A sus sesenta y cuatro años y camino de cumplir los sesenta y cinco -el próximo mes de abril-, Michelle Pfeiffer sigue siendo capaz de potenciar toda su sensualidad en cada aparición sobre la alfombra roja. Dueña de un físico espectacular, parece que la actriz ha firmado un “pacto con el diablo” y ha conseguido que el tiempo se detenga para ella. Madre de dos hijos junto al guionista y productor David E. Kelley, Claudia, a quien adoptaron en 1993, y John Henry, que nació nueve meses después de su boda, Pfeiffer reaparecía esta semana espectacular en el estreno en Los Ángeles de Ant-Man y la Avispa: Quantumanía, donde da vida por tercera vez al personaje de Janet van Dyne.
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Elegante y muy sofisticada, Michelle eligió para esta cita un ajustado vestido negro firmado por Saint Laurent con llamativas hombreras, escote alto y fruncidos en la cintura queestilizaban aún más su delgada figura. Su media melena rubia la dejó caer sobre sus hombros y como completos, la protagonista de Scarface eligió unos pendientes de aro dorados que combinó con unos llamativos brazaletes que cubrían las mangas de su vestido.
Con experiencia de sobra en estos de las alfombras rojas, pues Pfeiffer comenzó su carrera en 1979, la actriz desfiló muy divertida ante las cámaras e incluso bromeó con su compañera de reparto, la actriz Kathryn Newton, quien interpreta a Cassie Lang, la hija de Scott Lang/Ant-Man de Paul Rudd, en la secuela, y a quien la actriz asustó por detrás mientras estaba concentrada posando para los fotógrafos.
Pero hubo un tiempo en el que Michelle Pfeiffer se retiró de la primera línea, concretamente durante cinco años, y el motivo no solo fue dedicar más tiempo a su familia, sino que no era capaz de encontrar su verdadero lugar dentro de la interpretación, tal y como revelaba recientemente en el podcast The Skinny Confidential Him & Her en Dear Media. “Estaba en una especie de lugar intermedio. No me sentía como la estrella que un día fui pero todavía no era una abuela” señalaba la actriz.
Además, Pfeiffer habló de lo complicado que le resultó compaginar su carrera de actriz con su papel de madre, ya que se volvió muy exigente en cuanto a las condiciones. “No me propuse dejar de trabajar o no era mi plan, pero me volví muy exigente con los requisitos previos y todo dependía de dónde se filmara, cuánto tiempo había previsto de rodaje, en qué época del año, si podía llevarme o no a los niños. Y entonces fue demasiado difícil contratarme, sinceramente”.
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Aunque estaba enfocada en ser madre, la estrella admitió que no descartó por completo la idea de aceptar un trabajo como actriz, pero es que durante ese tiempo no hubo nada que le llamara suficiente la atención como para justificar dejar a su familia por un período prolongado de tiempo.
Michelle, que ha hecho del menos es más una seña de identidad en cuanto a su estilo se refiere, tenía 19 años cuando ganó el concurso de belleza Miss Orange County. Después de aquello su carrera despegó muy rápidamente. Comenzó haciendo pequeños papeles en series y películas hasta que en 1982 apareció junto a Al Pacino enScarface de Brian De Palma y el resto ya es historia viva de Hollywood. Ha protagonizado decenas de películas, entre las que destacan títulos como El precio del poder, Mentes peligrosas, Yo soy Sam o Lo que la verdad esconde.