En pleno centro, envuelto por el embrujo, la magia y la vida de la ciudad y en un edificio lleno de historia, obra del prestigioso arquitecto Aníbal González, vive, desde 1997, el interiorista Javier González Sánchez-Dalp, cuya familia es una de las más queridas y comprometidas de Sevilla. Su padre era el ilustre torero Manolo González, quien vivió inolvidables tardes de toros en La Maestranza; mientras que su madre, Socorro Sánchez-Dalp, era nieta del primer marqués de Aracena y perteneciente a una aristocrática familia sevillana. Además, Javier es ahijado de María Josefa Sánchez-Dalp y Leguina, la marquesa del Saltillo, al igual que su primo el padre Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp.
Bisnieto del primer marqués de Aracena y, como su primo hermano el padre Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, ahijado de la marquesa del Saltillo, el interiorista nos abre las puertas acompañado de sus sobrinas María y Reyes
El interiorista siempre se ha sentido atraído por el mundo de las artes, algo que ha vivido de cerca desde pequeño, y terminó obteniendo varios premios por su afición a la pintura, pero este hobby acabó derivando en lo que era verdadera vocación, que es el mundo del interiorismo.
“Fue uno de los primeros edificios de viviendas del arquitecto Aníbal González, creador de la Plaza de España, de Sevilla, y otras construcciones emblemáticas de la Exposición Universal de 1929”
En la capital hispalense tiene su estudio de decoración y disfruta mucho de su trabajo, una pasión que se ve reflejada en su casa, de la que nos abre sus puertas acompañado por dos de sus sobrinas, María Castellano Jiménez y Reyes López Jiménez, quienes posan a su lado con joyas y vestidos de la colección de la marquesa del Saltillo, quien fue toda una institución en la sociedad sevillana, y con un mantón de Manila muy especial, que perteneció a su abuela Luisa Leguina Delgado, baronesa de la Vega de Hoz.
—Javier, cuéntanos cuál es la historia de esta casa.
—El inmueble fue uno de los primeros edificios de viviendas construidos en la ciudad por el arquitecto Aníbal González, creador de la Plaza de España, de Sevilla, y otros edificios emblemáticos de la Exposición Universal de mil novecientos veintinueve.
—Cómo interiorista, ¿qué destacas de ella y cuál es tu rincón favorito?
—Destacaría la mezcla de estilos, de épocas. En cuanto a mi rincón favorito, es mi cuarto de vestir, que además utilizo como despacho, ya que tiene mucha luz.
“Mi madre, Socorro Sánchez-Dalp, pertenecía a una de las familias aristocráticas más comprometidas con Sevilla, la ciudad que, además, vio triunfar a mi padre”
—¿Cuáles son las piezas de decoración más especiales que tienes?
—Los retratos de mi tía Pepita, marquesa de Saltillo, y de mi tío Javier, marqués de Aracena, pintados por el pintor chileno Claudio Bravo; un bodegón del siglo XVII atribuido a Josefa de Óbidos, y obra moderna, entre la que destaca un cuadro de Jaime Burguillos.
“Mis sobrinas no han heredado la pasión familiar por el arte; Reyes es una magnífica estudiante de Biomedicina y Psicología y María estudió Finanzas y Secretariado”
—¿Es así la casa de tus sueños o, como interiorista, siempre estás pensando en hacer cambios?
—No, no es la casa de mis sueños, pero para vivir en Sevilla es una casa en la que me encuentro muy a gusto.
—Comenzaste en el mundo de la pintura, pero tu pasión derivó en el interiorismo, ¿has vuelto a coger los pinceles?
—No, no he vuelto a pintar y, de momento, no lo echo de menos.
“La mayor enseñanza que me dejó fue su humildad y su capacidad de aprender”, confiesa sobre su padre
—¿Cuáles dirías que son las señas de identidad de los trabajos que llevas a cabo en tu estudio?
—Intuición, equilibrio y la mezcla de estilos y de culturas. Me encanta hacer casas atemporales y acogedoras.
—Posas en este reportaje con tus sobrinas, ¿a qué se dedican? ¿Alguna ha heredado la pasión familiar por el arte?
—No, sus inclinaciones no van dirigidas al mundo del arte de forma profesional. Reyes es una magnífica estudiante de Biomedicina y Psicología y María estudió Finanzas y Secretariado.
—Llevan joyas y vestidos muy especiales que pertenecieron a la marquesa del Saltillo, quien fue una de las grandes figuras de la sociedad sevillana, ¿qué nos puedes contar de la historia de estos looks?
—Los trajes de la colección de la marquesa del Saltillo fueron diseñados por Isaura, Pierre Balmain y Pedro Rodríguez, entre otros, y las joyas son heredadas de su familia. El resto son de Joyería Román. También es muy especial el mantón de Manilla con dibujos de hojas de parra que luce María y que fue premiado el año de la Exposición Universal de mil novecientos veintinueve. Perteneció a mi abuela Luisa Leguina Delgado, baronesa de la Vega de Hoz.
—La marquesa del Saltillo era tu madrina, al igual que la de tu primo el padre Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, ¿qué recuerdas de ella?
—Su personalidad, simpatía y sus ganas de disfrutar de la vida.
—Tu primo Ignacio también es muy querido en Sevilla. ¿Qué destacas de la figura de tu primo?
—Su gran vocación desde niño, su importante labor diocesana y que es un gran orador.
“Alfonso XIII nombró marqués de Aracena a mi bisabuelo por su compromiso con esa ciudad de la sierra del mismo nombre. Además, fue diputado en las Cortes”
—En tu familia hay muchas personalidades relevantes que están muy unidas a la historia de Sevilla, ¿qué significa esta ciudad para vosotros?
—Mi madre pertenecía a una de las familias aristocráticas más comprometidas con la ciudad de Sevilla y, además, es la ciudad que vio triunfar a mi padre como matador de toros.
—¿Cuál es la mayor enseñanza que te dio tu padre, el torero Manolo González?
—De mi padre aprendí su humildad y su capacidad de aprender.
—¿De dónde viene el título de tu bisabuelo el primer marqués de Aracena?
—Alfonso XIII lo nombró marqués de Aracena por su compromiso con esa ciudad de la sierra del mismo nombre. Además, fue diputado en las Cortes.
—¿Qué retos y proyectos tienes para el año que viene?
—Tengo varios trabajos importantes entre manos que tienen que quedar finalizados en el primer semestre de dos mil veintitrés. Además, estoy acometiendo un proyecto de mejora en una finca de mi propiedad, en el municipio de Utrera, que me ilusiona muchísimo.