Ana María Aldón ya ha pasado el duelo. Está viviendo un antes y un después, no sin sufrimiento y con un cúmulo de sentimientos luchando dentro de ella. Su matrimonio se ha roto, después de varios meses en crisis, y hace diez días ha firmado los papeles de su divorcio con el extorero José Ortega Cano. Parece que ya ha dejado atrás algunos de los momentos más horribles de su vida. Comienza una nueva etapa y nos abre las puertas de su nuevo hogar.
Una casa que busca, por encima de todo, potenciar la armonía y el bienestar de Ana María, alejándose de colores estridentes y apostando por los tonos blanco, beige y gris.
La casa se encuentra en El Casar de Guadalajara, y cuenta con dos terrazas que sin duda Ana María aprovechará cuando las temperaturas suban y llegue el buen tiempo. Es un hogar lleno de luz, muy cálida. Toda ella incita a la tranquilidad, que es lo que ella necesita. Que nada le perturbe y que reine la paz. Aún no está terminada, queda mucho por decorar, pero tiene clara una cosa: no quiere fotos, ni recuerdos.