Jessica Bueno está afrontando la etapa más difícil de su vida, aunque pasados los peores momentos, la afronta con ilusión y enfocada en retomar su carrera de modelo y en los primeros pasos de la empresa de eventos que ha fundado con una amiga: “Tengo que admitir que empezar un proyecto propio me daba un poco de miedo, pero Lorena y yo, que estudiamos juntas los cuatro años de carrera, en Madrid, empezamos a hablar de que algún día cumpliríamos nuestro sueño de trabajar las dos haciendo un super evento que impactara a todo el mundo. Y al final, como este año compartimos bastante tiempo, llegamos a la conclusión de que era el momento correcto para decidir dar el salto y comenzar esta aventura, lo que hizo que se me fueran todos los miedos. Algo que también me ayudó a tomar la decisión fue que ella tiene una mente muy positiva, así que me daba esa confianza que necesitaba en algunas ocasiones”.
No ha sido fácil superar el fin de su matrimonio con Jota Peleteiro, padre de sus dos hijos menores, Jota Jr., de seis años, y Alejandro, de dieciocho meses, pero “Creo que la ilusión y las ganas que siento pueden más. Ahora mismo estoy en un momento de mi vida en que no me puedo permitir sentir miedo. Quiero que funcione y por eso tengo que poner mi mejor actitud para conseguirlo”, asegura sobre su nuevo proyecto.
Los pilares fundamentales para su resurgir han sido sus tres niños -su hijo mayor, Fran, de diez años, nació de relación anterior con Kiko Rivera-. Y así lo expresa claramente al romper su silencio en ¡Hola!: “Me ha costado afrontar esta etapa, pero me siento con fuerzas para empezar una nueva vida junto a mis hijos”. Ellos son el motor que le ha dado fuerzas para reponerse y salir adelante con optimismo: “Hoy por hoy, sí, me considero una persona luchadora. Lucho por la felicidad de mis hijos y ahora lucharé por la mía también”, dice Jessica que ya ha encontrado un nuevo hogar en Bilbao para vivir los cuatro.
¿Cuáles son tus lemas y objetivos ahora en este comienzo?, le preguntamos a Jessica. “No vivo para complacer a nadie, salvo a mis hijos. Nunca voy a dejar de ser yo para hacer feliz a otras personas. Me gusta darlo todo y hacer feliz a los que me rodean, pero creo que voy a ser un poco egoísta y a mirar más por mí, a quererme por encima de cualquiera. ¿Quiere decir que ha querido tanto que se ha olvidado de ella misma? “Yo soy así, soy muy emocional y romántica. Cuando amo, lo hago con todo mi corazón y lo doy todo, mucho más teniendo en cuenta que hablamos de una familia. Eso para mí siempre ha sido mi prioridad”, asegura.
Con ayuda de su familia, de sus amigos y de la terapia a la que asiste desde hace más de dos meses, Jessica ha tomado las riendas del cambio. “Todo pasa por algún motivo y, quizá, yo hoy puedo estar hablándote con esta serenidad y con esta seguridad en mí misma gracias a cómo han sucedido las cosas”, dice con seguridad.