Ana Rosa Quintana es uno de los numerosos ejemplos de mujeres fuertes y valientes que viven cada día su lucha contra el cáncer. Hace un año, la presentadora anunció que padecía un carcinoma en una de las mamas, y, aunque el diagnóstico era optimista y no se había producido metástasis, Ana ha tenido que enfrentarse a un intenso tratamiento de quimioterapia que le ha obligado a retirarse del plató temporalmente. Con mucha pena en el corazón pero con la determinación de cuidarse y poniendo todas sus fuerzas en superar la enfermedad, la presentadora se despidió de sus compañeros de programa, con la esperanza de regresar pronto. Y así ha sucedido. Después de once meses retirada, el pasado mes de octubre volvió a pisar el plató de Telecinco.
Desde el comienzo, la actitud de Ana ha sido un elemento fundamental para superar la enfermedad. Esta semana, la presentadora ha protagonizado la portada de la revista ¡HOLA! con un precioso reportaje donde se sincera como nunca acerca de su vida, su futuro y cómo ha superado este difícil año luchando contra el cáncer. En este proceso, el cuidado de la alimentación y el deporte han sido dos pilares claves. Después de recibir el diagnóstico, contactó con una naturópata para comenzar con una dieta estricta donde predominan las verduras, la fruta, y elimina los procesados, el azúcar y las grasas, según anunciaba ella en una publicación de instagram.
Por otro lado, Ana Rosa se ha entregado al deporte para fortalecerse físicamente y se ha puesto en manos de una entrenadora licenciada en Ciencias del Deporte con un doctorado en Oncología. “Hay que tener la musculatura bien y en forma para recuperarte completamente”. Además de los entrenamientos, también desvela que camina hasta diez kilómetros al día, y que es una rutina fundamental “no sólo físicamente, sino también para la cabeza”.
Esta es la segunda vez que el cáncer vuelve a cruzarse en la vida de Ana Rosa. La primera vez fue en julio de 2010, hace trece años, pero decidió mantenerlo en secreto hasta 2018 para no preocupar a sus hijos, y se sometió a un tratamiento de radioterapia que no le impidió seguir trabajando en su programa matinal. Desde entonces, la periodista, de 67 años, es uno de los rostros que promueven la prevención y la importancia de las revisiones médicas.