No pueden estar más felices. Desde que su hija, Bella, llegó a sus vidas, el pasado 9 de enero, la vida de Alice Campello y Morata gira totalmente en torno a su pequeña, sin olvidarse, claro está, de sus otros tres hijos, los mellizos Alessandro y Leonardo, de cuatro años, y Edoardo, de dos. Sin embargo, como toda pareja joven, deciden reservarse unas horas a solas mientras su familia se queda en casa.
Este fin de semana, los dos salieron a cenar a un conocido restaurante de la capital madrileña para celebrar su nueva paternidad y el triunfo del Atlético de Madrid en el Cívitas Metropolitano, en el cual el delantero dedicó su gol a su hija, que acudió por primera vez al estadio en brazos de su madre.
Un momento en el que la modelo italiana demostró que se encuentra cada vez más recuperada de las complicaciones que sufrió en el parto, que la llevaron a permanecer dos días en la UCI. “Me encuentro mejor, pero lloro muchísimo todavía. Estoy muy sensible, aunque he empezado a andar y a hacer la vida de antes”, confesó la influencer en sus redes sociales, al tiempo que reflexionaba sobre la importancia de donar sangre, un pequeño gesto que “salva a muchas personas”.