La primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, de 71 años, ha sido operada este miércoles en el Centro Médico Nacional Walter Reed, próximo a Washington, para extirparle dos tumores que los especialistas descubrieron durante una revisión rutinaria de prevención contra el cáncer de piel. Uno de los tumores estaba localizado en el párpado del ojo derecho y el otro, en el lado izquierdo del pecho.
-Los Biden, al más puro estilo 'royal' en el balcón de la Casa Blanca
Ambos los han extraído mediante el procedimiento conocido como cirugía de Mohs, una técnica muy efectiva si se practica a tiempo. Tras extraer el tejido, los doctores confirmaron que se trataba de dos carcinomas de célula basal, un tipo de cáncer de piel muy común, pero que es muy poco habitual que se expanda o provoque metástasis como sí ocurre con los melanomas y con otros tipos de cánceres cutáneos.
Afortunadamente, la operación de Jill Biden "ha ido bien", según ha informado el médico de la Casa Blanca, Kevin O'Connor. Ha explicado también que han podido eliminar todo el tejido cancerígeno "de forma exitosa" y que "los márgenes de las zonas estaban limpios de cualquier célula cancerosa residual de la piel".
Durante la intervención, los cirujanos descubrieron otra pequeña lesión en el párpado del ojo izquierdo que fue "completamente extirpada, con márgenes, y fue enviada para un examen microscópico estándar". En cualquier caso, le harán un seguimiento para comprobar que se cura de correctamente, pero no se prevén más intervenciones.
La primera dama tiene "hinchazón facial y hematomas” tras la operación, "pero está de buen humor y se encuentra bien", tal y como ha apuntado O’Connor, quien también ha señalado que su marido, Joe Biden, ha estado junto a ella en todo momento. Lamentablemente, el presidente estadounidense ha sufrido de cerca el cáncer, pues en 2015 perdía a su hijo mayor, Beau, a causa de esta enfermedad.