Arantxa Sánchez Vicario ha regresado a España con sus dos hijos, Arantxa, que ya tiene 13 años, y Leo, de 11. La triple ganadora de Roland Garros aterrizaba este miércoles por la mañana en el aeropuerto de Barcelona procedente de Miami, ciudad en la que tiene fijada su residencia. Sánchez Vicario, de 51 años, llegaba con ropa deportiva y en medio de una gran expectación mediática, pues hace tan solo unas semanas se hizo público que tanto ella como su exmarido, Josep Santacana, se sentarán en el banquillo de los acusados por un presunto delito de alzamiento de bienes. Ambos se enfrentan a cuatro años de prisión, además de al pago de más de 6 millones de euros de responsabilidad civil. El juicio tendrá lugar entre los días 12 y 15 de septiembre de 2023 en el Juzgado de Lo Penal Nº 25 de la Ciudad Condal.
La extenista evitó pronunciarse al respecto, pero mostró su confianza en la Justicia. "Solo puedo decir que creo en la Justicia, siempre he creído en la Justicia y no voy a decir nada más. Espero que me respetéis, porque vengo con mis hijos para pasar las fiestas con la familia", afirmó.
Su vuelta a casa refleja que sigue unida a los suyos a pesar de las rencillas del pasado. "Mi madre me apoya y está conmigo. Aun habiéndole dado mil patadas, ahí sigue. Me ha demostrado lo que es el amor por los hijos y su incondicional apoyo", dijo Arantxa en las páginas de la revista ¡HOLA!. También cuenta con el apoyo de sus tres hermanos, Marisa, Emilio y Javier. "Yo sentía que siempre podía contar con mi familia... He pedido perdón a quien se lo tenía que pedir", confesó.
El motivo por el que Sánchez Vicario y Santacana serán juzgados
El Banco de Luxemburgo interpuso una querella por lo penal en 2015 contra ellos por no hacer frente a la deuda contraída con la entidad, que los había avalado años antes al entregarles los tres 3,5 millones de euros más intereses que la Audiencia Nacional les condenó a pagar por evasión de impuestos y que el Tribunal Supremo ratificó en 2009.
Tras aquello, la ya expareja habría ido vendiendo el millonario patrimonio inmobiliario de la extenista con el objetivo, según la querella, de descapitalizarse para eludir la deuda con el banco. Arantxa, por su parte, confesaba en el escrito de defensa que presentó ante el juez en octubre de 2021 haber ocultado bienes, pero aseguraba que lo hizo manipulada por quien fuera su marido.
Decía estar arrepentida y, como prueba de buena voluntad, señalaba el adelanto de 1,8 millones de euros que había entregado al Banco de Luxemburgo. En ese mismo escrito, Sánchez Vicario solicitaba para sí misma una pena de siete meses de prisión, que estaría exenta de cumplir por ser inferior a dos años y no tener antecedentes. Santacana, sin embargo, negaba en su escrito de defensa tener ningún tipo de potestad de cara a la gestión del patrimonio de su exmujer.
Antes de esta querella penal, el Banco de Luxemburgo ya había interpuesto con anterioridad otra por la vía civil. Lo hizo en marzo de 2011 y, dos años después, el juez le daba la razón a la entidad y condenaba a la deportista y a Santacana a pagarle 5,2 millones de euros, a los que habría que sumar los intereses de demora. Después de aquello, ni habrían entregado la cantidad correspondiente ni presentado la lista de bienes susceptibles de embargo.