Su lugar de descanso será Graceland. La mítica mansión que en su día perteneció al rey del rock Elvis Presley acogerá los restos de su única hija Lisa Marie. La artista, que falleció el pasado 13 de enero a los 54 años después de sufrir un ataque al corazón, descansará para siempre junto a su padre y su hijo Benjamin, ambos fallecidos también de manera prematura e inesperada. El próximo domingo 22 de enero se celebrará un servicio público en la citada propiedad, que tantos recuerdos guarda. Así lo ha confirmado el representante de su hija Riley Keough a través de un breve comunicado. “Riley, Harper, Finley y Priscilla agradecen el apoyo, buenos deseos y cariño hacia su querida Lisa Marie. Se celebrará un servicio público en su memoria en la explanada frontal el próximo domingo 22 de enero a las 9 horas en Menphis”.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Nicolas Cage, desolado por la muerte de su exmujer Lisa Marie Presley: 'Iluminaba cada habitación'
Los cuatro hijos que tuvo Lisa Marie Presley, su mayor orgullo
No se han dado más detalles acerca del programa de la ceremonia, aunque sin duda será un momento muy difícil para sus hijas y su madre Priscilla, de 77 años. Lisa Marie será inhumada en el conocido como Meditation Garden, una zona de la propiedad que se ha convertido en cementerio familiar donde reposan los restos de Elvis, que murió el 16 de agosto de 1977 con 42 años a causa también de un ataque al corazón; de Gladys, madre del artista; de Vernon, su padre; y de Minnie Mae, abuela de Elvis. En 2020 fue enterrado además allí Bejamin, hijo de Lisa Marie, que murió a los 27 años. La propia Lisa Marie había escrito acerca del que será su lugar de reposo eterno en la canción Light’s Out, que incluyó en su álbum debut To Whom It May Concern, de 2003. “Es donde mi familia está enterrada y se fue / la última vez que estuve allí me di cuenta de que quedaba un lugar vacío / a su lado en Menphis”. Unos días antes de su muerte casualmente Lisa Marie había pasado tiempo en la finca celebrando el que hubiera sido el 88 cumpleaños de su padre.
La propiedad, tras la muerte de Lisa Marie, permanecerá en la familia. Ella fue la heredera única de los bienes de Elvis Presley tras la muerte del cantante y serán ahora sus hijas quienes administren la propiedad.Lisa Marie tuvo cuatro hijos: Riley, de 33 años, y Benjamin, de 27 (falleció en 2020), fruto de su matrimonio con Danny Keough; y las mellizas Harper y Finley, de 14 años, nacidas de su matrimonio con Michael Lockwood.Las tres nietas del artista serán las beneficiarias del fideicomiso que tiene la propiedad de la mansión. Recordemos que un fideicomiso es una manera de titularidad de la propiedad que designa a un fideicomisario como propietario legal de los activos y a varios beneficiarios que gozan de los beneficios de los bienes depositados en el fideicomiso.
De acuerdo a la página oficial de la mansión, esta fue transferida a Lisa Marie cuando solo tenía nueve años tras la muerte de Elvis, aunque estuvo gestionada por terceros hasta su 25 cumpleaños en 1993. Lisa Marie entonces tuvo pleno control sobre ella, por lo que creó The Elvis Presley Trust para gestionarla junto a su madre Priscilla y el National Bank of Commerce. También a sus 25 años heredó Lisa Marie una gran cantidad de dinero que se cifró en 100 millones de dólares (más de 90 millones de euros) aunque en alguna ocasión admitió que las malas inversiones habían mermado la cuantía.
Graceland fue la residencia de Elvis Presley en Memphis, Tennessee, desde que este tenía 22 años y también el lugar donde murió. La mansión se ha convertido en uno de los lugares de peregrinación obligada para los nostálgicos, alcanzando un volumen de visitas que supera las 600.000 y la coloca como la segunda propiedad más visitada de los Estados Unidos, solo por detrás de la Casa Blanca. Excéntrica, recargada y barroca guarda los recuerdos de la leyenda musical que abarrotó estadios y escandalizó con sus movimientos y estilo de vida. En 1982 abrió sus puertas al público manteniendo, eso sí, una zona privada donde estaban las habitaciones del artista y la de su hija. Es allí donde ella se alojaba cuando visitaba la casa.