No puede mostrarse más feliz. Además de estar disfrutando de las Navidades –unas fiestas que a ella, personalmente, le encantan–, Yolanda Font lo está haciendo por primera vez junto a la pequeña Micaela. La actriz habla con ¡HOLA! de su experiencia con la maternidad y de esta nueva etapa junto a su pareja, Antonio Miguel Carmona, excandidato a la alcaldía de Madrid y el actual directivo de Iberdrola. De hecho, la propia Yolanda nos revela los motivos por los que ella y su pareja no viven juntos.
—¿Cómo estás viviendo esta nueva etapa como madre?
—Qué te voy a decir… Como cualquier mamá, pero, siendo primeriza, imagínate… Como loca.
—¿Está resultando mejor de lo que esperabas?
—Mucho mejor. No te haces una idea hasta que no lo vives. Mi madre ya me dijo que iba a ser el momento más importante de mi vida y, aunque te den un Oscar, nunca vas a vivir algo tan importante.
—¿Y es mejor un Oscar?
—Mejor que todos los Oscar del mundo. Jamás me darán uno, pero es lo más grande que he tenido. Pero es duro. Siempre quieres estar ahí, al pie del cañón, y nunca quieres fallar, aunque tengas que dividirte. Luego, cuando llora, nunca sabes qué le pasa…
—Entonces, ¿te enfrentas a muchas inquietudes?
—Como la mayoría de las madres. Si veo a la bebé llorar por algo, siempre quiero estar ahí y saber qué le pasa. A veces, cuando no logro calmarla, porque la bebé está constipada o le han puesto una vacuna, pienso: “¿Y si no lo estoy haciendo bien? ¿Y si no es así?”
—¿Y a quién pides consejo?
—A mi madre, lo primero. Siempre, siempre.
—[Coqui Font] es una superabuela.
—Más que una superabuela, es una segunda madre para la niña. También está conmigo en la educación y la crianza. Tengo mucha suerte.
—¿Cómo compaginas la maternidad con tu trabajo?
—Estoy haciendo cosas de moda… Es que tengo que trabajar. Es lo que toca y con una niña, con más razón, más ilusión, más ganas y más fuerza.
—Micaela tiene casi ocho meses. ¿Cómo es la pequeña?
—Le gustan mucho las cámaras. Cuando la grabo con el móvil, se vuelve loca (ríe). Pero desde el día que nació. Es muy chiquitita aún y tiene juguetes con mucha música.
—Eso es que es muy despierta.
—Mucho, mucho.
—¿Tiene madera de actriz?
—Pues no lo sé. Eso ya… Es muy pequeña. Yo lo que quiero es que sea muy feliz. Lo mismo nos sale superintelectual como superdivertida y artista. Pero es verdad que, cuando escucha música, se mueve mucho y le gusta bailar.
—Pues ahora empezará a interactuar más.
—Cada día es un mundo. Ella descubre una cosa, pero yo la descubro diez veces más. Además, he vuelto a mi infancia, con Disney. Le pongo una canción de La Sirenita, que le encanta. Pero no le pongo películas. Intento que no tire mucho de móviles ni nada.
—¿Te deja dormir bien?
—Es una niña que no llora, pero duerme poco. Es una niña muy animada, muy marchosa.
—¿Le sigues dando el pecho?
—No, se lo di hasta los seis meses.
—¿Te ha costado recuperarte?
—Durante el embarazo no engordé mucho y tampoco paré. Estuve trabajando hasta el final, aprovechando todo el trabajo. Estuve rodando embarazada. Luego, hice una editorial de moda el día antes de dar a luz. Entonces, entré delgadita, con mi tripita, y salí del hospital. Luego, entre la lactancia y la cesaría, también.
—Es que no hace ni un año y estás como siempre.
—Es un poco genética y, en ese sentido, he tenido mucha suerte. Pero, si te soy sincera, me gustaría engordar un poquito más, pero no puedo. Cuando como, me levanto ocho veces, por la niña. Si vas a cenar, estás pendiente de la niña.
—¿Cómo es el padre como padre?
—Fantástico. Todo muy bien.
—¿Te esperabas que fuese así?
—Sí, por supuesto. Aunque tiene que trabajar muchísimo siempre, pero, todo lo que puede, está con Micaela.
—¿Tenéis planes de boda?
—No lo sé. Ahora estoy viviendo el momento de Micaela, que creo que impresionante. La verdad es que no no pienso en eso,
—¿Y aumentar la familia?
—Lo que siempre digo es que será lo que Dios quiera. Esta niña ha sido para mí, un regalo de la vida y de Dios.
—Durante el embarazo, estabas viviendo con tu madre y él, en su casa. ¿Ya vivís juntos?
—Estamos juntos todo el tiempo que podemos. Siempre. Pero, claro, él está trabajando muchísimo y ahora mismo esa manera de tener a Micaela, entre algodones, con la familia y atendidísima… Por supuesto, cuando puede, su papá le dedica todo el tiempo a Micaela.
—Entonces, tú vives con tu madre.
—A lo moderno. Además, yo también estoy empezando a trabajar. Bueno, ya he hecho cosas de moda. Desfilé con Micaela siendo muy pequeñita, que tenía cinco meses. Me volví a subir a la pasarela, gracias a María Lafuente, y, esta vez, con la peque. Ahora empiezo una película. Estoy firmando el contrato y no me atrevo a decirlo, pero es una película española. El rodaje empieza el rodaje ahora y tengo un papel como actriz de reparto. He estado todo este tiempo dedicándoselo a Micaela, a tope. He tenido esa grandísima suerte, pero ya la mami tiene que trabajar, aunque he estado haciendo cosas de trabajo todo este tiempo.
—Estas Navidades serán muy especiales porque serán las primeras de la bebé.
—Las más especiales del mundo. Imagínate… Es un juguete, una muñeca. Por supuesto, es una niña, pero la ilusión que tienes es como si fuera un juguete.
—Ahora habrás decorado la casa como nunca.
—Sí, mi casa siempre se ha decorado una barbaridad. Mi madre adora la Navidad y la casa ha salido en un montón de sitios, porque hay Papá Noeles por todos los sitios. Abres la puerta y apareces uno. Ya están todos puestos.
—¿Qué planes tienes para estas fiestas?
—Las pasaremos todas en Madrid, con la familia. Micaela todavía es muy pequeñita.
—¿Algún propósito personal para el nuevo año?
—Salud, por Dios. Salud para Micaela. Viniendo de una familia de médicos, he aprendido que lo más importante es la salud. Ahora, ya ni te cuento.