Una vedette. Un domador de leones. Y un rey. Basta con esta escueta enumeración de personajes para revivir toda una época de película. De destape, de chaquetas de pana, de bolas plateadas de discoteca, de UHF, Mundiales, Uri Geller, Aplauso, La casa de la pradera y hasta de Golpes -fallidos- de Estado… Memoria sentimental colectiva de un país en transición con tres protagonistas que, durante más de una década, interpretaron algunos de los momentos más brillantes y también más oscuros de la Humanidad (rosa). La historia de amor de la entonces presentadora del momento, Barbara Rey, reina de ‘Palmarés’, y de Ángel Cristo, el domador del Circo más grande del Mundo, que llegó incluso al Ministerio de Hacienda.
No en vano, Bárbara fue la imagen elegida por el entonces Gobierno de UCD para que, como ejemplo, el españolito de a pie hiciera debidamente la Declaración de la Renta… Después, aquel matrimonio devino en guerra civil con armas de destrucción masiva. Una relación tóxica con maltrato, estupefacientes, noches de bingo, lentejuelas, elefantes y amores furtivos como ingredientes. Y, también, con manos negras de por medio, robos de cintas comprometidas, secretos de Estado… O sea, un historión. Ése es el material con el que juega Cristo y Rey, la serie de Atresplayer, con Belén Cuesta y Jaime Lorente en los papeles de la actriz de Totana y del malogrado domador.
Un cuento cruel y mítico que todos hemos visto y leído en el papel cuché pero que, en el caso de Sofía Cristo es la historia de su vida, de su familia, su pasado y sus fantasmas. Porque hubo cosas que, sí, que saltaron a la luz pública. Muchas, tal vez. Hasta la noche de amor de su madre con la periodista Chelo García Cortés, ésa en la que, como en el cine, se sintió extraña. Pero otras muchas, sin embargo, forman parte tan solo de su memoria, de la privacidad de una casa cuando se cerraba la puerta con llave y, por supuesto, el foco estaba apagado.
“Estoy muy emocionada”, nos contaba la hija de la diva de Murcia a las puertas del cine Callao donde tenía lugar la premiere del primer capítulo de la serie en pantalla grande. “Y muy agradecida -continuaba-. Es lo que realmente se merecían mis padres”. En plural, sí. Y sorprende porque Sofía siempre tomó partido por madre. Relató en televisión diversos episodios violentos con su padre. También de consumo de sustancias. No podía ser de otra forma entonces. Hoy el tiempo le haya llevado a entender, de alguna forma, a su padre a quien, como nos confesará más tarde durante la conversación, nunca llegó a conocer del todo.
- ¿Cómo fue llegar a ese set de rodaje en el que podías revivir cosas que formaban parte de tu vida?
- Fue un shock. Un poco… Regreso al pasado. Como entrar en el DeLorean y, de repente, aparecer allí.
Los sentimientos son muchos y todos, muy contradictorios, nos cuenta Sofía. Sin embargo, visto con el tiempo, la sensación ahora es de paz y de agradecimiento. “Yo creo mucho en lo que uno pide y yo siempre he pedido -al Universo, a Dios…- que se hiciera una serie sobre la verdad sobre mis padres. Sobre todo, sobre mi madre. Y se ha cumplido. Como para que luego digan que la Ley de la atracción no funciona…”.
Pero ¿está preparada para que se vuelva a suscitar la polemica? Y, especialmente, ¿para que su madre y su historia vuelvan a ponerse en entredicho? Si tenía que haber hecho tal o cuál cosa. Si se equivocó o no. Si sus deseos por sobrevivir fueron lícitos pero erráticos… “¿Sabes lo que pasa? Que llevan opinando toda la vida de nosotros igualmente. O sea, que por una vez más tampoco va a pasar nada. Y mira, si es por una superproducción como ésta, pues se merece que opine todo el mundo”, zanja la DJ y coach quien, ante la dureza del contenido de la serie, ella lanza un mensaje resiliente.
“Es que la vida es dura, ¿no? Todos hemos tenido una vida dura. Seguro que si tú me cuentas tu vida ahora mismo habrá cosas que diga, ‘Pfff, qué duro, tío’ pero hay que revivirlas si queremos que se curen. Yo creo que ésa es la mejor terapia”, explica Sofía que, muy al contrario de lo que se podría pensar, no ha visto la serie al completo sino que ha preferido sentarse delante del televisor como cualquier otro espectador, para gozar de la trama como si fuera ajena a ella misma. Apostando, de hecho, por el factor sorpresa. “Aúnque sí sé que en la serie se podrán ver algunas cosas que yo, incluso, desconocía… Otras, sí. Sí que sé que se cuentan y sí que sé cómo se cuentan… Lo mejor de la serie es que, aunque tiene una parte de ficción, la base es real y se va a contar la verdad. La verdad de boca de mi madre y no a través de las miles de personas que llevan opinando de su vida una eternidad sin saber”.
Y en esa narración de los hecho de manera fidedigna, Sofía también ha tenido que ver. “Belén (Cuesta) ha estado mucho con mi madre. Adri (Adriana Torrebejano) ha compartido conversaciones con Chelo García Cortes. Jaime (Lorente) con gente muy cercana a mi padre. Conocidos de la familia, amigos... porque la familia de mi padre no ha colaborado… Y yo he estado, sobre todo, con los guionistas”. Y ya que hablamos de los actores que dan vida a sus padres, ¿Qué opinión le merecen?: “A mi el reparto me parece estelar. No se podía escoger a unos actores mejores. Estoy muy orgullosa. Son unos actores ya actrices consagrados. Muy buenos. Y creo que eso le da aún más categoría a la serie. Es una superproducción en todos los aspectos”.
Sobre el pudor que le podría ocasionar descubrir las interioridades de su familia al completo, al desnudo y con toda su crudeza, la Dj prefiere hablar de sorpresas. Sobre eso, afirma, porque siempre la realidad supera a la ficción.“Espero que el publico se sorprenda, pero más que nada porque lo que ocurrió fue así en realidad.... Aunque, lo más impactante supongo que me pasará a mí: conocer a mi padre. Viendo la serie sabré quién fue mi padre porque, en cierta manera, es un gran desconocido para mí. Yo viví con él muy pocos años en realidad y tengo muchas ganas de saber cómo era”.
- ¿Podrás enfrentarte a los fantasmas del pasado?
- Bueno. Sí. Supongo... Pero… podré soportarlo.