Imprescindibles
La chica de nieve
Las novelas de Javier Castillo tienen un nutrido grupo de lectores ávidos de sus nuevas historias, y en el caso del libro en que se basa La chica de nieve no fue menos, tanto como en Netflix vieran que de ella se podría sacar una serie. Y lo cierto es que la serie engancha y entretiene. El misterio que rodea la desaparición de una niña de cinco años durante la Cabalgata de Reyes de Málaga y sobre todo los personajes implicados, llenos de secretos e historias turbias, son un ingrediente fundamental para mantener la atención del espectador. A pesar del cambio de ambientación de Estados Unidos a la ciudad andaluza, y de la fiesta de Acción de Gracias a Navidades, el espíritu de la serie respeta el material original, y convirtiéndolo en un solvente thriller que, aunque no es memorable, sí deja con ganas de más tras cada capítulo.
Uno de los puntos fuertes es sin duda el reparto: José Coronado ejerce de periodista experimentado y mentor de la joven Milena Smit, que a la vez ha sido víctima de algún acto violento que no se desvela en un principio. Tristán Ulloa es el marido de una amiga de los padres de la niña desaparecida — Loreto Mauleón (Patria) y Raúl Prieto—, y un hombre sobre el que pesan antecedentes de violencia. Y Aixa Villagrán (Vida perfecta) es la policía que intentará desentrañar el misterio. Todo ello forma un conjunto que puede convertir esta serie en un nuevo éxito de la plataforma, un puzle de personajes y hechos sin aparente conexión que los guionistas terminan encajando, sin descuidar el alcance emocional de la historia.
Dónde verla: Netflix
Estrenos de la semana: lo que no te puedes perder para estar al día
Sospechoso (Thriller)
Entretenida miniserie británica de cinco episodios en la que Aidan Turner (Poldark) interpreta a un psicólogo de renombre con una aparente vida perfecta hasta que en la colaboración con la policía en un caso de asesinato de repente se convierte en principal sospechoso.
Dónde verla (03/02): Movistar+
Un lugar en el cielo (Drama)
Un accidente aéreo, del que solo sobrevive un niño de doce años, se convierte en el trágico vínculo emocional de un diverso grupo de personas. La protagonizan, entre otros, Connie Britton (The White Lotus) o Taylor Schilling (Orange is the new black).
Dónde verla (03/02): Apple TV
La estrella invitada
Kerry Condon: nominada a un Oscar por Almas en pena en Inisherin
Una de las sorpresas en las nominaciones de los Oscar, anunciadas el pasado 24 de enero, fue para esta irlandesa de Tipperary, que ya intervino en grandes títulos como Las cenizas de Ángela o en películas del universo Marvel, como las tres de Los vengadores o Spiderman: Homecoming, y en series como Better Call Saul, Roma o Ray Donovan. La consagración le ha llegado con 40 años y gracias a Almas en pena en Innisherin, de Martin McDonagh, con el que ya trabajó en Tres carteles a las afueras, y que con su nueva película ha reunido 9 nominaciones. Su personaje, Siobhan, hermana de Pádraic (Colin Farrell), sueña con escapar de su pueblo aislado mientras intenta encontrar sentido a la pelea entre Pádraic y su gran amigo Colm (Brendan Gleeson).
—¿Cómo es tu colaboración con el trabajo de Martin McDonagh? ¿Por qué te atrae su material?
—No he tenido una formación formal de actriz, pero las dos primeras obras de teatro fueron de Martin. Una parte de mí siente que el trabajo de Martin es lo que me formó como actriz, porque era muy joven y se basaba en gran medida en el instinto haciendo lo que me parecía lo correcto. Soy una chica irlandesa de pueblo, así que diría que me parezco bastante a los personajes que he interpretado.
—¿Qué te pareció el personaje de Siobhan cuando leíste el guion de Almas en pena en Innisherin?
—Cuando lo leí por primera vez, me llamó la atención su inseguridad y su madurez. Tiene capas, destellos de rabia, destellos de soledad. Es muy contenido y tienes que elegir lo que vas a revelar. La rabia está reprimida. La soledad no sale a la luz. Ella lucha con esa sensación de que no la escuchan, de que lo dan todo por sentado.
—Su hermano Pádraic no parece comprender muy bien sus sentimientos, pero hay mucho cariño entre ellos.
—Sí, y eso fue fácil de interpretar porque en la vida real tengo una relación muy cercana con mi hermano y lo mismo le ocurre a Colin con su hermana, así que fue una transición fácil para los dos. Lo que pasa con Siobhan es que es tan disfuncional como el resto de los habitantes de Inisherin, pero es mejor que ellos ocultando esa disfunción. Esa sensación de vivir en una isla genera cierta disfunción no solo en sus habitantes, sino también en instituciones como la policía y la Iglesia.
—¿Qué diferencia hay entre rodar un rodaje y un escenario de teatro?
—Una de las cosas más fuertes que sentí fue que la naturaleza añadía otra capa a la historia, una capa espiritual que contrastaba con las pequeñas disputas de los personajes. ¿Por qué los seres humanos son tan mezquinos a pesar de estar rodeados por una naturaleza tan maravillosa que se cierne sobre ellos como una obra divina?
—Has mencionado que entre Colin y tú la conexión fue muy rápida...
—Tuvimos dos semanas de ensayos, lo que me encantó porque no siempre tienes la oportunidad de hacerlo en el cine. Rodar todas esas escenas juntas durante tres semanas también nos ayudó mucho a encontrar la dinámica, porque estábamos solos él y yo todos los días. Conozco a Colin desde hace mucho tiempo, pero no habíamos estado tan unidos antes, así que ese aislamiento nos resultó muy útil.
—Parece que es Siobhan la que cuida a Pádraic. ¿Crees que ella lo cuida conscientemente o es algo automático?
—Probablemente es automático porque es un aspecto de la cultura irlandesa: las mujeres se ocupan de los hombres. Nunca esperan reconocimiento por su labor, pero con el tiempo eso desgasta a Siobhan. Él está en el pub todas las noches y no hace nada en casa. Ella lo hace todo.
—La película empieza con Colm diciéndole a Pádraic que no quiere volver al pub. ¿Qué te pareció ese inicio?
—Es cierto que Pádraic no es la misma persona al final de la película. La gente puede cambiar en un santiamén, y eso es lo interesante de esta historia. Pelearse con un amigo es aún más difícil que una ruptura sentimental. Espero que cuando la gente termine de ver la película se produzcan muchas conversaciones sobre ese tema y sobre lo que significa. Y me encanta que al final te preguntes qué podría pasar con esas personas en el futuro.