La relación de Estefanía Unzu , más conocida en las redes sociales como Verdeliss, con su marido, el abogado Aritz Seminario, está repleta de buenos momentos, entre ellos la llegada al mundo de sus ocho hijos, el pilar de sus vidas: Aimar, de diecisiete años, Irati, de doce, Laia, de once, Julen, de ocho, las mellizas Eider y Anne, de seis, Miren, de tres y la benjamina de la casa, Deva, que cumplirá un año el próximo mes de febrero. Todos forman una numerosa familia que España entera conoce.
Mucho más que la romántica historia de amor de la influencer y empresaria navarra que se remonta a casi dos décadas atrás. En el año 2004, Estefi y Aritz eran dos jóvenes que trabajaban juntos en una pizzería. En ella, entre hornos, masas y pedidos, surgió el amor de la pareja y, a partir de ese momento, decidieron no separarse jamás.
Ambos no tenían claro su futuro, no tenían una estabilidad laboral sólida, pero quisieron luchar por su camino unidos. Después de tres años de noviazgo, supieron que estaban hechos el uno para el otro y sellaron su vínculo pasando por el altar. Su boda tuvo lugar el treinta y uno de agosto de 2007.Por aquel entonces, ya habían comenzado la aventura de la paternidad, dando la bienvenida a su primogénito: “Cuando Aritz y yo recibimos a nuestro primer hijo, éramos muy jóvenes y sobrevivíamos con una mano delante y otra detrás. Él trabajaba como becario en un despacho y yo, como camarera en un restaurante. Nos daba lo justo para vivir muy limitadamente y pagar nuestro alquiler en Madrid. Visualizar en aquellos momentos el mantener a tantos hijos sólo entraba en nuestro sueño idealizado. Ahora, nuestra casa no conoce el silencio y es un lugar perturbado por la actividad frenética de pequeñas personitas que la llenan de amor. Tanta actividad es, por momentos, agotadora, pero se compensa con la felicidad que nos aporta”, confiesa Verdeliss en las páginas de la revista ¡HOLA!
Al lado de su numerosa familia, la exconcursante de GH VIP 6 ha encontrado la máxima felicidad. Una dicha que comparte con su exitosa vida profesional como influencer con más de millón y medio de seguidores y como empresaria de su propia marca de cosmética natural, Green Corners. Sin embargo, Estefanía es, sobre todo, madre, una faceta a la que no ha querido renunciar a pesar de que ha tenido que prescindir de muchas cosas, tal como cuenta también: “ Perdí muchas amistades porque me quedé embarazada con diecinueve años y mi etapa vital no coincidía con la de mis amigas. Ellas salían de fiesta mientras que mi objetivo prioritario era la maternidad”. Y añade: “También está la renuncia al desarrollo profesional. A mí me habría gustado hacer una carrera universitaria, pero, criando a nuestros hijos sin ayuda, era inviable. Al final pude estudiar Auxiliar de Enfermería a distancia y la espinita se me quedó algo menos clavada. Pero no me arrepiento de nada”.
Aunque está volcada en el cuidado de sus hijos, Verdeliss no descuida su relación con Aritz, con quien recientemente disfrutó de una escapada para celebrar el decimoquinto aniversario de su boda. “Escasea tanto nuestro tiempo que, cuando nos damos el gusto, lo disfrutamos más. Este año nos hemos escapado de viaje de aniversario de boda a Sevilla y lo hemos disfrutado como dos recién enamorados”, cuenta de su pareja, con quien atravesó una pequeña “crisis” en su matrimonio hace tres años y de quien destaca su faceta como padre: “Es el mejor que te puedas imaginar. Cuando nos estrenamos con Aimar, le daba apuro bañarlo por si se le resbalaba y ahora tiene destreza para peinar a una, enjuagar a otra y vestir a la siguiente al mismo tiempo. Además, es muy divertido y. cuando está con sus hijos saca su mejor versión. No tiene reparos en tirarse al suelo para hacer el caballito y siempre está inventando chistes y juegos. Y por la noche me derrite de amor porque nunca falla a su cita de leerles un libro antes de dormir”.