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Día inolvidable para Mario Vargas Llosa. Este 9 de febrero se convierte oficialmente en nuevo miembro de la Academia Francesa, donde ocupa el sillón 18. Su unión a 'los inmortales', como se conoce a las personas que componen la institución fundada en 1635 por el cardenal Richelieu, se celebra en París, en el Anfiteatro del Instituto francés, donde minutos antes de dar comienzo la ceremonia ha comenzado a llegar su familia. También le acompañan invitados personales como don Juan Carlos y la infanta Cristina, que han acudido juntos. Además,han formado parte de este importante acto social y cultural personalidades como el exprimer ministro galo Manuel Valls y su esposa, la empresara catalana Susana Gallardo.
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Instantes después del inicio del acto, a las 15.00 horas, Vargas Llosa ha comenzado a dar un discurso íntegro en francés que ha tenido algo más de una hora de duración. Lo ha pronunciado bajo la cúpula del que fue hasta 1805 el edificio que albergaba el Colegio de las Cuatro Naciones, creado por expreso deseo del cardenal Mazarino. De pie, entre butacas color verde donde estaban otros académicos, se ha dirigido a los asistentes, situados frente a él un hemiciclo con sillones mostaza. Desde la primera fila lo escuchaban con atención y mucho orgullo su exmujer, Patricia Llosa, y sus tres hijos: Álvaro, Gonzalo y Morgana. Inmediatamente detrás, sus nietos. A escasos metros de la familia, el rey Juan Carlos y, a su derecha, doña Cristina.
En su discurso, el literato ha explicado su vinculación con la lengua francesa asegurando, nada más comenzar a hablar, que aspiraba a ser secretamente un escritor francés. Cuando se instaló en París en 1959 tras toda una vida en Latinoamérica, recuerda que se dio cuenta de que los franceses habían descubierto la literatura latinoamericana antes de que él mismo la descubriera. Además, ha explicado que los autores galos han sido una gran inspiraicón en su carrera literaria y ha compartido el gran aprendizaje. "Nadie está a salvo si no somos todos libres: Esta es la gran enseñanza de la literatura francesa", ha dicho.
Una vez finalizada su intervención ha tomado la palabra Daniel Rondeau, escritor, periodista y diplomático francés que ocupa el asiento número ocho. Con un discurso de prácticamente una hora de duración, ha sido el encargado de recibir a Vargas Llosa en las filas de la Academia en la que Hélène Carrère d’Encausse, también presente en el acto, ejerce como secretario perpetuo desde 1990 (apuesta por usar el masculino para el cargo). Durante la ceremonia recibe la ficha de asistencia de la Academia Francesa, estampada con el lema “À l'Immortalité” y grabada con su nombre.
Desde primera hora de la mañana, el autor ha estado ensayando y probando el sonido en el interior del edificio del que sale ya convertido en académico. "El abuelo haciendo la prueba de sonido y atril esta mañana bajo la atenta mirada de su nieto Leandro, horas antes de colocar el segundo y definitivo pie en la inmortalidad", ha dicho su hijo Álvaro, que ha retratado el momento. La semana pasada, Vargas Llosa ya fue instalado en su sillón en un acto privado en el que le entregaron la medalla de la Academia y le asignaron una palabra del diccionario para que improvisara una reflexión. El término fue Xérès, Jerez en español.
-El motivo por el que Vargas Llosa ha invitado al rey Juan Carlos a su gran cita en París
-Quién es quién en la familia de Mario Vargas Llosa
Desde hoy, el Nobel de Literatura ocupa oficialmente el sillón 18 que quedó vacío en 2019 con el fallecimiento del filósofo Michel Serres. Su madrina en este acto es la señora Florence Delay. La escritora, actriz y guionista ocupa desde el año 2000 el sillón número 10 de la Academia, en la que también estuvo su padre, el psiquiatra Jean Delay. Su padrino es el señor Amin Maalouf, escritor y periodista franco-libanés, quien ocupa desde 2011 la silla 29, antes perteneciente a Claude Lévi-Strauss. Considerado como uno de los escritores contemporáneos que más ha profundizado en la cultura mediterránea, recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2010.
La historia de su traje
Vargas Llosa luce el tradicional traje, signo distintivo de los "inmortales". Está compuesto por una chaqueta con ramas de olivo verdes y doradas que recibe de estos adornos el nombre de chaqueta verde a pesar de que la tela es oscura. Actualmente se encargan de estos uniformes diferentes diseñadores como Lanvin, Pierre Balmain, Pierre Cardin, Christian Lacroix, Stark & Sons. Sus primeras imágenes vestido como académico se han tomado en en la biblioteca del instituto francés antes de la ceremonia, donde ha posado solo y también junto al escritor francés Daniel Rondeau y el escritor e historiador francés Pascal Ory.
El autor de La ciudad y los perros, Pantaleón y las visitadoras o La verdad de las mentiras luce también una espada que recibió anoche en un acto celebrado en la editorial Gallimard. El arma se ha hecho en Toledo y el fabricante que la firma es el artesano Antonio Arellano, quinta generación de espaderos de su familia. El escritor la recogió el pasado mes de diciembre durante una visita al parque temático Puy du Fou de la que ¡HOLA! muestra las imágenes.
En la empuñadura del arma están grabadas las iniciales del autor, los símbolos que representan su vida y obra así como los nombres de los padrinos que se la entregaron, el director de la Real Academia española, Santiago Múñoz Machado; y el presidente del Teatro Real de Madrid, Gregorio Marañón. La tradición de llevar espada comenzó con la creación de la Academia al considerarlo un signo que equiparaba a los académicos con los aristócratas de la época del rey Luis XIII. "Es la primera vez que poseo una espada", dijo al recibir este símbolo que le entregó Hélène Carrère d'Encausse, madre del escritor Emmanuel Carrère, Premio Princesa de Asturias de las Letras 2021. Tal y como publica ¡HOLA!, Vargas Llosa recibió
El funcionamiento de la Academia
Mario Vargas Llosa hace historia en la Academia Francesa por varios motivos. Se trata del primer escritor en español en ingresar en esta centenaria institución que celebró la elección en 2021 y estuvo rodeada por la polémica ya que no tiene ninguna obra en francés. "Es alguien que tiene un vínculo profundo con Francia y la Academia ha hecho una excepción. ¿Por qué no? Dentro del respeto a las tradiciones hace falta a veces hacer excepciones", dijo en EFE Jean-Marie Rouart, que ocupa el sillón número 26. Además, su incorporación se produce cuando está a punto de cumplir 87 en marzo, una edad superior al tope de 75 años que se habían establecido como barrera para ocupar uno de los 40 sillones de los inmortales.
A partir de ahora, Mario Vargas Llosa se sumará a las actividades y tareas de la Academia Francesa. Una de las citas que tienen los miembros de la institución es una reunión semanal que se celebra cada jueves a puerta cerrada a las 15.00 horas. La misión de estos encuentros es contribuir al perfeccionamiento de la lengua francesa y actualizar el diccionario. En casi tres siglos de historia, solo diez mujeres han sido académicas, siendo la primera la novelista Marguerite Yourcenar en 1980. Entre los miembros se encuentran, además del Nobel de Literatura, sus dos padrinos antes citados; la autora Chantal Thomas o el obispo de Angulema, Claude Dagens.