El 2022 será un año que nunca olvidarán en la familia de María Pombo, doce meses cargados de emociones que, sobre todo, han estado marcados por el nacimiento de Matilda, la primera hija de su hermana Marta, y por la boda de Lucía, la mayor de las tres hermanas, con Álvaro López Huerta. Por estas alegrías, por la salud y por todas las cosas buenas que están por venir han brindado estas Navidades, unas fiestas que María disfruta de una manera muy especial desde que es madre y que, además, casi coinciden con el cumpleaños de Martín, que nació el 27 de diciembre de 2020 y siempre será el mejor regalo navideño de su vida.
Con él, su marido, Pablo Castellano; sus padres, Víctor Pombo y Teresa Ribo; su hermana Lucía, y el marido de esta pasaron el día de Navidad. Tan solo faltó a la cita Marta, que viajó a Bilbao para estar con la familia de su novio, Luis Zamalloa, con quien se casará el 21 de octubre del año que viene. Así que en 2023 también tendrán muchas cosas que celebrar, entre ellos, un nuevo cambio en la vida de María: se mudará a una nueva casa. Ya falta muy poco para que terminen las obras del chalet que Pablo está remodelando con su empresa, en el que han puesto mucha ilusión, aunque no puede evitar sentir cierta nostalgia por despedirse de su actual hogar.