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Las puertas de capilla ardiente de Benedicto XVI, situadas en la basilica de San Pedro del Vaticano, se abrían este martes por segundo día consecutivo para recibir a los miles de fieles que han querido decirle adiós al pontífice emérito. Mucho antes de las 7.00 horas la plaza empezaba a llenarse de gente y la cola para acceder al templo se hacía más y más larga
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Entorno a las 11.00 horas llegaba a la capilla ardiente Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, acompañado de su mujer, Anikó Lévai. Allí fueron recibidos por el secretario de ambos papas, monseñor Georg Gänswein, que había sido de los primeros en llegar el día anterior
Unas 25.000 personas han entrado en la basílica en las cinco primeras horas del día, según ha informado la Gendarmería vaticana este martes. El día anterior, en el que la capilla ardiente estuvo abierta de 9 a 19 horas, un total de 65.000 accedieron a despedirse del papa emérito
Religiosos de todas las congregaciones han acudido al Vaticano a presentar sus respetos a Benedicto XVI, a pesar de que desde 2013 ya no ejercía como papa y permanecía en un segundo plano
Con las primeras luces del alba del 2 de enero el Vaticano ya estaba empezando a llenarse. Cientos de fieles madrugaron para llegar los primeros a la capilla ardiente de Benedicto XVI, el papa emérito, que falleció el 31 de diciembre y cuya despedida comienza hoy. Sus restos mortales se han instalado en la sala Clementina de la Basílica de San Pedro
De madrugaba empezaban las colas, como se espera que ocurra durante los tres días que los restos mortales de Joseph Ratzinger permanecerán en la basílica. La plaza de San Pedro del Vaticano, situada delante de la basílica donde se encuentran los restos mortales del pontífice, lucía así el lunes a primera hora
Originalmente se esperaba que alrededor de 35.000 personas al día acudieran a dar su último adiós a Benedicto XVI, pero la cantidad se ha duplicado por casi el doble en el primer día, incluso aunque estuviera abierta durante menos horas que las de el martes
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Antes del funeral, los restos mortales del Papa se han colocado en un catafalco, un féretro elevado, para ser situado en la basílica y recibir así el homenaje de todos los fieles que se encuentran en Roma y el Vaticano en estos días, o que se han desplazado hasta allí para la despedida
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La basílica se abrió el lunes de 9.00 a 19.00 horas y en los dos días siguientes, el martes y miércoles antes del funeral, se ha extendido su horario de 7.00 a 19.00. A su vez la Prefectura de Roma desplegó un dispositivo de seguridad con más de 1.000 agentes patrullando las calles
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Se calcula que son 20 segundos lo que cada persona puede estar ante el difunto Benedicto XVI, lo que permite el enorme flujo de gente que está pasando por el templo
A la entrada de la basílica se estaban repartiendo estas estampitas con una imagen de Benedicto XVI cuando todavía estaba al cargo de cabeza de la Iglesia católica
El difunto Benedicto XVI descansa sobre un catafalco cubierto por una tela de terciopelo rojo y sostenido por dos almohadillas, con una casulla roja, una mitra blanca adornada y entre las manos un rosario. A diferencia de sus predecesores, no lleva el palio papal, la cinta de lana con cruces que se pone sobre los hombros y que simboliza la potestad de gobierno en una determinada jurisdicción
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Los primeros en llegar el lunes, antes de que la multitud empezara a pasar, fueron su secretario personal, Georg Gänswein; las laicas consagradas del instituto Memores Domini con las que ha convivido todos estos años; y su médico, Patrizio Polisca
Georg Gänswein, jurista y arzobispo alemán, prefecto de la Casa Pontificia y, sobre todo, secretario personal del papa emérito Benedicto XVI y del papa Francisco. A sus 66 años ha servido a dos papas y ha estado junto a Ratzinger hasta el último momento, también en su despedida
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En esta imagen podemos ver a Georg Gänswein besando las manos de Benedicto XVI en señal de despedida
Giorgia Meloni, primera ministra de Italia, fue otra de las primeras personas en llegar al Vaticano a mostrar sus respetos ante el papa emérito, al que definía como 'un gigante de la fe y de la razón'
Sergio Mattarella, presidente italiano, y su hija Laura acudíam a la capilla ardiente de Benedicto XVI este lunes para velar sus restos mortales
Momentos antes de que los fieles entrasen a la basílica el lunes, se soltó llevó a cabo una bendición sobre el cuerpo con incienso y oraciones pedir el eterno descanso del pontífice
Desde que falleciera Benedicto XVI y hasta este lunes, sus restos permanecieron en una pequeña capilla privada del monasterio donde ha vivido estos últimos años, dentro de los jardines vaticanos. El domingo le despidieron allí, con un árbol de Navidad y un pesebre como únicas decoraciones, amigos íntimos, familiares, antiguos compañeros de trabajo o religiosos y sacerdotes que le conocían bien
Con el fallecimiento de un papa se establece que el entierro no debe tener lugar antes de que pasen cuatro días desde la muerte pero tampoco más allá de seis días después. En cambio no hay un protocolo específico para el funeral de un pontífice emérito por lo que será el papa Francisco el encargado de tomar las decisiones oportunas sobre el protocolo que debe seguirse
La despedida final se celebrará en la basílica de San Pedro el próximo 5 de enero y será oficiada por el papa Francisco. Será un funeral solemne pero sobrio para respetar tanto el cargo que ostentó y la voluntad del que fuera pontífice, que deseaba un adiós sencillo y acorde con los últimos años de su vida
El próximo 5 de enero, a las 9.30 horas, se reunirán cardenales, jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo como ocurrió en 2005 con el fallecimiento de Juan Pablo II. Sin embargo, no habrá conclave para elegir nuevo papa ya que no ha dejado ninguna vacante: desde 2013 su puesto lo ocupa el papa Francisco I
Se ha abierto un libro de condolencias por el fallecimiento del Papa Emérito en la Nunciatura Apostólica, para que, a partir de hoy, cualquier ciudadano que lo desee pueda firmar. En él ya han dejado su sello el representante de la Conferencia Episcopal Alemana o el arzobispo Nikola Eterovic
El mundo entero se ha volcado con el pontífice fallecido y religiosos de todas partes se han personado en la basílica. El actual papa Francisco también homenajeó a Benedicto XVI durante la misa de Año Nuevo recordando su 'servicio a la iglesia, su bondad y nobleza'
