, la galardonada Belle epoque, de Fernando Trueba. Fueron las encargadas de obsequiar el premio más esperado de la noche, el Goya a Mejor Película que recogía todo el equipo de As Bestas. ¡Dale al play y no te lo pierdas!
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Primeras palabras de Eulalia Ramón, viuda de Carlos Saura, tras el fallecimiento del cineasta