Joana Sanz (29) ha pedido el divorcio a Dani Alves (39), según ha adelantado El programa de Ana Rosa. Tras una semana de lo más convulsa, la modelo ha decidido poner punto y final a su matrimonio con el futbolista. El mencionado espacio televisivo también ha informado que la maniquí quería transmitirle esta decisión de manera personal, pero el deportista no había querido tener un vis a vis con ella en prisión, por lo que, finalmente, han sido sus abogados quiénes se lo han comunicado.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Los días que el defensa lleva en prisión han sido muy duros para Joana, que también había perdido a su madre recientemente a causa de un cáncer de útero. En un principio, la modelo canaria quiso mostrar todo su apoyo a su marido. "Yo sé quién es mi marido, y lo respetuoso que es", señalaba. Pero, poco a poco, decidió no pronunciarse más sobre el tema, e, incluso, ha borrado la mayoría de fotografías de su esposo de sus perfiles sociales, a excepción de las colaboraciones publicitarias. De la misma manera, denunció que estaba siendo víctima de un gran acoso en Internet y que le habían llegado mensajes cargados de amenazas y odio.
Joana y Dani se conocieron en 2016 en Barcelona por unos amigos en común. El flechazo fue inmediato y en un viaje a París intercambiaron unos anillos para sellar su compromiso. "Fue muy particular, a nuestra manera, aunque no es oficial, esta boda sirve para nosotros", explicaba la modelo en ¡HOLA!. Tan solo un año más tarde se dieron el sí quiero en Formentera en una ceremonía íntima rodeados de su familia y amigos.
El hermano de Dani Alves sale en su defensa: 'Este lío está hundiendo su carrera'
Dani Alves sigue en prisión provisional sin fianza acusado de agresión sexual. Ha dado tres versiones diferentes de los hechos que se le imputan: en un principio lo negó todo y dijo que no conocía de nada a la denunciante, después contó que estaba en el lavabo de la discoteca Sutton (Barcelona) y entró la chica, y luego afirmó que fue ella quién se abalanzó sobre él para mantener relaciones consentidas. Al mismo tiempo, la joven que le denunció ha rechazado percibir una indemnización económica, puesto que considera que eso menoscabaría la veracidad del relato que ha expuesto.