Está a punto de cumplirse un año desde que se desvelara la relación sentimental de Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia. Aunque el exjugador de balonmano todavía permanece casado legalmente con la Infanta Cristina, ya lleva bastante tiempo sin esconderse y viviendo con total libertad su noviazgo con la analista contable vasca, a la que conoció en el bufete de abogados en el que consiguió trabajo tras salir de prisión.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
En este tiempo, hemos visto no solo una evolución en el comportamiento de la pareja —como decíamos, no ocultan que están enamorados—, sino también en el estilo de Ainhoa. La de Vitoria, casualidad o no, siempre ha sido fotografiada con prendas deportivas, zapatillas, leggins y abrigos acolchados, es decir, plumíferos. Hasta hace unos días, en los que fue captada con un outfit renovado e incluso con un aire más sofisticado.
Las pasadas navidades, Iñaki y Ainhoa pasaron juntos el 23 de diciembre y también se reunieron durante unas horas el día de Nochebuena, pero los últimos días del año los reservaron para sus respectivas familias . Los cuatro hijos de la infanta y Urdangarín todavía no conocen a la nueva pareja de su padre, así que cuando éste se reunió con ellos, su madre y sus hermanos, Ainhoa aprovechó para hacer planes por su cuenta.
Fue a escasos días de la noche de Reyes cuando la contable se acercó a unos grandes almacenes de Vitoria para hacer unas compras, momento en el que fue fotografiada y nos sorprendió con su nuevo estilo. Ainhoa apostó por un total look en beige, ya que iba vestida de la cabeza a los pies de ese color, a excepción de su bolso, en tono gris oscuro.
Abrigo estructurado de corte masculino, sombrero Fedora, bufanda, vestido de punto, leotardos —para combatir las frías temperaturas— y botines de ante planos, todo al mismo tono, una sinfonía monocromática en beige claro, casi marfil, con la que Ainhoa logró convertirse una vez más en el blanco de los paparazzi.
Tras dedicar la mañana a las compras, por la tarde, la alavesa quedó con unos amigos a tomar algo y decidió cambiar de atuendo y el color hueso por el negro. Eso sí, de nuevo escogió un look algo más arreglado de lo habitual, con pantalón wide leg de piel ecológica, botines de tacón y, de nuevo uno, de sus plumas favoritos, aunque este es el que reserva para las ocasiones más especiales.