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La tenemos al otro lado del teléfono cuando faltan diez horas para que se estrene su último tema, Adicta , una canción en la que Dama pone letra al amor tóxico, describe el comportamiento del típico narcisista, desmenuza las miserias de ese comportamiento que te hace sangrar por algo que crees que es amor y que, sin embargo, te destruye la vida porque es, como con las drogas o el alcohol, una enfermedad, una adicción. Pero, ella no lo aborda desde el victimismo, ni tampoco desde la conmiseración, la resignación o el perdón. Lo suyo es un “¡Basta ya!” en toda regla. Un “s’acabó” como cantaba en los 70, sin más ambajes, otra sevillana como ella, María Jiménez. Porque, dice, la mujer está rebelada, ya no se aguanta ni debe aguantarse de nada ni por nadie. Y esa evidencia se convierte en algo revolucionario porque su hit tiene ritmo latino. Es una bachata. Nada tiene que ver con otro tipo de discursos, como los del reggaeton o el ballenato, aunque el suyo también sea, por ahora, un mundo de hombres. Pero el discurso de Dama no hace bandera de feminismo y si ondea es porque es una reafirmación de sí misma. De hecho, en otros países, no necesita decir quién es. Se sube al escenario y es Dama. En Argentina, Colombia, Dubai, Italia, Bulgaria… Sin embargo, en España siempre estamos a vueltas con Melendi y su pasado en común. Como si su sombra siguiera posándose sobre su trabajo, su talento… cuando ella ya tenía una carrera antes y, por supuesto, después, del asturiano. Redescubrimos a la cantante en una sincera entrevista con ¡HOLA!
© CORTESÍA- Imagino que estarás contando los minutos…
- Ayer no dormí, directamente. Estuve como nerviosa… Siempre, antes de un estreno, salen las dudas, los “Ay Dios mío”, el “¿Le gustará a la gente?”... (risas) Pero también estoy muy contenta. Y deseandito de que todo el mundo escuche la canción.
- Será un bombazo, como todos tus temas que, tal y como he visto en YouTube, suman millones de reproducciones…
- ¡Digo yo! ¡Ojalá! Tiene ese puntito urbano que, quieras que no… Y creo que Adicta habla de un amor que, por desgracia, han vivido muchas personas. Ese amor que no terminas de soltar aunque te duele…
- El amor es un tema universal. Pero tú hablas del que se convierte en enfermedad. Del que, por un lado, crees que te da la vida, pero que realmente, te la está quitando, ¿no?
- Yo creo que estamos en un mundo -y en un punto de la vida- en la que la gente solo buscamos paz mental. Antes no se hablaba tanto de la paz mental como ahora, pero debe de ser que, como vivimos en un mundo tan acelerado, vivimos con tanto que hemos dejado de valorar las cosas y, hasta los sentimientos, parece que tienen fecha de caducidad. Tan pronto te has dejado con una persona, como esa persona directamente se va a por otra… Todo vale. Todo da igual. Hoy estoy contigo, mañana estás con otra…
- Todo es muy efímero, ¿no? Y todo vale poco, ¿verdad?
- Totalmente. Yo veo que todo es muy frío, pero que está a la orden del día por desgracia. Y cuando tú estás bien, parece que hay personas que tienen un radar y les gusta volver a ti para romper con lo poco que has construido. Gente, hombres -también mujeres, claro- que solo les gusta que les quieran y que, cuando se cansan, se van a por otra. Y, si se vuelven a acordar de ti o se cansan de la persona por la que te dejaron, vuelven a por ti. Vuelven a la carga… Ese amor tóxico, ¿sabes?
- Claro, pero no es amor. Es otra cosa, porque duele y no te hace mejor persona, ¿no?
- Eso es, porque el amor trata de todo lo contrario. El amor por alguien supone elegir a un compañero de vida, de aportar fuerza, unión, buenos momentos… Porque está claro que en una vida va a haber de todo, bueno y malo pero, con la persona bien elegida, todo se lleva de otra manera. En esta canción se habla, sin embargo, de esa herida que no se cura nunca.
- Ya, pero tú cambias el cuento. Tú, como mujer, pides que no vuelva, que te olvide. Hay una posición distinta y supongo que responde a que las mujeres, por fin, tenéis más poder.
- La mujer ha despertado. Está mal generalizar pero, de toda la vida, ha sido a la mujer a la que le ha tocado trabajar en casa, estar con los niños… Mi abuela, por ejemplo, no podía salir ni a la puerta de la calle porque mi abuelo era muy buen hombre, pero era súperceloso y su obsesión era que no la mirasen… Era esa época en la que la mujer se quedaba en casa y el hombre hacía lo que quería y tú, te callas. Eso ha existido. Y muchos años. Pero ahora hemos llegado a un punto en que la mujer está rebelada. Nos hemos rebelado. Hoy en día es la mujer la que toma la decisión de qué quiere hacer con su vida. Es increíble cuando escuchas eso de “Madre mía, cómo anda la juventud hoy en día, ¡no veas cómo van las niñas!” ¿Perdón? Señores, es que la balanza hoy se ha equilibrado y lo que antes solo podían hacer los niños hoy también las niñas tienen derecho a hacerlo. Aunque no esté bien. Ahora, lo que está bien o mal está en la naturaleza del acto, no en el género de quién lo hace.
© CORTESÍA- De todas maneras, en la canción también hablas de un tipo de hombre muy concreto, no de los hombres en general.
- Exacto, es un “basta ya” al hombre narcisista, al típico hombre que, cuando lo amas, desaparece y que, cuando empiezas a remontar, vuelve otra vez a ti porque lo único que quiere es que lo adoren. Ese hombre que vive por que le dores la píldora y le tengas arriba el ego, hombres que hacen de las mujeres sus víctimas, sus presas.
- Dama, a ver, es impepinable que te lo pregunte: ¿Cuándo te has encontrado con un hombre así? Y, sobre todo, ¿Quién era ese hombre?
- Por desgracia, yo viví una historia muy corta con un hombre como el de la canción. Muy corta porque, gracias a Dios, supe detenerlo a tiempo y supe salir de ahí porque… A ver, después de separarme del padre de mi hijo, hace ya muchos años, tuve mis historias y… Sí, claro, pude encontrarme con una persona así, que no se sabe quién porque esa persona no era conocida… Pero tengo amigas, una en especial, que tuvo la desgracia de pasar por una historia por la que casi se volvió tarada…
- Es que ese tipo de hombres te desequilibran…
- Te destrozan, te destruyen por completo… Lo mío, como te cuento, duró poco, lo suficiente para que hoy te pueda decir que está piso y enterrado. Forma parte de mi pasado… Y, si no llegó a más, fue porque soy una tía fuerte y porque siempre pensé en mi hijo, y que yo llegué un punto en que no podía estar con esa desesperación…
- Con un hijo no podías vivir al borde del abismo, obvio…
- Ni quería. En absoluto. Pero hay muchas mujeres que no tienen, o tanta fuerza o algo que les haga enfrentarse así mismas porque este tipo de amores te anulan, te destruyen. Son amores enfermizos.
- Me impresiona que en un mundo tan de hombres y en ámbito musical más de hombres aún, tú hayas conseguido tener una voz...
- No es fácil, es cierto. Y se logra estando segura de tu personalidad y de ti misma porque, efectivamente, es un mundo de hombres. También he de decir que yo soy una mujer muy abierta y, desde el primer momento, he tenido muchos amigos y no he tenido que lidiar mucho con ese tema… En algún momento, sí. Siempre hay algún artista un poquito confundido…
© CORTESÍA- Es que, además, la música latina adolece de tópicos sexistas…
- Yo te puedo decir que en mi nicho, que es latina, pero es bachata, los temas son de amor y de desamor, pero no se suelen caer en ese tipo de tópicos. La bachata en la que yo me muevo es bachata pura, para nada es reggaeton o rap que, ahí, sí que hay letras más machistas. Estoy contenta porque en donde yo me muevo el ambiente es sano.
- Y, ¿cómo llega una sevillana al mundo de la bachata?
- (risas) Siempre he sido una enamorada del grupo Aventura, de Romeo Santos. Desde que era una niña, siempre le he seguido a él y a su grupo. Sus canciones…Ays… También me gustaba mucho Juan Luis Guerra… A ver, artistas puros de la bachata. Yo soy muy flamenca, me gusta mucho la música y el flamenco, claro, y he hecho muchas otras cosas en la vida que no eran bachata, pero lo que a mí me ha encendido de siempre, en lo que me sentía increíblemente bien, era con la bachata. Sin embargo, me costó mucho trabajo tomar la decisión de hacer bachata porque vivimos en el mundo de tópicos. “Una sevillana, ¿qué hace haciendo bachatas?”... Mmmm ¿Qué tendría que haber hecho? ¿Bailar sevillanas? Pues no. Soy sevillana porque he nacido en Sevilla y sí, adoro el flamenco, pero hay algo que adoro más: la bachata. Pregúntame por qué. No lo sé (risas) Supongo que de niña, que veía muchas novelas con mi abuela, que me pasaba la tarde de hecho viéndolas de hecho... Te juro que se me ponían los vellos de punta. Me encantaba. Entonces, llegó un punto en que dije: ¿por qué no voy a hacer lo que yo quiero? Y ahí fue cuando fui valiente. Dije: voy a hacerlo. Y me encontré con muchos noes. Muchísimos. Negativas, desconcierto… ¿Esta mujer qué está haciendo: bachata? O, en la radio: “aquí este tipo de música no la ponemos…” Era un “no” tras otro. Hasta que, al final, fíjate tú, hoy en día, los artistas más grandes del panorama español están haciendo bachata. Y Shakira. Y JLo. Tócate las narices. Y hace ocho años, nadie me entendía. Nadie me entendía, nadie me apoyaba y, ahora, todo el mundo hace lo que yo porque es lo que se lleva… Una locura.
- También puede ser que, entonces, también luchabas con un prejuicio añadido, ¿no? Ser la mujer de o la ex mujer de…
- Yo tengo algo claro y por lo que estoy tranquila: yo conocí a Melendi trabajando. Profesionalmente. No le estuve persiguiendo de ninguna manera, ni fue nada raro, ni fue en una fiesta… Que podría haber sido, pero...
- Dama, y no habría pasado nada tampoco...
- Ya, ya, pero parece que tengo que explicarlo. Pero no fue así. Yo lo conocí a él trabajando. A mí me hicieron un casting para hacer de su corista. Y me lo hizo un director musical. Ni siquiera él. Y, cuando ya nos conocimos, él creyó en mí como artista. Por eso, me ayudó a nivel profesional, por eso saqué mi disco con canciones suyas, porque él me veía a mí como una artista… Pero es verdad que, para la gente, cualquier cosa que pasara a mi alrededor era porque estaba él a mi lado. Ahora, que ya no está conmigo, ya no se habla de eso y parece que, por fin, se han dado cuenta de que lo que he conseguido lo he logrado por mis propios méritos. Pero eso ha pasado ahora que él ya tiene su vida y yo la mía, que yo tengo mi carrera musical, que yo canto y que yo me subo al escenario… Ahora, que soy yo quien demuestra lo que vale, no pueden decir absolutamente nada, independientemente de que Melendi haya formado parte de mi vida y punto.
- Tal y como lo cuentas, hasta cierto punto, parece más que te haya perjudicado que ayudado en tu carrera...
- Ser la mujer de Melendi… no era fácil. La frase era: “Ésta es la mujer de Melendi… Bah!”. Estar con una figura tan grande y de tanto nivel profesional a mi lado provocaba que, en vez de decir, “oye, si él está con esta chavala es que la chavala vale y canta y… ¡mira cómo canta!” producía el efecto contrario. Ser la mujer y después la ex me ha restado tanto como para que no repararan en si tenía o no talento. Pero al final el talento lo he demostrado. En las canciones y en el escenario porque quien se sube a un escenario soy yo.
- Tenías que soportar las suspicacias, ¿no?
- Sin embargo, desde que saqué mi primera bachata hace ocho años, cuando me separé realmente, cuando creí como cantante independientemente de él, de pronto, alcanzo millones de reproducciones en Youtube. 15 millones con la primera, 14 con la segunda… Una locura. pero éste es un tema del que… a no ser que salga en una entrevista como ahora no hablo. Al final Melendi es el padre de mi hijo, eso lo va a ser toda la vida, pero he de decirte que, en el ambito profesional, no es ya ningún problema… Al menos, fuera de España. Porque yo tengo mis giras en Italia y nadie tiene ni idea de mi pasado… Ni de Melendi. A lo mejor saben quién es pero a mi no me hablan de él. He estado en Colombia, donde me he hecho el Royal Center de Bogotá, y nadie me sacó el tema y fíjate que he enterado de que ahor va a cantar él allí... En el mismo sitio. Qué casualidad… El caso, que ya nadie me conoce como la ex.
- Fuera te permiten ser una estrella por ti misma. Aquí, en España, yo también sin querer, discúlpame, te colocamos en otro sitio cuando hace muchos años que ya no estás con Melendi.
- Es que Melendi se ha casado, tiene sus hijos, tiene su familia y yo no formo parte de ella. Formamos parte de la vida del uno y del otro porque tenemos un hijo al que cuidar y atender pero ya está.
© CORTESÍA- Y, ¿os lleváis bien?
- Nos llevamos bien, por supuesto. Nos llevamos bien porque realmente tenemos claro que nuestro objetivo juntos, a partir de que nos separamos, ya era nuestro hijo y para mí lo más importante es mi hijo. Por supuesto que tiene que haber una buena relación y, sobre todo, una buena comunicación porque Marco ahora entra en una edad adolescente y hay que estar muy pendiente. Hablamos muchísimo. Y, en ese sentido, ha sido una maravilla cómo lo hemos llevado.
- En la época en la que estuvisteis juntos, ¿tuviste también que ceder, que renunciar a cosas?
- Yo cuando estaba con Melendi, lo primero era el trabajo y siempre todo giraba alrededor de él. Después, cuando fui madre, tuve la suerte de tener la oportunidad de poderme dedicar a mi hijo en cuerpo y alma y así lo hice, pero si que es verdad que, si lo piensas, dices: “podía haber volado más”. Tanto estando con Melendi como después. A mí me invitaban a un montón de eventos, de fiestas, de marcas y tenía qué pensar en qué hacía, en si renunciaba a hacer esas cosas por estar con mi hijo... Y sí, así lo hice, pero fue una decisión mía, una decisión que pude tomar. Y lo preferí así porque, para mí, los primeros años de mi hijo eran lo más importante. Ahora que ya es más mayor y la vida me ha dado esta oportunidad quiero aprovecharla. Ahora, que estoy teniendo al suerte de triunfar en países que no son el mío, que cantan mis canciones cuando su lengua no es la mía… Esto tengo que aprovecharlo. La semana pasada estuve en Argentina, la próxima en Costa Rica, y luego voy a Italia y Bulgaria a la siguiente.
- Va a resultar que Dama tenía su talento, ¿no?
- (risas) Va a ser que Dama valía por sí misma…
- Dicen que nadie es profeta en su tierra…
- Es increíble, pero es cierto… Pero bueno, mira, ahora estoy en un momento maravilloso, con mi hijo enorme, mi pareja…
- Marco será musico, entiendo...
- Uy, Marco está… Ya verás su padre y yo qué lucha por quién se lo lleva de músico (risas) Es grandísimo. Toca la batería que no veas y, ahora, también toca el bajo y el piano. Es increíble, le estamos llevando a clases y es un niño súper creativo, con un oído musical increíble. Está claro que lo ha heredado de sus padres porque desde pequeñito andaba detrás del escenario y es algo que ha vivido desde que nació. Está sentenciado.
- ¿Tú como estás personalmente?
- Muy bien. Tengo mi pareja, Rubén y yo estamos en un momento muy bueno. Llevamos cuatro años ya… Cómo pasa el tiempo… Y súper bien. Estoy que no cambiaría nada por nada. Estoy en el mejor momento de mi vida. Estoy centrada. Rubén me apoya muchísimos, es una persona que se ha adherido súper bien a la situacion de estar con una mujer que ya tiene un hijo y ellos se quieren muchísimo. Marco a Rubén y Rubén a Marco. Se llevan genial. Además, también tengo a su padre. Tengo ese apoyo. Vivimos muy ceca y y siempre nos hemos apoyado en ese sentido. Tenemos una vida familiar bastante sana y estoy muy tranquila.
© CORTESÍA- ¿Rubén te acompaña en tus giras?
- Tengo la suerte de que tengo a mi manager y ella me acompaña pero si ella no puede, como en Colombia o en Dubai este verano, se viene Rubén.
- No siempre es fácil tener una pareja que entienda lo que es la vida de una artista si no pertenece al mismo mundo…
- Es que es dificil entender, pero Rubén no solo la entiende sino que me apoya. Porque ya sabes que es un mundo en el que es fácil ser celoso. Yo tengo interacción con mucha gente, gente que viene a verme, que celebra mis éxitos, pero es todo muy sano y Rubén lo ve de esa manera, pese a que es un mundo de hombres y yo siempre estoy rodeada de hombres, pero ¿sabes qué pasa? Que cuando estás bien con tu pareja y le das seguridad, no tienes por qué pensar en nada raro, porque el respeto es la base de todo y, desde el primer momento, nos hemos respetado.
- Oye y si surge una colaboración con Melendi, ¿qué?
- Melendi antes de trabajar con él, siendo su pareja y después de habernos separado, es un monstruo de este país. Es un artista como pocos, es una bestia componiendo, es buenísimo, tiene un talento increíble, qué loca no querría tener una colaboración con Melendi, ¿no? Aunque a lo mejor es ahora el quien quiere tener esa colaboración conmigo ¿no? (risas).
