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La más pequeña de los Urdangarín Borbón alcanzará el próximo 5 de junio de 2023 la mayoría de edad y su cambio físico es ya más que evidente. De ojos de un azul intenso y pelo largo muy rubio, es una joven adolescente coqueta y con mucho estilo a la que le encanta la moda y se parece mucho a su madre, aunque con rasgos de su abuela paterna, Claire Liebaert. Altísima para su edad y con figura atlética, es la niña de los ojos de todos y sobre todo de su abuela materna, la reina Sofía, que como se ve en estas imágenes siente devoción por su nieta.
© EuropaPressIrene vive volcada en su madre, junto a la que reside en Ginebra, pero también está muy unida a su padre, tal y como evidenciaban unas fotos de este pasado verano en la playa de Bidart, el primero que pasaba con sus padres ya separados. Muy reservada y con ese toque de timidez que da la adolescencia, la benjamina de la familia no se perdía este pasado 20 de diciembre el 59 cumpleaños de su tía, la infanta Elena, dejando claro la buena relación que mantiene con su familia materna.
La joven, muy estilosa, con una chaqueta negra de cuero, el pelo ondulado recogido en una coleta y unos llamativos pendientes se sumó a la tarde de chicas que planeó doña Elena para celebrar su nueva vuelta al sol acudiendo así a un concierto en el Auditorio Nacional de Madrid junto a su madre, su abuela, doña Sofía y su tía abuela, la princesa Irene.
© PREMIERIrene es, de todos los sobrinos de los Reyes, la que menos tiempo ha vivido en España. Tenía cuatro años cuando sus padres se trasladaron a Washington, en 2009, y ocho, cuando se instalaron en Suiza, país en el que ha vivido desde entonces. Los que la han tratado aseguran que es muy independiente, con sentido del humor muy parecido al de don Juan Carlos, muy inteligente y sin ganas de sobresalir en el mundo mediático. En este sentido ha elegido pasar desapercibida y no tiene interés en convertirse en influencer como Victoria Federica, a la que está muy unida y con la que mantiene una excelente relación.
Desde los 10 años, Irene estudia en el Ecolint, colegio Internacional de Ginebra considerado como uno de los veinte mejores de Europa, según un informe del diario Tribune, el más influyente de Suiza. Es una adolescente muy sociable, juega al tenis, participa en maratones, colabora con instituciones solidarias y, como curiosidad, colecciona zapatillas deportivas que es uno de los regalos que pide por su cumpleaños.
