Se cumplen justo dos meses de la separación de Jessica Bueno y Jota Peleteiro. La fulminante ruptura ha supuesto un giro drástico para la modelo tras contraer matrimonio en 2015 con el futbolista y formar a su lado una familia numerosa junto a los pequeños Jota Jr, Alejandro y Francisco, al que tuvo durante su relación con Kiko Rivera. Ha vivido unas semanas complicadas, posiblemente las más difíciles, y le ha costado afrontar el cambio tal y como reconocía en ¡HOLA!, pero ha dado ya los primeros pasos en este nuevo capítulo que afronta con serenidad, optimismo y dispuesta a ser feliz otra vez. Analizamos a continuación los ejes que componen su nueva vida.
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Emocionante vuelta a las pasarelas
Retomar su carrera en la moda es uno de los retos que más ilusionaban a Jessica, y su deseo ya se ha cumplido. Este jueves pisaba nuevamente la pasarela y desfilaba en el Salón Internacional de la Moda Flamenca (SIMOF), que tiene lugar en el Palacio de Exposiciones y Congresos de su Sevilla natal. Con paso firme y disfrutando de cada instante, Bueno conquistaba a todos los allí presentes, entre los que estaba Olivia Palermo. "Hacía bastante tiempo que no desfilaba y estaba nerviosa, pero es volver a casa. Siempre que se hace un SIMOF se me ponen los vellos de punta", decía, avanzando que a partir de ahora la veremos más en este tipo de actos.
Su motor, la familia
La familia siempre ha sido su prioridad y ahora es también un motor para resurgir de sus cenizas como el Ave Fénix. La felicidad de sus tres niños es su máximo objetivo. Los cuatro seguirán viviendo en Bilbao ya que es donde los pequeños tienen establecidas las rutinas y se trata de una ciudad en la que Jessica se siente muy cómoda. Además, se espera que siga visitando con frecuencia Sevilla, donde viven sus padres y otras personas de su entorno que se han volcado en arroparla cuando más lo necesita. También los padres de Jota Peleteiro están muy pendientes de ella.
Un actitud positiva
Es natural que el miedo nos invada ante un cambio, pero la ilusión y las ganas prevalecen en el caso de Jessica. La modelo de 32 años ha demostrado tener una admirable actitud ante las dificultades y tiene claro que no puede perder la fuerza. "No soy una niña. Me siento contenta, madura y con fuerzas para vivir mi día a día", ha explicado durante su reaparición pública esta misma semana. No se atreve a decir si estamos ante una nueva Jessica, pero sí tiene claro que todos atravesamos por diferentes etapas en la que la adaptación es clave. Además, confía que este 2023 va a ser un año muy bueno.
Un sueño hecho realidad
Desde que conoció a Jota Peleteiro, Jessica apostó por volcarse en la familia, pero sus inquietudes la llevaron a compaginarlo durante cuatro años con estudios en Protocolo y Organización de eventos. Ahora que ha finalizado la carrera ha puesto en marcha lo aprendido y ha fundado con una amiga a la que conoció durante la carrera una empresa de eventos llamada Birya Studio. "Hace nada hemos inaugurado nuestra empresa de eventos, así que estoy maravillada, viendo todo desde otro punto de vista, fijándome en todo, empapándome...", decía entre bambalinas de SIMOF. Para la modelo no hay límites y asegura que tiene muchas ganas "de que la gente pueda conocer de lo que somos capaces". Por el momento dice haber tenido un excelente inicio puesto que ya han firmado varios contratos.