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Falta muy poco para que María Fernández-Rubíes dé a luz a su segundo hijo. Este embarazo lo ha llevado muy bien y ha estado muy activa, sobre todo al tener que estar todo el día detrás de Nico, su pequeño pelirrojo de dos años con quien hace unos días posaba en páginas de nuestra revista. La influencer, además ha estado haciendo ejercicio, siempre adaptado a su estado, y es que, en su casa, todos son muy deportistas, sobre todo su marido, Manu Losada. Él es odontólogo y, además de dedicarse con tesón a su trabajo, hacer deporte es una de sus pasiones. Como nos ha contado María, le gusta mucho superarse a sí mismo y lleva un entrenamiento muy estricto para poder participar en una de las modalidades más exigentes que existe: los triatlones.
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El pasado mes de diciembre viajaron juntos a Miami, donde él participó en el conocido Ironman y logró un buen resultado. María no puede estar más orgullosa de él, sobre todo por cómo es como marido y como padre, pero también por su faceta de “hombre de acero”. Este año, cumplen diez años de relación y cinco de casados y está feliz por compartir su vida al lado de alguien como Manu. Así nos lo cuenta:
-¿Manu cómo es como padre?
-A mí me hacen mucha gracia los padres porque al principio les cuesta un poco más hacerse a la idea. Los primeros meses ha estado contigo, lo has sentido tú y pasas mucho más tiempo con él, sobre todo si por trabajo ellos no pueden y, al final, los dos somos autónomos. Manu se incorporó al trabajo a los dos días por necesidad porque llevábamos con la consulta cerrada mucho tiempo, entonces para los padres es más complicado ese feeling inicial que sienten las madres. Pero él es muy padrazo, le gusta mucho jugar con Nico y como es muy deportista y no para, le anima mucho a hacer cosas, no le da pereza cogerlo, llevarlo a este plan, al otro… Nico se divierte mucho con su padre y él intenta llegar antes de trabajar para jugar esa hora y media que tiene antes de que Nico se duerma. También me ha sorprendido porque tiene mucha paciencia con él y mucho temple.
-¿Hacéis de poli bueno y poli malo?
-Manu es un poco más poli malo, porque como yo paso mucho tiempo con Nico, hay veces que el “no”, le da igual ya. Así que le digo “va a venir papá y se va a enfadar” y su padre impone más.
-Tu marido además de odontólogo es un “Ironman”, ¿cuántas pruebas de triatlón como estas ha hecho?
-Como prueba “Ironman”, que al final es una marca, hizo el de Lanzarote y se clasificó para el mundial que era en Utah (Estados Unidos) en octubre, pero no pudo ir porque se lesionó. Entonces hizo el de Miami el pasado mes de diciembre. Luego, como triatlones de otras marcas ha hecho bastantes más. Es muy perseverante, muy perfeccionista y le gusta hacerlo bien por él, porque compite consigo mismo. También le gusta mucho aprender, estudia nutrición, alimentación… cuando se mete en algo, se mete de lleno. Le admiro mucho porque no sé dónde encuentra las ganas porque Manu trabaja mucho, es odontólogo y hace cirugía, implantología… y se levanta a las seis de la mañana para entrenar antes. El deporte le hace encontrar el equilibrio y le hace muy feliz.