,type=downsize)
Su ruptura desencadenó un auténtico terremoto mediático, y ahora es su reconciliación la que se ha convertido, sin duda, en la noticia de la semana. Tres meses después de poner punto y final a su relación, la historia de Tamara Falcó e Íñigo Onieva ha dado un nuevo giro inesperado.
Tal y como publicamos, en exclusiva, en nuestro último número de ¡HOLA!, la marquesa de Griñón y el empresario se han reconciliado. Porque sólo el amor es capaz de vencer cualquier obstáculo, y ellos se han dado cuenta de que se quieren de verdad.
© GTresUn ‘milagro navideño’
Según han confirmado a nuestra revista fuentes cercanas a la pareja, Tamara e Íñigo han retomado su noviazgo, y lo hacen, además, con más determinación que nunca.
Lo suyo ha sido un ‘milagro navideño’, porque su reconciliación, hace tan sólo unos meses, parecía imposible -de hecho, hace unas semanas atrás, aseguraba que no tenía ganas de tener novio-.
La publicación de un comprometido vídeo de Íñigo a finales del pasado mes de septiembre dinamitó su relación y llevó a la pareja a cancelar su compromiso de boda.
Rota de dolor, Tamara hizo frente, con entereza, a sus días más difíciles, ganándose, gracias a la naturalidad que siempre la ha caracterizado, el cariño del público.
Optó entonces por poner distancia y romper cualquier tipo de comunicación con Íñigo, quien, por su parte, no cesó en su empeño por conseguir su perdón y recuperar a la mujer que amaba.
© Rubén GreyUn acercamiento y una reunión secreta
La verdad es que, superado el tsunami mediático, Tamara e Íñigo decidieron recuperar una mínima cordialidad. Comenzaron a mandarse mensajes, y a finales de noviembre, mantuvieron una reunión secreta.
La Navidad es tiempo de paz, concordia y conciliación… así que Tamara le propuso a Íñigo asistir juntos a la misa de gallo, el 24 de diciembre, en la parroquia de Puerta de Hierro -próxima a la casa de Isabel Preysler-.
Un encuentro del que fueron testigos algunos feligreses que, sorprendidos, contaron a los medios de comunicación, con todo detalle, lo que habían visto: que Tamara e Íñigo se fueron juntos en una furgoneta, y que, durante el acto religioso, se mostraron cómplices, cariñosos y felices.
Aunque esto avivó los rumores sobre un posible acercamiento entre ambos, lo cierto es que más bien parecía un gesto de ‘enterrar el hacha de guerra’ y, sobre todo, intentar recuperar algo de calma tras la tormenta desatada.
© GTresLa sorpresa
Pero nadie estaba al corriente -es probable que ni siquiera, la propia familia de Tamara- era que se habían reconciliado. Y el último día del año llegó la sorpresa. Pasadas las doce de la noche (y, probablemente, después de una llamada de teléfono para felicitarse mutuamente el nuevo año), Íñigo deja su casa, situada en pleno corazón de Madrid, para llegar, en moto, a la casa de Isabel Preysler, donde Tamara daba la bienvenida al 2023.
Cuando el empresario llega a la residencia de los Preysler, el portón está abierto para permitirle el paso. Lo que sucedió después, en presencia de los íntimos que allí se encontraban, sólo lo sabe la familia.
