Tamara está feliz. La sensación, imaginamos, debe de ser algo así como despertar de una terrible pesadilla y respirar aliviada al comprobar que todo está bien, que el amor gana, que Íñigo ha regresado a su vida y que esta vez es para siempre.
Según ha podido saber ¡HOLA!, Íñigo se volvió a declarar hace unos días, durante su viaje al Polo Norte. Los dos decidieron mantener la fecha que habían escogido antes de la ruptura
Sonríe con los ojos, con la voz. Nos dice: “Íñigo y yo nos casamos el 17 de junio. Será una boda no demasiado grande, con nuestros familiares y amigos más cercanos. La celebración será en el palacio de El Rincón y la fiesta comenzará por la tarde”.
Tras su romántico compromiso, Tamara e Íñigo han pasado este fin de semana en Praga, donde han asistido a la fabulosa fiesta de cumpleaños de un amigo
Era, desde el principio, la fecha elegida. Pero, como todo el mundo sabe, pocos días después de anunciar su compromiso, en septiembre, todo se vino abajo. Se canceló la boda, se terminó el noviazgo y Tamara volvió a la soltería, con la cabeza bien alta, pero sintiendo, por dentro, un dolor imposible de imaginar.
Pasaron tres meses de duelo y de confusión, de ruptura total. Hasta que Tamara encontró el coraje para perdonar y apostar por el amor de su vida. Ha contado que un día escuchó una conversación, entre su madre y su hermana Chábeli por teléfono, en la que Isabel confesaba que el único hombre que le había roto de verdad el corazón había sido Julio Iglesias. Su madre no pudo perdonar a quien en aquel momento era su marido, pero ¿podría intentar ella perdonar a Íñigo? Esta reflexión, unida a la oración ante la virgen de Medjugore, a la que pidió que le ayudara a decidir, hizo que, poco a poco, Tamara empezara a plantearse la posibilidad del reencuentro.
Por fin, en Navidad, se obró “el milagro”. La pareja retomó su noviazgo, con más fuerza, esperanza e ilusión que nunca. El revuelo fue tremendo. La reconciliación más sonada de la historia, más aún que la ruptura. Y para alejarse del ruido mediático, Tamara e Íñigo quisieron poner tierra de por medio. Se fueron ni más ni menos que al Polo Norte. Lejos de miradas indiscretas. Se alojaron en un romántico hotel rodeado de nieve, los dos solos, frente a la chimenea, por fin en paz.
Quedan menos de seis meses para prepararlo todo, aunque los novios no han querido cambiar la fecha que ya estaba prevista
Íñigo se vuelve a declarar en el Polo Norte
Tamara no se imaginaba que Íñigo se declararía tan pronto. Pero cuando las cosas están claras, no hay por qué esperar. Por supuesto, si el noviazgo seguía adelante, lo natural era querer casarse algún día y formar una familia.
Sin embargo, si Íñigo ya tenía claro que fuera su mujer la primera vez que le pidió matrimonio, este hecho se reafirmaba tras pasar tres meses en los que daba por perdida a Tamara. Por eso, al volver con ella, se llevó el anillo de pedida a Finlandia, escondido entre sus cosas. Cuando sintió que era el momento oportuno, le volvió a pedir a Tamara que se casara con él.
El vestido no está encargado, ni las invitaciones. Tampoco los documentos necesarios para poder celebrar una boda religiosa, como es el deseo de ambos
Este segundo anillo es diferente al primero. Cuando Íñigo se planteó pedirle compromiso a Tamara por primera vez, quería que la pedida coincidiera con la fecha de su segundo aniversario: el 12 de septiembre. Sin embargo, el diseño que Íñigo encargó era una versión mejorada con piezas superiores al diseño estándar que ofrece la firma. Estas mejoras en el anillo suponían unos largos tiempos de entrega y no estaría listo para el aniversario. Por lo tanto, la firma le cedió un anillo del mismo diseño, pero con piezas estándar, mientras el definitivo se terminaba de producir.
El nuevo anillo de pedida es la versión especial que Íñigo mandó elaborar para Tamara, donde parten de la misma base en cuanto diseño, (diseño toi et moi), pero es una versión mejorada, con piezas de mayor categoría. Un anillo muy especial que Tamara llevará para siempre, junto a su alianza de casada.
El anillo es el definitivo que Íñigo diseñó especialmente para Tamara, un modelo mejorado, con piezas de mayor categoría
Tras el emocionante “sí” de la novia, la decisión de cuándo y dónde casarse no fue difícil de tomar, sería bonito mantener el día de la boda que ya estaba previsto, el sábado 17 de junio de 2023, aunque eso significara que solo quedaban seis meses para prepararlo todo.
El vestido no está encargado. Tampoco las invitaciones ni otras muchas cosas que los novios tendrán que organizar. Entre ellas, todos los documentos necesarios para poder celebrar una boda religiosa, como es su deseo.
Lo que es seguro, es que la fiesta será en El Rincón, la casa de Tamara, donde se han casado muchos familiares suyos y donde vivió su padre hasta el final de su vida. Un lugar con un enorme peso emocional para la novia. Tanto es así que, hace algunos años, Tamara se vistió de blanco para un reportaje de moda nupcial en ¡HOLA!. Nos decía entonces que su boda soñada sería en este precioso palacio, cerca de Madrid, con sus bonitos salones y sus jardines llenos de flores. Y el 17 de junio, sábado, su sueño se hará por fin realidad.
Fin de semana bajo la nieve de Praga
Íñigo y Tamara están decididos a disfrutar de todas las oportunidades que les ofrezca la vida. Y en este momento, salir de Madrid supone un gran descanso para ellos. Vayan donde vayan, todo el mundo los mira, comenta, les hace fotos y vídeos con las cámaras de sus teléfonos móviles. La presión es inmensa. Así que recién llegados, casi, de Finlandia, volvieron a hacer las maletas, esta vez con destino Praga, donde un amigo de Tamara celebraba una fabulosa fiesta de cumpleaños. En la maleta, varios vestidos elegantes, abrigos, botas de nieve y el esmoquin para Íñigo.
La celebración será en El Rincón, donde se han casado muchos familiares de Tamara y donde vivió su padre hasta el final de su vida. Un lugar con un enorme peso emocional para la novia
El fin de semana ha estado lleno de actividades. Ha habido cenas entre amigos, visitas a la ciudad y a algunos de sus museos, paseos bajo los copos de nieve y muchas risas. Todos los invitados a la fiesta se alojaban en el mismo hotel, Julius, así que la diversión estaba asegurada. El sábado por la noche se celebró una cena de gala, elegantísima, en el Banco Nacional de Praga. Tamara e Íñigo fueron, como ya es costumbre, la pareja más enamorada de la noche.
Planes de familia y futuro
Cuando una pareja decide contraer matrimonio, la pregunta es inevitable… “¿Os gustaría tener hijos pronto?”. A Tamara le encantan los niños, no hay más que verla con sus sobrinos Miguel y Mateo, los hijos de su hermana Ana, que además son sus ahijados de Bautismo. Cuando llegue el momento, seguro que será una buenísima madre, alegre, divertida y entregada, aunque el deseo de convertirse en madre ha llegado después de encontrar a la pareja ideal y como consecuencia del amor que los une.
“El amor gana y es lo que ha prevalecido tras estos meses tan duros”, declaró Íñigo a su prometida. “Mi absoluta prioridad eres tú y nuestro proyecto conjunto de pareja y de familia”, añadió
No adelantemos acontecimientos. Acompañemos a Íñigo y Tamara hacia su boda, disfrutemos con ellos de su historia de amor, de sus preparativos, sus viajes, sus ilusiones. Y que sea, ojalá, como escribió Íñigo tras su reconciliación: “El amor gana y es lo que ha prevalecido y lo que nos ha traído aquí tras estos meses tan duros. Ha sido un aprendizaje donde me doy cuenta de que no hay nada que se pueda anteponer a ti. Mi absoluta prioridad eres tú, tu felicidad y nuestro proyecto conjunto de pareja y de familia”.