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El amor siempre gana. Si no que se lo pregunten a Tamara Falcó e Íñigo Onieva. Esta semana la pareja anuncia, en exclusiva, en ¡HOLA!, la fecha de su esperada boda. “Íñigo y yo nos casamos el 17 de junio -era, desde el principio, la fecha elegida-. La celebración será en el palacio de El Rincón y la fiesta comenzará por la tarde”, detalla la diseñadora. Sin embargo, será una boda familiar, “con nuestros familiares y amigos más cercanos”. Tras su reconciliación y retomar el noviazgo, lo natural era querer casarse algún día y formar una familia. Algo que no se ha hecho esperar.
El lugar escogido para volver a pedirle matrimonio a la marquesa de Griñón ha sido su reciente viaje al Polo Norte. Íñigo se llevó el anillo de pedida a Finlandia, escondido entre sus cosas. Y cuando creyó que era el momento oportuno, le volvió a pedir matrimonio a la hija de Isabel Preysler. Pero, ¿es el mismo anillo que la primera vez?La respuesta es no. Esta segunda pieza es diferente a la primera. La razón es que, cuando Íñigo se planteó pedirle compromiso por primera vez, su intención era que coincidiera con la fecha de su segundo aniversario -el 12 de septiembre-.
Sin embargo, la firma le cedió un anillo del mismo diseño, mientras que el definitivo se terminaba de producir. Pero ahora Tamara ya puede estar tranquila y lucir su su verdadero anillo: una versión mejorada con piezas superiores al diseño estándar que ofrece la firma, tal y como avanzamos en las páginas de nuestra revista, que se encuentra disponible en los quioscos.
El futuro marido de Tamara encargó una versión mejorada con piezas superiores al diseño estándar que ofrece la firma
© GTresEl nuevo anillo, diseño toi et moi
Se trata de un anillo de compromiso muy especial. Es un modelo mejorado, con piezas de mayor categoría, donde parte de la misma base en cuanto al diseño; toi et moi, con piezas de mayor valor. Tras su ruptura, Íñigo no quiso desprenderse del anillo de compromiso que en su momento le entregó a la hija de Isabel Preysler, y como se apreciaba en las imágenes que publicamos entonces, se reunió en un céntrico hotel de la capital -situado en la plaza del Carmen-, con dos de los empleados de la tienda en la que adquirió dicho anillo, pidiéndoles que lo ‘custodiasen temporalmente’ .
“Íñigo y yo nos casamos el 17 de junio. Será una boda no demasiado grande, con nuestros familiares y amigos más cercanos. La celebración será en el palacio de El Rincón y la fiesta comenzará por la tarde”
© GTres
© @tamarafalco/@ionievaSe trataba de una pieza elaborada en oro blanco, con tres diamantes de talla pera engarzados, de 0,30 quilates cada uno. Al fin y al cabo, esta joya simboliza el amor, pero también un momento amargo… Han sido meses muy duros para Tamara. Con el corazón roto tras la infidelidad, en Navidad se obró el milagro y, tres meses después, se daban una segunda oportunidad. La pareja, muy ilusionada, retomó su noviazgo, dejando atrás los malos momentos. Ahora, Tamara e Íñigo han decidido alejarse del foco mediático y, han pasado este fin de semana en Praga, donde han asistido a la fabulosa fiesta de cumpleaños de un amigo. Al final su historia de amor es tan solo suya.
