En septiembre, cuando rompió abruptamente su relación con Iñigo Onieva y canceló la boda que había anunciado solo unas horas antes, Tamara Falcó se sentía muy segura: no había vuelta atrás en su decisión. Sin embargo, el empresario nunca desistió y luchó para reconquistar a la que seguía considerando el gran amor de su vida. Consiguió retomar contacto con la marquesa de Griñón, en busca de una cordialidad y, poco a poco, el intercambio de mensajes de móvil provocó que se reavivaran sus sentimientos. De esta forma, la vida de Tamara volvió a dar un nuevo giro de 180 grados hace mes y medio, cuando acudió junto a Iñigo a la Misa del Gallo, el día 24 de diciembre. Ambos se reencontraron en la parroquia de Puerta de Hierro, cercana a la casa de Isabel Preysler. Considerado un “milagro navideño”, ella decidió darle una oportunidad y escribir un nuevo capítulo en su historia de amor.
Desatada otra tormenta mediática, Tamara e Iñigo pusieron tierra de por medio. Concretamente, recorrieron cerca de 4.500 kilómetros, hasta el Polo Norte, para encontrar la calma. Durante aquellos días, Saariselka, una pequeña localidad de Finlandia —a 250 kilómetros del Círculo Polar Ártico—, la marquesa de Griñón y el empresario comprobaron que la química entre ellos seguía intacta: montaron en motoesquí, se subieron a trineos arrastrados por perros y hasta pescaron en los gélidos lagos de Laponia, perforando sus gruesas capas de hielo.
“Al final, Iñigo y yo nos casaremos el 8 de julio. Para nosotros, es muy importante contar con nuestros seres queridos y algunos familiares no podían venir en la primera fecha”
Pero Tamara también se llevó otra inesperada sorpresa: la de Iñigo volviéndole a pedir matrimonio. La hija de Isabel Preysler, que había podido comprobar que el empresario había cambiado de verdad, decidió seguir lo que le decía el corazón, retomando así sus planes de futuro. “Iñigo y yo nos casamos el 17 de junio”, anunciaba en ¡HOLA! hace poco más de dos semanas. “Será una boda no demasiado grande, con nuestros familiares y amigos más cercanos. La celebración será en el palacio de El Rincón y la fiesta comenzará por la tarde”, nos añadía con una mirada y una voz que transmitían más ilusión que nunca.
Un nuevo cambio inesperado
Sin embargo, Tamara es una auténtica caja de sorpresas y, esta vez, la aristócrata ha pospuesto la fecha de su boda, que se celebrará en el palacio de su padre, a las afueras de Madrid. Después de algunas informaciones difundidas por El programa de Ana Rosa, hablamos con la hija de Isabel Preysler, que nos confirma que no está embarazada y que nos aclara también las últimas noticias sobre ella.
—Tamara, estos días se ha vuelto a hablar de vuestra boda. ¿Qué día os casáis Iñigo y tú?
—Al final, nos casaremos el 8 de julio.
—Entonces, habéis aplazado la boda tres semanas, tal y como se ha dicho.
—Sí.
—¿Cuál ha sido el motivo del cambio de fecha?
—Para nosotros es muy importante contar con nuestros seres queridos y algunos familiares no podían venir en la primera fecha planteada, por razones de causa mayor. Pero así también podremos disfrutar de un poquito más de tiempo para poder organizarlo todo mejor y cuidar cada detalle, como nos gusta.
—¿Ya tienes decidido quién se encargará del diseño de tu vestido de novia?
—Todavía no. En estos momentos estamos valorando diferentes propuestas. Como diseñadora y amante de la moda, es un proceso que me apetece mucho vivir, así que estoy deseando empezar con ello. Lo único que puedo decir es que no lo diseñará mi amigo Juan Avellaneda, como han dicho, aunque contaré con su opinión a la hora de elegir el vestido.
Sobre el diseñador de su vestido de novia, Tamara confiesa: “Estamos valorando diferentes propuestas. No será Juan Avellaneda como se ha dicho, pero contaré con su opinión”
—¿Dónde tendrá lugar la ceremonia religiosa? ¿Seguirá celebrándose en el propio Rincón, que cuenta con su propia capilla?
—Sí. Toda la celebración será allí, que es un lugar con gran vínculo a mí y a mi familia.
—Especialmente, a tu padre. ¿Has pensado en cómo estará presente él en un día tan especial para ti?
—Por supuesto que estará presente. Por eso hemos elegido este lugar que es tan emblemático para él.
—Hablando de El Rincón, estos días se ha publicado que tu hermano Manolo y tú lo habéis puesto a la venta —por 7 millones—. ¿Es así?
—No. Esa noticia no es cierta.
Además de desmentir los rumores de embarazo, afirma que el palacio no está en venta, como se ha publicado: “Mi hermano Manolo y yo tenemos planes para llevar a cabo allí”
—Pero, ¿tenéis la intención de desprenderos del palacio en el futuro, ya sea a corto, medio o largo plazo?
—Tanto Manolo como yo tenemos planes para llevar a cabo en El Rincón, pero, por ahora, preferimos no contar nada.
Seis meses de preparativos
Mientras se decanta por el diseñador del vestido que lucirá el próximo 8 de julio, que es cuando sellará a sus casi 3 años de historia de amor con Iñigo Onieva, Tamara continúa con el resto de los preparativos del enlace. Es algo en lo que ella ya tiene experiencia, puesto que estuvo al frente de la gestión del palacio el Rincón, a las afueras de Madrid, cuando se abrieron sus puertas para la celebración de grandes eventos. Pero, por supuesto, la hija de Isabel Preysler está contando con ayuda para escoger cada detalle del gran día de su vida.
No obstante, sólo quedan seis meses y Tamara tiene que seguir con su frenética agenda. Este mismo lunes 6, se encontraba realizando la sesión fotográfica para su nueva colaboración para Pedro del Hierro, que se lanzará en sólo unos días y que espera repetir el éxito de las anteriores colecciones. La aristócrata también tiene previsto asistir a la Semana de la Moda de Madrid a mediados de mes, como embajadora de la misma firma. Por otro lado, continuará acudiendo semanalmente al plató de El Hormiguero, como hace cada jueves. Al mismo tiempo, se encuentra ultimando la reforma de su ático, que se encuentra a sólo unos metros de la casa de su madre. Lo que sí podemos afirmar es que, de momento, no hay firmada una nueva temporada de su reality para Netflix, a pesar del éxito de la primera entrega y del interés de la plataforma.
Por su parte, Iñigo Onieva tampoco ha estado estos días en Catar para supervisar la apertura de un nuevo restaurante de Tatel. Lo ha hecho como director de desarrollo de negocios en Mabel Hospitalitity, empresa que gestiona las inversiones conjuntas de Rafael Nadal, Cristiano Ronaldo, Abel Matutes Prats y Manuel Campos Guallar en el campo de la restauración. Pero, como ya confirmamos hace unas semanas, ha dejado de estar presencialmente en Lula Club, aunque siga siendo socio de esta discoteca madrileña. Todo para estar más unido a Tamara, con la que se casará en medio año.