“Vaya entradita a los 39” reconoció con resignación Kiko Rivera después de haber pasado la madrugada de su cumpleaños en el hospital. El músico utilizó las redes sociales para contar que ha sufrido un cólico nefrítico muy doloroso que le ha obligado a ir a la clínica. “No se lo deseo a nadie” recalca, asegurando que, aunque tras visitar al médico tiene menos dolor, sigue con molestias. Un nuevo bache para el hijo de Isabel Pantoja, que el pasado 20 de octubre sufrió un ictus que le paralizó la parte izquierda de su cuerpo y le mantuvo tres días hospitalizado en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Sin duda no era esta la manera en la que esperaba celebrar su aniversario, pues además su mujer Irene Rosales ha explicado que ella también se encuentra mal.
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"Llevo desde anoche en la cama y sin apetito, con fiebre y un dolor de cabeza insoportable" puso Irene junto a una imagen de un poco de leche con galletas, "lo único que le apetecía comer". No se olvidó sin embargo de dedicar una felicitación a su marido, texto en el que le ha deseado sobre todo salud y junto al que ha añadido una imagen de un viaje que hicieron a Disney. “Feliz cumpleaños, mi vida. Que estos 39 años vengan cargados de cosas bonitas, de energía de la buena y salud. Que sigamos sumando momentos y disfrutando de la vida, de nosotros. Quiero estar a tu verita hoy y siempre. Te amo con locura” escribió. Además de su mujer, Kiko ha destacado las felicitaciones de amigos como Rafa Mora y Luis Rollán. No ha comentado en los mensajes si su madre, que acaba de llegar a Miami para dar comienzo a su gira de conciertos, le ha felicitado.
A finales del pasado mes de enero, el músico se sentó en un plató de televisión por primera vez desde que sufrió el ictus para comentar precisamente el punto en el que se encuentra la relación con la artista. “Mi madre me llamó por una videollamada y me emocioné tanto, que me puse a llorar y casi me da otro. Así que los médicos me quitaron el móvil y me dijeron que eso estaba prohibidísimo. Esa fue la razón por la que mi madre no vino” dijo sobre la comentada ausencia de la artista en el hospital mientras se recuperaba. Reconoció además que no ha tenido un buen comportamiento con ella y que la echa de menos: “Si algo necesito ahora mismo es que mi madre me de un abrazo".
Kiko explicó el motivo que le había llevado a tener este problema de salud. “Me pasaron una serie de cosas que me las tomé muy a pecho y yo era un infeliz, estaba todo el día enfadado y exploté". Explicaba que ahora ha entendido que el ritmo de vida que ha llevado en los últimos años, marcado por las apariciones televisivas en las que ha cargado contra su familia, le han pasado factura: "Al aparecer, la televisión lo único que me ha dado es dinero y eso es una mierda, por dentro me estaba matando poco a poco hasta que he explotado. Prefiero tener menos dinero".
En estas últimas semanas, el músico ha dado un giro a sus hábitos para llevar una vida más tranquila y saludable. Una mejor alimentación, descanso y sobre todo mucho cariño de su mujer y sus hijas son la mejor medicina, aunque la mala suerte ha querido que tenga otro “achaque” precisamente en un día tan señalado.