Pipi Estrada y su exmujer, Teresa Viera, han coincidido por primera vez en un plató de televisión. Lo han hecho este domingo, durante la emisión del debate de la segunda edición de Pesadilla en el paraíso, formato en el que Borja, el menor de los dos hijos que tienen en común, es participante. Teresa, en calidad de defensora de Borja, y Pipi, como exconcursante de la primera entrega del formato y colaborador habitual de este tipo de galas, han compartido espacio y tiempo bajo la batuta de Sandra Barneda, que no ha perdido la oportunidad de formular varias preguntas con cuyas respuestas han evidenciado la gran relación que tienen en la actualidad, un vínculo que no siempre fue tan bueno.
"Sois un ejemplo de que os lleváis de maravilla. Esto sí que es una historia de amor, porque 25 años juntos se dice pronto y que después de tanto tiempo habléis como habláis el uno del otro y os ayudéis es un ejemplo", comenzaba expresando la presentadora barcelonesa, de 47 años, que ha querido que el tertuliano y su exmujer compartieran con la audiencia cómo han logrado llegar hasta este punto después de haber pasado por el dolor de una infidelidad. "Fue duro sobre todo porque fue mediático. Yo trabajaba en un avión y me tenía que subir y escuchar muchas historias. Lo pasé mal por eso, pero por lo demás pasó rápido. Al año, pensé 'qué a gusto estoy'", ha señalado Teresa en relación a su ruptura con Pipitras su deslealtad con Terelu Campos, que ocurrió en 2003 y que provocó el divorcio del matrimonio tras 25 años como marido y mujer.
Al escuchar estas palabras el periodista deportivo, de 68 años, ha reaccionado reconociendo queha sido "muy travieso y un trasto toda mi vida", algo que a día de hoy es diferente, pues está más centrado y siente mucho afecto por Teresa: "Ella tiene su vida y yo tengo mi vida, pero somos familia, y ese cariño, respeto y admiración que yo tengo por ella lo voy a tener siempre porque se merece mi respeto y mi admiración como madre y como mujer. Siempre me tendrá para lo bueno y para lo malo", ha agregado.
Teresa ha admitido que ese cariño que se tienen tras tantas aventuras vividas y dos hijos en común, Borja y Francisco, es el pegamento que les mantiene unidos, aunque tiene claro quenunca volvería a tener una relación sentimental con él, pues "como pareja es un desastre": "Es el mismo, solo que ya no está conmigo y me da igual", ha apuntado, desatando la carcajada de los presentes en el plató.
Por su parte, Pipi ha querido rememorar sus inicios con la que fue la primera de las mujeres de su vida, a quien conoció con 21 años y con la que pasó por el altar siendo "dos niños": "Nos casamos muy jóvenes, con 21 y 22, y hemos estado juntos 25 años en los que construimos un proyecto de pareja porque éramos una pareja real con nuestras cosas reales. Fuimos a un pisito, luego cambiamos a una zona residencial y fuimos creciendo juntos de la mano. En un momento de mi vida se cruza una historia, cambia todo y atrás quedan 25 años. Estuvimos en un paréntesis de dos años de máxima tensión y, superados esos dos años en los que uno se libera de la pasión y del deseo, vimos la vida desde otra óptica".
En esta aparición la expareja ha demostrado la excelente relación que mantiene en la actualidad, un momento en el que además ambos comparten un objetivo en común: que el segundo de sus hijos llegue lo más lejos posible en este formato televisivo, donde se ha revelado como uno de los grandes personajes. Pese a que Borja ya había trabajado como ayudante de realización en programas de televisión en cadenas como Cuatro o CNN+ y tiene formación en Publicidad y Comunicación Audiovisual, no se había puesto delante de los focos hasta la primera temporada del reality, en la que ejerció de defensor de su padre hace solo unos meses.
Borja, el hijo de Pipi Estrada que le defiende con gran simpatía en 'Pesadilla en el paraíso'