Es conocida como la Iglesia de los Artistas por lo que el escenario es del todo apropiado para su despedida. La actriz Gina Lollobrigida, fallecida el pasado 16 de enero a los 95 años, ha sido despedida hoy con un funeral en la basílica de Santa María in Montesanto, templo barroco situado en la Plaza del Pueblo de Roma. Su adiós, igual que su vida, no ha estado exento de polémica pues entre los asistentes estaba Javier Rigau, con quien protagonizó un comentado matrimonio y a quien llegó a denunciar por estafa. El catalán no se ha separado del hijo y nieto de la artista tras la muerte de la diva, acudiendo también a la capilla ardiente que quedó instalada en la Sala de la Protomoteca del palacio del Campidoglio el miércoles 18 de enero. La relación de Gina y Rigau, 34 años menor que la artista, acaparó titulares en todo el mundo y, en 2010, acabó en una boda por poderes que, según la actriz, fue celebrada sin su pleno consentimiento por lo que en 2016 le denunció por estafa.
Sin embargo, Rigau ha asegurado que se despidió en buenos términos de la intérprete. “Llegué a tiempo para despedirme de Gina. Estoy feliz, ella también, estaba consciente” ha dicho. También con su hijo Milko y su nieto Dimitri había tenido diferencias Gina en los últimos años, pues estaban tratando de inhabilitarla asegurando que su fortuna estaba en riesgo, dado que, apuntaban, la actriz malgastaba su dinero haciendo regalos a su asistente y amigo personal Andrea Piazzolla (se conocieron en 2014). En diciembre de 2021, la italiana manifestó el inmenso dolor que le provocaba esta batalla familiar.
Antes de que diera comienzo la ceremonia, su hijo Milko, de 66 años, pedía olvidar precisamente las polémicas. “Es un día que nos recuerda que estamos de paso. A veces confundía a mi madre con el personaje. Solo pido una cosa: por hoy dejemos la polémica en paz, no es el momento. Quiero que sea un día tranquilo y hermoso, en memoria de mi madre”. Su nieto Dimitri, de 27, se confesó un tanto bloqueado. “Me siento tenso, se me corta la voz. Cuanto más estoy aquí, más momentos con ella vienen a mi mente”. En la iglesia estaba también su asistente y mano derecha Andrea Piazzolla, que declaró que no tenía fuerzas para decir nada y a quien se pudo ver llorando en la iglesia. Asistieron además a la misa la actriz italiana de comedia Barbara Bouchet, la también actriz Mara Venier, Lucia Borgonzoni y el director de cine Giulio Base con su mujer Tiziana Rocca, entre otros.
Los restos de la actriz fueron recibidos a las puertas de la iglesia por una multitud que la vitoreaba y gritaba: "La regina di Roma" (La reina de Roma), mientras sonaba una fanfarria de los Bersaglieri, un cuerpo de infantería del ejército italiano. En los primeros bancos, el hijo y nieto de Gina se sentaron junto a Javier Rigau durante la misa que comenzó media hora más tarde de lo previsto, en torno a la 1 del mediodía, ante una foto de juventud de la actriz y su féretro, sobre el cual reposaba una enorme corona de rosas rojas. En su homilía el párroco Walter Inserodestacó las obras solidarias de la artista que conoció, según dijo, a la madre Teresa de Calcuta. "De manera confidencial, la conoció y apoyó sus obras al servicio de los pobres. Gina nunca lo dijo. Construyó un hospital para los pobres en la India, ayudó a los niños en África y en otros lugares, además de pensar en los necesitados de nuestra tierra. Comprendió que hay más alegría en dar y en compartir que en recibir".
El director de cine Giulio Base pronunció unas palabras durante la misa igual que Adriano Aragozzini, amigo de la actriz: "He viajado por todo el mundo con Gina. Australia, Japón, España, Nueva York... fuimos al show de Dean Martin, luego México, Argentina y Perú donde, por casualidad en nuestro hotel, conoció a los primeros tres astronautas que fueron a la luna y entre ellos nació una amistad". Continuó luego diciendo: "La vi sufrir en el último período de su vida, pocos días antes de morir me dijo: '¿Por qué de quien esperaba amor me hizo tanto daño?".
Después de la ceremonia, el féretro de la actriz fue trasladado a Subiaco, su ciudad de origen. En el año 2000 había manifestado su voluntad de reposar allí, por lo que el municipio dispuso un lugar en el que colocar una tumba monumental que actualmente está en proceso de restauración. Será pues enterrada temporalmente en un nicho municipal y luego trasladada cuando finalicen las reformas.