Soy muy luchadora y perseverante, así que ahora llega una nueva etapa en la que me voy a centrar en mí y en luchar por todo lo que siempre he querido lograr por mí misma”. Jessica Bueno pronuncia estas palabras casi como un lema con el que afronta su vida ahora, tras un giro de ciento ochenta grados. En poco más de dos meses ha pasado por un tsunami emocional: de la risa a las lágrimas, de la incredulidad a la realidad, de las últimas fotos familiares —el 12 de octubre— a la ruptura total y un doloroso y fulminante divorcio del exfutbolista Jota Peleteiro, después de diez años juntos, siete de ellos casados, y dos hijos en común, José Ignacio, de seis años, y Alejandro, de dieciocho meses. Ellos, junto a Fran, de diez años, nacido de su relación con Kiko Rivera, son la razón y la fuerza que todo lo pueden. Y el principal motivo para que Jessica, que fue Miss Sevilla en 2009, haya resurgido como el ave fénix.
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“¿Que si me he sentido decepcionada y ha sido el mayor desengaño de mi vida? Sí, aunque todo ayuda a crecer como persona”
Hoy nos anuncia, posando otra vez como modelo, su regreso al mundo de la moda, del que permanecía alejada desde hacía una década para dedicarse a su familia, y también el inminente proyecto que va a lanzar con ilusión renovada, su propia empresa de organización de eventos. Es la nueva Jessica Bueno y rompe su silencio siendo una mujer más fuerte, decidida y empoderada. Toma las riendas del cambio y nos habla de sus sentimientos a corazón abierto, de su nueva vida junto a sus tres niños y de sus “buenas sensaciones” para este año que acaba de comenzar.
“Me he sentido triste, desolada, con sensación de abandono, pero, gracias a mi psicóloga, a mi familia y a los miles de mensajes que he recibido, empecé a encontrar sentido y la fuerza para ver todo de un modo positivo”
—Jessica, vuelves a ponerte delante de las cámaras como modelo después de mucho tiempo, ¿cómo te sientes?
—Sí, ha pasado bastante tiempo desde la ultima vez, creo que, oficialmente, diez años. Entre medias he posado para Jesús Isnard cuando hicimos el rally solidario, en dos mil diecisiete, y, bueno, me gustaría mencionar las fotos tan preciosas que hicimos con Valero Rioja cuando estaba embarazada de mi hijo pequeño, hace dos años. No me lo tomé como un trabajo, quería tener un recuerdo bonito y aprovecho para agradeceros a vosotros que lo hicierais realidad. Hoy me he sentido feliz de poder dejarme llevar; cuando estoy en una sesión de fotos así, desconecto del mundo y me siento libre, me siento más yo, se podría decir que sale mi alter ego a relucir —ríe—.
—¿Por qué te alejaste del mundo de la moda?
—Fui madre muy joven, con veintidós años; luego me comprometí con el que ahora es mi exmarido, nos casamos y formamos una familia. Sentía que debía cuidar de mi familia, al estar viviendo en Inglaterra, se me hacía difícil viajar y alejarme de ellos.
—Lo habrás echado de menos.
—Lo echaba de menos, claro que sí, pero sentía que no era el momento y que mi deber era estar con mi familia de pleno. Aun así, en dos mil diecisiete, decidí estudiar una carrera para sentirme realizada personalmente. Y esto no quiere decir que no crea que ya estaba realizando un trabajo, porque ser madre y llevar una casa es uno de los trabajos más importantes que hay y todas las amas de casa deberían ser tratadas como reinas, ya que son el alma del hogar.
“Después de mi divorcio es cuando he decidido volver en serio a la moda, era uno de mis sueños y pensé… ¿por qué no? Aparte de los eventos, que se ha convertido en otro de mis sueños, mi intención es compaginar los dos”
—¿Llevabas tiempo meditando tu regreso o la nueva situación que estás viviendo tras la ruptura de tu matrimonio te ha empujado a tomar la decisión?
—No había pensado en volver a trabajar en la moda como tal, pero sí que este año había decidido volver a trabajar y por eso estoy haciendo prácticas en una agencia de eventos en Bilbao. Sentía que, ya que mi hijo pequeño había cumplido un año y habíamos pasado un año superintenso mi bebé y yo juntos, era hora de que mamá pudiera ser independiente y florecer de nuevo. Después de mi divorcio es cuando he decidido volver en serio a la moda, era uno de mis sueños y pensé… ¿por qué no? Aparte de los eventos, que se ha convertido en otro de mis sueños, mi intención es compaginar los dos.
—Se te ve ilusionada.
—Sí, mucho. Como comentaba, es algo que me hace muy feliz, me siento yo, me siento mujer, aparte de madre, me ilusiona pensar que en algún momento una marca confiará en mi imagen para defender su producto. Ahora necesito encontrar a un mánager que verdaderamente confíe en mi validez y profesionalidad y luchemos juntos para cerrar proyectos enfocados en mi faceta como modelo y embajadora de marcas.
—¿Tienes buenos recuerdos de tus años en la moda antes de apartarte?
—Son bonitos todos, pero sí que me encontré en una situación en la que no era capaz de separar mi vida personal de la profesional. Creo que en estos años desde la distancia se me ha conocido mejor y me siento respetada por todos. Siento que respetan la prudencia que me define.
—¿El trabajo es ahora mismo tu refugio y tu arma para luchar contra los malos momentos?
—Más que refugio lo encuentro una necesidad. Necesito trabajar, tengo tres hijos y una vida que empieza desde cero. Me siento con fuerzas para hacer libremente lo que verdaderamente me guste y hacerlo por ellos.
—Se te ve entera y muy guapa, pero la procesión va por dentro… ¿Cómo te encuentras ahora mismo?
—Ahora mismo, tranquila, con una actitud más positiva, con ganas de empezar una nueva vida. Quiero salir a la calle a darlo todo, hacer lo que quiera, pero con responsabilidad, obviamente. Vivir el presente sin agobios y sin preocupaciones. El futuro ya lo viviré cuando toque.
—Pero una separación es una situación difícil, especialmente cuando hay hijos. ¿De dónde estás sacando la fuerza para seguir adelante?
—Principalmente por los tres chicos guapos que tengo en casa y que necesitan a su madre feliz y capaz de todo. Una superheroína no puede quedarse mucho tiempo escondida. Tiene que salvar el mundo porque la necesitan.
—Tus tres hijos son tu prioridad y tu fuerza, ante todo.
—Sí.
“Nada es inesperado, pero sí que, en mi caso, la familia era lo más importante. Hubiera luchado, pero hay que respetar y aceptar lo que Dios nos tiene deparado en nuestra vida. Estoy convencida de que todo pasa por un motivo”
—Nadie se esperaba la noticia de la ruptura, Jessica, parece haber sido bastante abrupta y repentina, ¿para ti también ha sido una ruptura inesperada?
—A veces, en la vida, suceden cosas inexplicables que, aunque al principio nos dejen en estado de shock , poco a poco hay que ir aceptando como han venido. Nada es inesperado, pero sí que en mi caso la familia era lo más importante. Hubiera luchado, pero, como te digo, hay que respetar y aceptar lo que Dios nos tiene deparado en nuestra vida. Estoy convencida de que todo pasa por un motivo.
—Dices que nada es inesperado, ¿sentías que las cosas no iban bien?
—Sí.
—Pero está claro que no esperabas este desenlace.
—La lealtad a la familia para mí es crucial, en ese momento habría hecho lo posible por mantener mi familia. Ahora no.
—¿Alguna vez habrías podido imaginar que estarías viviendo este momento?
—Nunca.
Una montaña rusa
—En estos poco más de dos meses habrás vivido una verdadera montaña rusa, ¿cómo te has sentido?
—Me he sentido triste, desolada, con sensación de abandono, pero, gracias a mi psicóloga, a mi familia y a todos los miles de mensajes que he recibido desde que se hizo público, empecé a encontrar sentido y la fuerza para ver todo de un modo positivo. Me gustaría aprovechar para dar las gracias a todas esas mujeres que me han escrito con mensajes tan reveladores, mujeres que se han sentido identificadas, mujeres que me ven como a una hija o una nieta y me han mandado abrazos desde la distancia, mensajes de apoyo y respeto. Me enorgullece tener todos esos mensajes porque son de personas de buen corazón que han gastado un poco de su tiempo para hacer feliz a otra persona que no conocen personalmente. Así que gracias, porque, en gran parte, gracias a eso hoy me siento fuerte y en el camino de ser una mujer plenamente feliz, empoderada e independiente.
—¿Y te has sentido decepcionada? ¿Ha sido el mayor desengaño de tu vida?
—Sí, pero todo ayuda a crecer como persona y uno mismo puede cambiar la situación; si perdonas a alguien que te hizo daño, puedes seguir tu vida con el corazón más tranquilo.
—¿La terapia te está yendo bien, te está ayudando?
—Sí, llevo dos meses más o menos y me está ayudando mucho a entender cómo soy y cómo no debería ser.
—Y el otro lado… ¿Cómo estás gestionando la tormenta mediática?
—No suelo ver nada salvo los mensajes que recibo directamente en Instagram.
—Cuando una atraviesa un momento oscuro, ¿hay instantes en los que se llega a pensar que acaso no se va a volver a ver la luz?
—En la primera etapa del duelo sí, pero, con ayuda y cariño, tu actitud cambia.
“Principalmente, he sacado fuerza por los tres chicos guapos que tengo en casa y que necesitan a su madre feliz y capaz de todo. Una superheroína no puede quedarse mucho tiempo escondida. Tiene que salvar el mundo porque la necesitan”
—Es decir, ¿estás divisando ya la luz al final del túnel?
—Sí.
—Entonces… ¿Estamos hablando con una nueva Jessica?
—Se podría decir que sí. Me siento más madura, más mujer, más fuerte, con las ideas claras. Quiero que se conozca otra faceta mía, no solo la de madre, sino también la de mujer. Estoy muy comprometida con mis hijos, pero eso ya lo saben ellos y yo me he dado cuenta de que no puedo vivir con miedo a la opinión ajena.
—¿Y cuáles son tus lemas y objetivos ahora en este comienzo?
—No vivo para complacer a nadie, salvo a mis hijos. Nunca voy a dejar de ser yo para hacer feliz a otras personas. Me gusta darlo todo y hacer feliz a los que me rodean, pero creo que voy a ser un poco egoísta y a mirar más por mí, a quererme por encima de cualquiera.
—¿Quieres decir que has querido tanto que te has olvidado de ti misma?
—Yo soy así, soy muy emocional y romántica. Cuando amo, lo hago con todo mi corazón y lo doy todo, mucho más teniendo en cuenta que hablamos de una familia. Eso para mí siempre ha sido mi prioridad.
—Firmasteis el divorcio el dos de diciembre, ¿ya se ha hecho efectiva la firma, ya estás divorciada?
—Sí.
Nueva casa, nueva empresa
—¿Has vuelto a ver a tu exmarido?
—Claro y seguirá siendo así, ya que tenemos unos hijos a los que seguir mimando y cuidando para que crezcan felices.
—¿Te sientes preparada para afrontar esta nueva etapa?
—Me ha costado, pero me siento con fuerzas para empezar una nueva vida junto a mis hijos.
—¿Cómo están ellos?
—Bien.
—¿Quiénes están siendo tus mejores apoyos, quiénes te están ayudando?
—Me siento afortunada porque he recibido mucho apoyo, por supuesto, de mis padres y de los abuelos paternos de mis hijos también.
—¿Cómo estás pasando estos días de Navidad, en Sevilla, tu tierra, con los tres niños?
—Muy bien, con la familia. Este año estamos pasando las Navidades en mi tierra, tenía muchas ganas de estar en Sevilla porque no venía desde el verano.
“A veces, en la vida, suceden cosas inexplicables que, aunque al principio nos dejen en estado de shock, poco a poco hay que ir aceptando como han venido”
—¿Y te planteas volver a Sevilla definitivamente a vivir o te quedarás en Bilbao, donde habéis estados los últimos años?
—Seguiré viviendo en Bilbao porque me encanta la ciudad. Tienes de todo y no tienes la sensación de estar en una ciudad grande y fría, sino todo lo contrario. Me siento como en casa. Una de las cosas que más me gustan es que siempre hay vida en la calle y todo el mundo es muy amable. Mi vida ha sido muy tranquila, siguiendo la rutina de mis hijos.
—¿Te has mudado ya a una nueva casa para vivir con tus hijos?
—Sí. Me encanta la decoración y estoy deseando poder empezar a decorarla y convertirla en un hogar para nosotros cuatro.
—¿Qué te gustaría que pasara en los próximos meses? ¿Cuáles son tus próximos planes?
—Pues empiezo el año lanzando mi empresa de organización y gestión de eventos privados junto a mi socia y amiga Lorena. Hemos creado tres vídeos para que nos conozcan bien a nosotras, nuestra historia de cómo nos conocimos y por qué nos hemos unido para crear este proyecto; el significado del nombre Birya Studio, que nos define a la perfección, y a lo que se dedicará nuestra empresa. El primero lo lanzaremos en el perfil de la empresa el veintitrés de enero para dar el pistoletazo de salida. ¡Así que estad atentos! Somos dos personas muy preparadas académicamente y con una gran mente creativa que vienen con ganas de darlo todo por hacer realidad las expectativas de nuestros clientes.
—Decidiste retomar tus estudios y terminaste hace poco. ¿Por qué Protocolo y Organización de Eventos?
—Cuando decidí retomar mis estudios tenía claro que quería hacer una carrera que estuviera relacionada con la moda, la creatividad, en la que pudiera relacionarme con la gente. Leí que la Universidad Camilo José Cela había hecho oficial el grado de Protocolo y Organización de Eventos, así que no lo pensé dos veces.
“Nunca he prestado atención al protagonismo que pudiera tener cada cual. Simplemente vivía mi día a día volcada en mi familia y, por supuesto, en la carrera profesional de mi exmarido y en apoyarlo lo máximo posible”
—En los tiempos que corren, montar una empresa no es fácil.
—Tengo que admitir que empezar un proyecto propio me daba un poco de miedo, pero Lorena y yo, que estudiamos juntas los cuatro años de carrera, en Madrid, empezamos a hablar de que algún día cumpliríamos nuestro sueño de trabajar las dos haciendo un superevento que impactara a todo el mundo. Y al final, como este año compartimos bastante tiempo, llegamos a la conclusión de que era el momento correcto para decidir dar el salto y comenzar esta aventura, lo que hizo que se me fueran todos los miedos. Algo que también me ayudó a tomar la decisión fue que ella tiene una mente muy positiva, así que me daba esa confianza que necesitaba en algunas ocasiones.
—¿Sientes vértigo?
—Creo que la ilusión y las ganas que siento pueden más. Ahora mismo estoy en un momento de mi vida en que no me puedo permitir sentir miedo. Quiero que funcione y por eso tengo que poner mi mejor actitud para conseguirlo.
—Arrancar es duro y hay que echar muchas horas, ¿cómo lo vas a compaginar con el cuidado de los niños?
—Estos meses por las prácticas, mis hijos y los últimos cambios en mi vida no estaba con la mente muy centrada, pero gracias a Lorena, que se hizo cargo del papeleo y que siempre encontraba momentos para distraerme hablando de eventos, lo hemos conseguido —ríe—. Lo bueno es que las dos confiamos ciegamente en las ideas y en el trabajo de la otra, por lo que todo fluye de manera muy natural y creativa, algo que siempre se ve reflejado en los resultados.
—Seguro que has encontrado en tu madre un buen apoyo para ayudarte.
—Los abuelos siempre están dispuestos a cuidar de sus nietos. Como viven fuera, cualquier excusa les vale para venir a visitarlos.
—¿Qué tipo de eventos te gustaría organizar?
—Somos unas apasionadas de la moda, así que siempre hemos tenido muy claro que, a la hora de emprender en el sector de los eventos, nos gustaría abarcar principalmente el ámbito de la moda, porque, además, tenemos la suerte de vivir en un país con muchísimo potencial. Así mismo, también tenemos especial interés en crear experiencias diferentes que aporten ese carácter de exclusividad y lujo.
—¿En casa, con tus amigos, tu familia, siempre has sido la organizadora de encuentros y fiestas?
—Me encanta hacer de anfitriona y siempre que organizo algo en casa dedico tiempo a cuidar todos los detalles. En Inglaterra siempre organizaba meriendas tipo pícnic, celebraba fiestas de Halloween, cenas de Navidad para mis amigas y sus hijos. Todo tematizado. Aquí en España, con Alejandro tan pequeño, no había tenido mucho tiempo, pero seguro que este año veréis en mi instagram alguna comida, desayuno, cumple o lo que se tercie en mi nuevo hogar.
—Ahora vuelves con ímpetu, pero durante esta última década parece que dejaste de ser Jessica Bueno, renunciaste a todo protagonismo... ¿Te arrepientes de ello?
—No considero que fuese así. Nunca he prestado atención al protagonismo que pudiera tener cada cual. Yo simplemente vivía mi día a día volcada en mi familia y, por supuesto, en la carrera profesional de mi exmarido y en apoyarlo lo máximo posible.
—¿Y te arrepientes de otras decisiones del pasado?
—Nunca hay que arrepentirse del pasado, ya que cada decisión que tomamos nos trae al presente y mi presente está rodeado de tres chicos preciosos a los que adoro.
“Sí, ya estoy divorciada. Claro que he vuelto a ver a mi exmarido y seguirá siendo así, ya que tenemos unos hijos a los que seguir mimando y cuidando para que crezcan felices”
—¿Te has sentido o te sientes culpable de algo?
—Bueno, quizá, de no haberme cuidado más a mí misma. De no haber atendido mis necesidades básicas y no tan básicas. Escucharme, mimarme y respetarme. Por eso uno de mis propósitos para el dos mil veintitrés será cuidar la relación que tengo conmigo misma.
—¿Ese ha sido el mayor aprendizaje?
—Sí, sin duda, aprender a ser un poco más egoísta y poner mis sueños como prioridad. Siempre he sido una persona muy emocional y sentimental que lo da todo por quien la rodea, olvidándome en ocasiones de cuidarme un poco más a mí y no tantísimo a los demás, así que creo que ahora ha llegado el momento de cambiar eso y no volver a olvidarme de mí nunca más por muchas adversidades que se presenten en el camino.
—¿Te consideras una persona luchadora?
—Hoy por hoy, sí, lucho por la felicidad de mis hijos y ahora lucharé por la mía también.
—En los duros instantes, tal vez se te habrá pasado por la cabeza —aunque solo por un instante— esta pregunta: ¿me habré equivocado, habré perdido diez años de mi vida?
—No, para nada.
—¿Miras hacia atrás con resquemor, con dolor?
—Es mejor mirar hacia delante. “Todo pasa por algo”.
—¿Tienes reproches o prefieres olvidar?
—Uno puede sanar completamente cuando perdona y olvida.
—Hablando de perdón, ¿hay algo en la vida que no perdonas?
—Más bien te diría que hay cosas que no acepto en mi forma de entender la vida y el respeto hacia los demás.
“Ahora mismo estoy en un momento de mi vida que sentir miedo no me lo puedo permitir. Quiero que funcione y por eso tengo que poner mi mejor actitud”
—¿Crees que podría haber acabado todo de una manera menos dolorosa?
—Todo pasa por algún motivo y, quizá, yo hoy puedo estar hablándote con esta serenidad y con esta seguridad en mí misma gracias a cómo han sucedido las cosas.
—Ahora, dices, tienes serenidad y seguridad, pero habrás llorado mucho, hay momentos en los que no se pueden contener las lágrimas.
—Tienes razón en que es una situación dolorosa y, a veces, no se pueden contener las lágrimas, como dices, pero sigo adelante con fortaleza, ánimo e ilusionada con esta etapa que acaba de comenzar.
—¿Y qué te arranca una sonrisa ahora mismo?
—La incertidumbre de no saber qué me depara el futuro. ¡Tengo un abanico abierto lleno de posibilidades para descubrir y vivir!
—En ti va a cumplirse eso de “año nuevo, vida nueva”.
—Sin duda, este nuevo año me genera muy buenas sensaciones y estoy deseando que empiece, creo que va a ser crucial en mi vida y lo recordaré como “el año”.