Jon Rahm ha vuelto a hacer de lo imposible, posible yha dejado muy atrás la denominación de promesa para coronarse como el nuevo rey del golf. Invencible, magnífico, irrepetible, de otro planeta… Cientos de adjetivos se han utilizado en todo el mundo para describir la última gesta del vizcaíno, quien a pesar de tenerlo todo aparentemente en contra ha vuelto a demostrar que nada puede darse por perdido hasta el último golpe. Y es que tal y como ha dicho él mismo, a veces hay milagros en el deporte.
Rahm, a quien muchos ya llaman bajo el apelativo de Rahmbo, por sus hazañas, lograba este pasado fin de semana lo que hasta ahora ningún mortal había logradohacer, remontar siete golpe de desventaja frente al líder y alzarse con el trofeo de campeón del Tournament of Champions de Hawaii o lo que es lo mismo hacerse con el primer gran torneo de la temporada del PGA Tour.
La remontada fue tan apoteósica que ni siquiera él se la creía y fueron las felicitaciones de sus seguidores y sobre todo de su familia, su mujer y sus dos hijos, las que reafirmaron su espectacular gesta. “Si me lo llegan a decir en el hoyo 1, no lo hubiese creído” comentaba el deportista de Barrika pletórico de felicidad.
Dando unaclase magistral de golf, pero también demostrando su gran capacidad de sacrificio, la que le ha encumbrado hasta la cima, Jon fue conquistado golpe a golpe este campeonato dejando atrás al líder, el nortamericano Collin Morikawa, quien sufrió un fuerte descalabro y quien tuvo que parpadear dos veces para comprobar bien de lo que había sido capaz el español.
Rahm, quien además de embolsarse 2,7 millones de euros por este triunfo asciende al número 4 del ranking mundial, no quiso celebrar su triunfo solo y no dudó en pasear por elgreen de la mano de su mujer, Kelley Cahill, con la que contrajo matrimonio en diciembre de 2019 en Bilbao y sus dos "minicaddies", Kepa, de un año y ocho meses, y Eneko, nacido el pasado mes de agosto.