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Las telenovelas turcas son un género que ha llegado para quedarse. Son millones los espectadores que las siguen y disfrutan de cada capítulo de su extenso catálogo de series. Estas ficciones han despertado el interés de la audiencia por todo lo que proviene del país otomano y han abierto la puerta a otro tipo de producciones como su cine. Un claro ejemplo es Clases particulares, la última película llegada de Turquía que está arrasando en Netflix en España y en todo el mundo.
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El elenco está encabezado por dos rostros muy conocidos por el público nacional: Bensu Soral, de 31 años, a la que hemos podido ver como Melek en İçerde junto a Çağatay Ulusoy, y Halit Özgür Sarı, de 29 años, quien se mete cada semana en la piel del Kadir, el mayor de los Eren, en la serie Hermanos.
El filme cuenta la historia de Azra (Bensu Soral), quien se hace pasar por profesora particular pero, en realidad, ayuda a sus alumnos en los caminos de la vida y del amor. Sin embargo, su existencia no es de color de rosa y tendrá que superar unos cuantos baches personales: Burak, su nuevo y guapo vecino (Halit Özgür Sarı) le hace olvidar la verdad que conocía y termina traicionando todos sus principios.
Se trata de una comedia romántica que se podría definir con el refrán "Consejos vendo, que para mí no tengo". Cuenta con una trama atractiva y divertida, que retrata de manera irónica las relaciones amorosas y habla de una tema muy actual: las diferentes maneras para conseguir pareja.
¿Qué vamos a ver en Clases particulares?
Azra sabe mucho sobre la vida y también sobre los hombres. Un conocimiento por el que muchas jóvenes se acercarán a ella en busca de consejo para conquistar al chico de sus sueños. La muchacha se presenta como una profesora particular al uso de cara a los padres de las adolescentes pero, en lugar de impartir materias de la escuela, lo que en realidad hace es ayudarlas a construirse una reputación y darles las herramientas necesarias para que consigan conquistar al hombre que quieren.
Una de las chicas que acuden a ella es Hande (Helin Handemir), quien quiere aprender a llamar la atención de los demás, en especial de Utku (Rami Narin), de quien se ha enamorado. La profesora se niega a darle 'clases particulares', ante lo que la joven la amenaza con acusarla ante su tía, que también es la decana. Sin alternativas, la protagonista se compromete a guiarla y aconsejarla.
Las cosas comenzarán a complicarse cuando la propia Azra comience a competir con esta adolescente que parece desafiar su conocimiento y experiencia en el campo de las relaciones. En el camino, conoce a Burak. Al principio, la maestra y su nuevo vecino no se llevan muy bien, pero después de que el fotógrafo la ayude cuando Hande se emborracha y su tía llega a buscarla, la relación entre ambos mejora. No obstante, la tutora se da cuenta que el joven le hace olvidarse de sus propias lecciones.
Los consejos sobre el amor que Azra ofrece a sus pupilas no son infalibles y están algo obsoletos para los tiempos que corren. Se dedica a repetir tópicos que, si bien pueden servir en algunos casos a sus alumnas, no son el mejor ejemplo a seguir. Por suerte, la joven se da cuenta de cuáles son los verdaderos principios y comienza a cambiar y a ponerlos en práctica, tanto en su vida personal como en la de las muchachas que acuden a ella, prestando una especial atención en la privacidad en las redes.
La película viene con mensaje y moraleja: lo necesario que es descubrirnos y lograr entendernos a nosotros mismos, dando que pensar a los más jóvenes. y también a los adultos, sobre cómo plantean y viven sus relaciones.