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Ha pasado ya un mes desde que tuvo que ser operada de urgencia y poco a poco ha ido recuperando la normalidad de su vida y lo hace “en paz y agradecida”, como ella misma contaba. Sara Carbonero ha vuelto a retomar con mucha ilusión sus rutinas, desde que recibiera el alta hospitalaria el 28 de noviembre, y se ha dejado ver en las gradas animando a sus hijos en un partido de fútbol y, ahora, compartiendo la mañana con una amiga, tras dejar a los niños en el colegio. La periodista está radiante, como de costumbre, pero sobre todo con muchas ganas y mucha energía , como refleja en las reflexiones que comparte en sus redes, donde describe este nuevo contratiempo de salud como “baches que nos ubican de nuevo y nos recuerdan lo verdaderamente importante de la misma”…
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Y lo más importante para ella es su familia y círculo de amigos, que una vez más no se han separado de su lado —al igual que su pareja, Nacho Taboada— durante este bache, que afrontaba con la fuerza y el optimismo de siempre. Sara está preparada para pasar estas fiestas al lado de los suyos, celebrando la vida y, como escribía hace unos días, amando “lo cotidiano2 y, entre sus costumbres en estas fechas, nunca falta a la cita con su pueblo, Corral de Almaguer (Toledo), que siempre ha sido su refugio de paz.
