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Fuerza, inspiración y actitud son solo algunas de las palabras que definen aElena Huelva, quien ha fallecido a los 20 años a causa de un sarcoma de Ewing, la misma enfermedad que padeció Aless Lequio. Durante estos últimos cuatro años que se han desarrollado entre consultas médicas y tratamientos se ha convertido en todo un referente por su naturalidad al hablar de una enfermedad con la que empezó a convivir siendo solo una adolescente. Gracias a sus divertidos bailes desde el hospital poco a poco se fue ganando el corazón de sus seguidores en redes sociales, que se fueron multiplicando conquistados por su vitalidad, por su manera de exprimir la vida y por las constantes enseñanzas que transmitía.
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Con solo 16 años, en plena adolescencia, la vida de Elena Huelva dio un giro radical. Tal y como ella misma relataba, estaba estudiando el último curso de la ESO y pensaba que nada podría pasarle, pero entonces le detectaron un cáncer que se manifestó con un intenso dolor en la pierna derecha y metástasis en los pulmones. La enfermedad entró en su vida como "un huracán" y las metas de futuro que tenía cambiaron, pero rápidamente se llenó de fuerza y tuvo claro que nada la pararía. No pudo estudiar un Grado Medio como deseaba, pero completó el curso y apostó por seguir adelante con viajes, conciertos y comidas con sus amigas, planes que combinaba con ingresos y tratamientos.
Durante los primeros meses compartió la enfermedad únicamente con su círculo íntimo: sus padres Emilia Palomo y Manuel Huelva (estaban separados cuando comenzó su problema de salud) y su hermana mayor Emi, su fiel escudera, su compañera de aventuras y su apoyo incondicional también cuando recayó en 2020, tras estar curada. Ambas han dado siempre un ejemplo de lo que significa el amor más puro e incondicional y no se han soltado la mano. Creó una segunda familia en el hospital de Sevilla donde fue tratada y estaba muy agradecida a todo el personal sanitario. A finales de 2019 Elena decidió dar un paso más y mostrar con naturalidad su realidad, usando las redes sociales como una ventana al mundo.
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No imaginaba entonces que su voz se convertiría en un altavoz que la ha llevado a ganar premios, protagonizar reportajes, entrevistas, sesiones de fotos, escribir un libro con su propia historia y forjar una gran amistad con muchos de los rostros más conocidos del país como Ana Obregón, Sara Carbonero, Raquel Perera, Manuel Carrasco, que fue varias veces a verla, el matrimonio formado por María García de Jaime y Tomás Páramo, Aitana... Esta última era uno de sus ídolos y sus canciones, especialmente Vas a quedarte, la acompañaron desde los primeros tratamientos. Con el tiempo fue Elena quien se convirtió en un referente para la concursante de Operación Triunfo.
Con Sara Carbonero creó un precioso vínculo que comenzó por una casualidad. La periodista la escribió alguna vez por redes sociales, pero un día se cruzaron dos veces en la Gran Vía de Madrid y todo cambió. Se dieron los teléfonos y comenzaron a escribirse, a hacer planes... La exmujer de Iker Casillas definía a su amiga con palabras como generosidad, coraje, bondad y energía. Además, destacaba que "es de héroes sonreír cuando el corazón llora", y la sonrisa de Elena ha brillado incluso en los momentos más difíciles, cuando ella misma se encargaba de sostener y animar a su entorno.
-Los 'abrazos sanadores' de Sara Carbonero a su amiga Elena Huelva
Elena no imaginaba que sería una de las jóvenes más influyentes de nuestro país y que su ejemplo calaría de una u otra manera en sus seguidores y en las personas que, por azar, veían la luz que transmitía o leían sus reflexiones. Todo aquel que coincidía (personal o virtualmente) con Huelva se sentía de alguna manera conectado eternamente a ella y aprendía gracias a su manera única de ver la vida. A pesar de su juventud, siempre demostró una gran madurez al tener claro que hay que ser "más fuerte que nuestros miedos". Nos enseñó a vivir el presente y a valorar las cosas cotidianas como ella lo hacía.
Gracias a su apuesta por la naturalidad, pronto se dio cuenta de que estaba ayudando a muchas personas y a la vez recibía mensajes que también le servían a ella como terapia. Esta visibilidad hizo que su grito de guerra, Mis ganas ganan, se convirtiera en un auténtico mantra compartido. Porque a pesar del triste desenlace que hemos conocido este martes 3 de enero de 2023, Elena ha ganado y nos ha ganado a todos. Se ha ido con bonitos recuerdos atesorados en su mente, rodeada de personas importantes, con mucho amor recibido y dejando un recuerdo imborrable.