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Hace casi nueve años que Elsa Pataky se convirtió en un icono de la vida saludable. Aunque practica deporte de manera asidua desde la adolescencia y siempre ha abanderado los parabienes de cuidar la alimentación, el lanzamiento de su primer libro, donde detallaba las claves de su buen estado físico, la colocaron en el top ten de las mujeres más influyentes en cuestiones fit. Lo cierto es que todo el mundo quiere saber cómo consigue la actriz estar cada vez mejor. Quedaba de nuevo demostrado hace tan solo unos días mientras se daba un baño con su marido y sus hijos en las playas de Byron Bay. Está espectacular en biquini camino de cumplir cuarenta y ocho años. Ni es ciencia ficción, ni se trata de algo milagroso, detrás de su aspecto hay mucho esfuerzo y una disciplina admirable.
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Escuchar su cuerpo, saber lo que necesita en cada momento, comprender la belleza y el bienestar de manera integral y la constancia son los ejes fundamentales. ¡Sin olvidar que estar casada con Thor también ayuda! A Elsa le apasiona estar en forma, pero también a su marido, y ese es un punto en común importante. Independientemente de cuando los rodajes exigen muchas horas de gimnasio o una alimentación especial para ganar masa muscular, en su día a día la pareja tiene su hoja de ruta para mantenerse en plena forma. Y no es siempre la misma, tal y como Elsa nos ha contado. “Sigo una alimentación saludable junto a toda la familia, como lo hacemos habitualmente. Como de todo, frutas, verduras, legumbres, pasta, arroz, pescado, carne… En realidad, sigo la dieta mediterránea”, nos contaba hace unos meses Elsa, que hace unos años comenzó a hacer ayunos intermitentes, que dejó de seguir durante el rodaje de Interceptor “para no perder peso, por los entrenamientos tan intensos”.
“Cuando llevas tiempo haciendo la misma rutina de ejercicios, tu cuerpo ya no reacciona. La manera de cambiar esto es provocar un shock en tu cuerpo cambiando totalmente la forma de entrenar. Ahora hago muchísimo pilates. Sigo con mi yoga, pero voy añadiendo cosas. Continúo montando a caballo y voy cambiando los circuitos que hago en el gimnasio. Cada vez utilizo más pesas para crear más músculo, que es lo que evita la flacidez”, nos cuenta. Y nos recomienda algunos de sus ejercicios: “Para el pecho un ejercicio muy completo son las flexiones. Si no las puedes hacer, empieza con las rodillas en el suelo”. Y prosigue: “para mantener los glúteos puedo recomendar muchos, pero, por mencionar los de toda la vida, por ejemplo: sentadillas con peso (y cada vez intentar coger más), subir y bajar un escalón con pesas o, sencillamente, con unas bandas elásticas, tirar la pierna hacia atrás”. De hecho, las bandas elásticas se han convertido en buenas compañeras de viaje.
“Chris y yo entrenamos juntos siempre que podemos. Ahora es más fácil porque los niños son más mayores y tener un gimnasio en casa ayuda mucho. Pero no hace falta tener un gimnasio completo, con dos pesas, una pelota grande y unas gomas, se puede hacer muchas cosas. De hecho, cuando me voy de viaje llevo las gomas en la maleta que las puedes enganchar a cualquier mesa o columna y tú mismo regulas la intensidad. Siempre las llevo y Chris también”. ¿Te ves ahora mejor que nunca? “Sí” -nos responde-. “También porque pierdes todas las inseguridades. Lo hago porque me gusta ver que mi cuerpo está todavía fuerte, me gusta retarme a mí misma”.